samedi 1 juin 2013




PORQUÉ FRACASÓ LAPOLITICA DE PAZ DE ANDRES PASTRANA?
LA POLÍTICA DE PAZ DE ANDRES PASTRANA:  UNA ESTRATEGIA DE GUERRA

ALEJANDRO URIBE BEDOYA

El autor es un escritor e historiador que fue expulsado  de varias instituciones de Colombia por sus conocimientos sobre el fascismo.  Él fue expulsado de la FLACSO sede México por profesores franquistas españoles y argentinos que le impidieron graduarse como maestro en Ciencias Sociales.  Fue vetado en la Universidad Tecnológica de Pereira y expulsado de varios colegios entre ellos el Colegio “Manuel Elkin Patarroyo” de donde lo licenciaron  por crear un cine-club antifascista, del Colegio Aquilino Bedoya por defender las comunidades indígenas y del Colegio Agustín Nieto Caballero por crear un sindicato de educadores por contrato.  Él ha sido adoptado como refugiado político por el Estado de Ginebra en Suiza y allí continúa sus estudios sobre la sociedad colombiana.


“En Colombia, las dificultades para que se ausente la guerra nacen indefectiblemente de la reproducción de una estructura social  basada en el Apartheid Social, que obliga a las mayorías mediante la ley de la existencia segregada a tener que soportar la demagogia, la represión y los complejos de superioridad de unas minorías de plutócratas dispuestas a batirsen en todos los duelos a muerte posibles con tal de evitar que los colombianos  sean felices” (Palabras en el primer encuentro internacional de Violencia Social y Familiar en Manizales, 1999)


INTRODUCCION


La estrategia de paz del presidente Andrés Pastrana (1998-2002) revivió viejos métodos de las burguesías colombianas que se centraron en buscar una solución política del conflicto armado, sobre la base del diálogo y la negociación política.  Dichas estrategias además de buscar la solución del conflicto, buscaron por sí mismas enfrentar políticamente a la guerrilla en momentos de fuerte desarrollo de la guerra.


El conflicto colombiano funciona en base a largos ciclos de guerra y paz que son los que muestran su dinámica;  el primer gran ciclo se inicia en los primeros años del Frente Nacional y es un ciclo de guerra prolongado cuya expresión más representativa fue la invasión a Marquetalia, región que comprendió los límites del Cauca, Tolima y Huila a mediados de la década del sesenta; este ciclo se prolonga hasta 1984 y dura 20 años de confrontación; el agotamiento de la mentalidad guerrerista y sobre todo la caída de las dictaduras militares argentinas representadas en el ascenso de Raúl Alfonsín  en 1983  que abre un ciclo de transición a las democracias delegativas en toda América Latina y a poner de moda el llamado “civilismo”, unida al fortalecimiento de la insurgencia armada motivó al Presidente Belisario Betancurt a cumplirle al electorado que en 1982 lo eligió bajo la condición de dialogar y darle una solución definitiva a la guerra; este ciclo de paz inaugurado por Belisario Betancurt fue un momento de esperanza en la finalización de la guerra celebrado el 28 de mayo de 1984 con la firma de los acuerdos de La Uribe con las FARC y luego en Agosto del mismo año con la  de los acuerdos de Corinto, El Hobo y Medellín con el EPL y el M-19; este ciclo de motivación por la paz duró poco, solamente hasta 1985 cuando se rompieron los diálogos con el M-19, lo que conllevaría a la trágica mortandad del Palacio de Justicia en Noviembre de 1985 y al fin de los diálogos con las FARC en 1987.

El ascenso del Presidente Virgilio Barco con su “Mano tendida y pulso firme” como estrategia de paz inauguró un ciclo de guerra que duraría alrededor de doce años, ya que los continuos gobiernos liberales (Gaviria, Samper) insistieron en la posibilidad de la derrota militar de la guerrilla, cuya representación más patética fue la Operación Centauro que en 1990 destruyó Casa Verde, un viejo santuario de las FARC el mismo momento en que se desarrollaban las elecciones para la constituyente, como esta, hubo  decenas de operaciones militares y respuestas de la guerrilla, masacres paramilitares de todo tipo que aceleraron el conflicto.

El Presidente Pastrana inauguró un nuevo ciclo de paz desde 1998 ya que como su partidario, Betancurt ascendió a la presidencia bajo la promesa de conseguir la paz, pero también con la intensión de deslegitimar el prestigio de la guerrilla con los diálogos.  Su estrategia de paz con las FARC-EP comprende tres grandes momentos: el primero va de agosto 7 de 1998, fecha en que toma posesión como presidente y se prolonga hasta el 7 de enero de 1999, cuando se instalan las mesas de negociaciones en San Vicente del Caguán y se inaugura públicamente la zona de distensión; el segundo periodo va del  7 de enero de 1999 al 20 de febrero del 2002, día en que se decreta la conclusión de los diálogos con las FARC y la tercera del 20 de febrero al 7 de agosto del 2002, día en que toma posesión el nuevo mandatario Alvaro Uríbe Vélez.  El presidente Pastrana da lugar a una estrategia de paz que estuvo representada en la inauguración de la zona de distensión, una pequeña área de 42.000 kilómetros cuadrados que cobijaban importantes municipios del meta y del Caquetá; el desfile de altas personalidades creó la ilusión en el ciudadano de que en Colombia había paz, sin embargo, la realidad era otra: en el 95% del territorio nacional siempre hubo guerra.  El viejo principio liberal impuesto por las burguesías durante los gobiernos anteriores de “negociar en medio de la guerra”, se impuso durante la administración Pastrana y fue inclusive una bandera de la guerrilla y del gobierno, sin embargo, fue con toda evidencia uno de los criterios que llevó al traste a los diálogos de paz, ya que los operativos militares de ambos bandos fue el acicate para que la extrema derecha dueña de los medios de comunicación desprestigiara el proceso y la guerrilla desconfiara del Estado en los momentos más álgidos de la operatividad militar. 

Dialogar en medio de la guerra, hundió el proceso pastranista, pero también lo hundió la tregua parcializada a la zona del Caguán en momentos en los cuales era necesaria una tregua bilateral nacional que le diera confianza a la opinión pública y fortaleciera su mentalidad de paz; la incomprensión de la ciudadanía de porqué a la vez que se negociaba se mataba, contribuyó a darle a los viejos enemigos de la paz los argumentos para provocar el colapso del proceso.

Además del principio incomprendido y la tregua parcializada, faltó voluntad política en ambos contrincantes para comprometerse de lleno con el proceso; los operativos militares de las FARC en los momentos en que se avecinaba una tregua definitiva y la ofensiva militar del ejército unida a la campaña de desprestigio desde los medios de comunicación, la Iglesia  y personalidades importantes, denotan simplemente que ninguno de los dos actores querían una salida negociada del proceso y que su vocación de guerra fue más fuerte que la  de paz; el querer hacer protagonismo político con el proceso hace dudar de la honestidad de los actores para adelantar un proceso definitivo y por tanto la política de paz de Pastrana queda como el recuerdo de una propuesta  que logró distraer a la ciudadanía convirtiéndose en un fracaso más.

Hay que mencionar otros factores que también incidieron en el fracaso de los diálogos de paz y con ello la apertura de un nuevo ciclo de guerra prolongado.  La falta de un plan de paz, coherente, organizado que mostrara con claridad las fases de las negociaciones y el camino a seguir paso a paso con fechas específicas, hizo del proceso algo desorganizado y de poca confiabilidad; durante la administración Betancurt y Barco conocimos planes de paz que dieron más amplios resultados, a Andrés Pastrana le faltó planificar la ruta a seguir.   Sin dudar, la actitud de la clase política, en nada ha contribuido a hallar la paz en Colombia, lo que quiere decir que para conseguir la paz duradera es necesaria una nueva clase política que se identifique con la salida política plenamente y sin condiciones; este elemento fue vital para la solución del conflicto salvadoreño y guatemalteco, el protagonismo de un representante político capaz de sacar adelante un proceso de paz, dispuesto a ceder en sus privilegios burocráticos y a entregarlo todo en la búsqueda de la paz; un congreso corrupto, tradicionalista, clientelar, bajo de cualidades políticas y desprestigiado, es la expresión de una comunidad política que no ha abandonado los viejos vicios de hacer de la política no el arte de ayudar a los nacionales, sino de convertir los servicios públicos en  un simple mercado; quierase o no ello influye ampliamente en un diálogo de paz ya que estos requieren de cambios políticos profundos expresados en reformas que sean capaces de crear una nación equilibrada e incitar al oponente a insertarse en ella obviando la rebelión y respetando las normas del juego político establecido que en sociedades de paz son limpias y transparentes, lo que incita a los actores a la lucha civilizada; la gran rebelión en Colombia tiene que ver con la existencia de una corruptela política que trabaja para intereses personales de enriquecimiento del político, sus clientelas y los intereses individuales externos dejando a las mayorías nacionales sin protección estatal.  De nuevo como en la época de Belisario Betancurt, la posibilidad de las grandes reformas asustó a la corruptela política que prefirió la vía guerrerista antes que contribuir a la solución de los más importantes problemas nacionales; uno de los mayores obstáculos del presidente Pastrana fue el escaso apoyo que tuvo en el congreso para sacar adelante el proyecto de paz.

Una de las grandes pruebas es la discusión con respecto a la ley de canje que la hicieron fracasar los enemigos del proceso en el congreso en donde siempre fueron mayoría; en el intercambio de 14 guerrilleros por cuatrocientos uniformados primó más la voluntad de la guerrilla y del ejecutivo que del legislativo, al final solamente a siete días de la finalización del gobierno se empezó a revivir la posibilidad del canje solo después de haber sido retenidos grandes barones de la política, en un anuncio a la guerrilla de que sus presos solo son canjeables por grandes caciques y no por simples policías, soldados o políticos de baja escala, lo que con toda evidencia acelera más la guerra ya que obliga a los guerrilleros a practicarla en escala mayor, ello le da un tinte más complejo a la confrontación.

Nos encontramos además con una sociedad civil débil y fácilmente manipulable por políticos que no quieren la paz y prefieren organizarla para una resistencia civil que proteja los intereses de las clases altas y de quienes se han apropiado del poder; estamos lejos de construir una sociedad civil que sea capaz de luchar por una paz justa, con criterio de clase social y que contribuya a crear una nueva sociedad  igualitaria; han sido los ricos colombianos y los mercaderes de la política, propietarios de los medios de comunicación, los aglutinadores de la sociedad civil reaccionaria, enemiga del proceso de paz que se movilizó en una resistencia por la guerra que provocó a los insurgentes y en nada contribuyó al proceso.  La prueba más fehaciente es la enorme votación por Alvaro Uribe Vélez en el 2002, amigo de la guerra, acelerador del conflicto.  Su discurso guerrerista caló en la sociedad civil analfabeta politicamente y necesitada, que antes que fustigar los malos gobiernos se alía con ellos; ni siquiera los norteamericanos hacen eso, tampoco los ecuatorianos y venezolanos; estos rápidamente se insurreccionan contra la corrupción y el desgobierno y obligan a los gobernantes a tener disciplina y conciencia; la corrupción, el desgobierno, el guerrerismo y la insolidaridad son premiados por el elector colombiano, manipulado por unos medios de comunicación oligarquizados y de propiedad de los mercaderes corruptos.  Sin una sociedad civil comprometida con el proceso,  en Colombia no habrá paz alguna, como no la hubo durante la administración Pastrana.

Ni que decir los gremios; su relación con la clase política también fue factor de sabotaje del intento de paz, el encuentro de catorce de los “cacaos” con Marulanda Vélez fue una excepción, pero sin ningún compromiso real.  El temor al castigo a la propiedad privada o a la inauguración de un nuevo modelo económico diferente al neoliberal que los enriquece, hizo milimétrica la vigilancia de los grandes empresarios, ganaderos y latifundistas sobre el proceso de paz y una presión fuerte hacia el presidente para liquidar los dialogos.  Las salidas políticas requieren cambios económicos radicales en los cuales los gremios tienen que ceder privilegios, comprometerse a la redistribución de la propiedad y a la asignación de empleo; la sola idea de un subsidio de desempleo propuesto por las FARC hizo temblar a los empresarios, si ello fue con algo tan simple, que representa además un derecho, cual no será la reacción del empresariado frente a la sola idea de la democratización de las empresas o la redistribución de la plusvalía, clave para un proceso de paz exitoso.

Pero fueron los grupos paramilitares el obstáculo más importante para diálogos de paz exitosos; las constantes masacres de población civil, de sindicalistas y el poderío político anunciado en la amplia influencia en el Congreso, así como el desplazamiento hacia la zona de distensión  con la clara intención de incursionar y castigar la “afrenta de la subversión” según sus voceros, también liquidó el proceso; la debilidad enorme para enfrentarlos y el contubernio claro de la clase política y los medios de comunicación hicieron del paramilitarismo la principal arma de los enemigos del proceso de paz, que se encuentran por decenas en las elites colombianas; el porqué no se inició una Operación Centauro o una parecida al despliegue sobre la zona del Caguán el día de la ruptura de los diálogos, contra los bastiones paramilitares en el Nudo del Paramillo, solo se puede explicar en el hecho de que los sectores dominantes colombianos ven en el paramilitarismo el instrumento de guerra más efectivo y letal, porque no solo desplaza a los supuestos enemigos camuflados en la sociedad civil que olímpicamente bautizaron como “guerrilleros de civil”, sino que con ellos puede hacer operaciones que el simple ejército hacía antes como las masacres colectivas y que por el escándalo internacional hoy no puede hacer; son además una gran reserva contrarevolucionaria en la eventualidad de un triunfo de la guerrilla que tempranamente le permite a las oligarquías organizar una oposición antisocialista apoyada por los Estados Unidos que durante decenios alimentó esta estrategia en todos los países de América Latina y que  con las Comisiones de la Verdad instaladas en varios países mostró la magnitud de la represión estatal en países como México, Panamá, Argentina y Perú.  La oposición de los grupos paramilitares a los diálogos de paz y a la zona de distensión, se convirtió soterradamente en la línea de las clases dominantes, Iglesia y Medios de Comunicación ante el proceso de paz y la habilidad de Pastrana para romper con esta versión hubiese sido quizá un elemento positivo para sacar adelante el proceso; uno de los factores de ruptura en varias ocasiones del proceso y de crisis del mismo, fue no solo el operar del paramilitarismo, sino la actitud negligente de un gobierno que debió con la misma magnitud de las grandes ofensivas contra la guerrilla, desplegar su poderío militar contra los paramilitares; ingenua posición por el carácter de la relación Estado-paracos en Colombia, pero razonable.

En el transfondo de todo este fracaso se encuentra también una situación social degradada por un modelo neoliberal, la hipoteca del país a la banca extranjera que nos hace tributarios de una tercera parte de nuestro presupuesto, agudizada por el mayor endeudamiento vivido bajo el gobierno pastranista, los gastos militares que sobrepasan el gasto social y los elevados índices de corrupción y depredación del gasto público; la experiencia de la crisis argentina es una muestra clara de hacia donde nos dirigió el ex-presidente y en verdad la incapacidad del gobierno de Pastrana para detener el avance de la miseria, del desempleo y la infelicidad en que viven millones de Colombianos fue también un obstáculo claro, quizá el más importante para que el proceso de paz avanzara.  La desconfianza de la guerrilla fue enorme en este sentido y en los momentos últimos del proceso de paz, aparecieron como justificación de sus demoledores operativos militares y del fracaso del proceso, la falta de un gobierno que actuara con correspondencia a la necesidad de mejorar el bienestar ciudadano; críticas al Plan Colombia, los despidos, el neoliberalismo, el gasto militar, la desidia contra el paramilitarismo fueron el ejemplo de cómo Pastrana debió desde el inicio de su gobierno  optar por desarrollar y cumplir con sus promesas electorales.

Nos adentramos entonces con estos factores y situación a un nuevo ciclo de guerra inaugurado por Pastrana desde la ruptura de los acuerdos del Caguán y prolongado por Alvaro Uribe Vélez; por la experiencia colombiana, este tipo de ciclos son ampliamente duraderos y resultan normalmente enfrentamientos sin resultados claros para ninguno de los dos bandos, pero negativos para la sociedad civil que aspira a que sus grandes angustias cotidianas como la falta de empleo, el hambre, el analfabetismo y la violencia sean solucionados.  Durante el gobierno de Andrés Pastrana el país se sobre militarizó, la fuerza pública aumentó en un 100% y con ellos sus gastos, lo que significa que las probabilidades de que mucha gente dejara de sufrir por la falta de empleo y alimentos fuese mayor, más cuando el nuevo presidente buscó aumentar los gastos militares en un 200%, está claro que la legitimidad de Pastrana para hablar de Paz se hizo desde un “Mandato por la paz”, el 26 de octubre de 1997, mientras que la legitimidad de Alvaro Uribe Vélez se basaó fundamentalmente en un “Mandato por la guerra” expresado en su elección como presidente, lo que muestra que la mentalidad variante del colombiano unos momentos por la paz y otros por la guerra, si determina el devenir del proceso.


Advierto que el conflicto armado al irse escalonando con el tiempo, va transformando a los actores de la guerra en protagonistas crueles en exceso, las guerrillas lentamente abandonan principios éticos planteados por viejos estrategas como Maceo o el Che Guevara que invitaban a expulsar de las filas a todo hombre cruel:  los incidentes de Machuca, Antioquia en octubre de 1998, cuando fueron calcinados 70 pobladores por un atentado del ELN, el asesinato de tres indigenistas norteamericanos, el incidente de Bojayá, el asesinato del padre del niño Andrés Felipe Pérez el 7 de abril del 2002 y el fallecimiento de este de una enfermedad terminal sin que se le permitiera ver a su padre, contradicen esos principios éticos que en vez de prestigiar contribuyen a desprestigiar a una guerrilla que aún no ha entendido la necesidad de humanizar su guerra, entendemos que su oponente, la burguesía propietaria de unos poderosos e influyentes medios de comunicación explotan uno a uno los errores de la insurgencia, la movilización nacional entorno a la enfermedad del niño Andrés Felipe Pérez  fallecido el 18 de diciembre del 2001 fue hipócrita, miles de niños mueren en las calles anualmente o están prostituidos y esos periodistas que tanto alboroto hacen pasan por su lado sin  darles una limosna, pero explotan la inhumanidad de sus contrincantes;  en el otro polo, el de los saboteadores del proceso, quedó claro que fue la extrema derecha la responsable del  collar bomba puesto a una campesina que estalló en vivo y en directo y volvió añicos su cuerpo, este acto se lo endilgaron a las FARC en momentos de fuerte discusión en las mesas de diálogo, los pseudo humanistas de la televisión armaron el escándalo en contra de la guerrilla en el mismo momento del hecho, pero callaron como tenían que hacerlo cuando se dieron cuenta de la verdad: fueron saboteadores derechistas; menciono además,  entre los militares, la información que otorgaban mandos militares a los paramilitares masacradores sobre sus victimas, la muerte de un grupo de seis niños en un pueblo de Antioquia confundidos como guerrilleros, los bombardeos indiscriminados que matan población civil, ello se vio durante la Operación Tanatos, los disparos sobre vehículos que desobedecían los retenes militares; en el lado paramilitar las masacres inmisericordes como las de Buga y Putumayo entre otras y  las denuncias demostradas de que bebieron la sangre de sus victimas o mataron con motosierras o ha machetazos,  por el lado de la clase política el robo y el pillaje del erario público en un momento de hambruna y pobreza, son testimonios que nos avisaron que marchabamos inexorablemente hacia  la repetición pero en la época de la postmodernidad y con nuevos actores de las formas de violencia de la década del cincuenta que dejaron una huella indeleble en muchos compatriotas y que hoy es un escandalo nacional que nació de la época pastranista que ha llevado a prisión a un buén número de dirigentes..


1.     LAS CAUSAS DE LA VIOLENCIA EN ANDRES PASTRANA Y SU INCOHERENCIA CON LA POLITICA DE PAZ

Andrés Pastrana, durante su campaña electoral propuso el “Plan Integral de Paz” de su movimiento “Alianza para el cambio” desintegrado rápidamente, aunque en el no se presentan referencias a los orígenes de la violencia como concepción, si se dieron propuestas concretas para enfrentarla; señala el respeto a los derechos humanos, a la vida y al derecho internacional humanitario.  Resaltó la vía negociada para la solución de los conflictos armados, la discusión sobre transformaciones sociales políticas y económicas en las negociaciones, la participación de la comunidad internacional y de la sociedad civil en el proceso, zonas de distensión, diálogos sin condiciones previas y reformas políticas.

En su discurso de posesión presidencial, especifica una visión sobre las causas de la violencia diferente a la de los demás presidentes:

El muy sabio refranero español nos dijo:  “sin paz no hay pan, por eso ante todo quiero  la paz que es “paz y pan” y es la tierra prometida que anhelamos, una Colombia en paz (...) El llamamiento a la paz como condición necesaria para un proyecto de país, es evidente.  Pero la paz exige transformar la energía humana del rencor propia de las guerras, en energía vital para la construcción de una nueva Colombia.  Es precisamente esa energía vital la que nos debe permitir que no se sigan repitiendo los actos de violencia como los de los últimos días  (...)

Aseveró el Presidente:

La primera cuestión es de identidad, ¿que es Colombia y que queremos que sea? Históricamente la nación buscaba su identidad en la homogeneidad excluyente, que despreciaba la diversidad o la anulaba.  Una patria exigía una religión y una lengua, incluso una etnia dominante.  Desde posiciones dictatoriales o desde pactos republicanos se iban imponiendo estas condiciones de identidad durante tiempo indefinido para configurar otros sistemas de poder.  La evolución posterior, en particular la actual, demuestra que los excluidos de cualquier tipo salen a reclamar con gran violencia el reconocimiento de su existencia y de su derecho a participar.  La gracia es que la identidad de la nueva Colombia que encare los desafíos del siglo XXI y se ofrezca a las nuevas generaciones tiene que ser incluyente de la diversidad colombiana y no excluyente como ha sido hasta ahora para una parte importante de los colombianos.

Entre los excluidos, Pastrana hizo referencia a los pobres y prometió un gobierno que disminuyera sus índices y de el un Plan para disminuir la pobreza, recuperar los valores y transformar políticamente al país.

Durante el acto de inauguración de las conversaciones de paz en San Vicente del Caguán con las FARC, en el discurso presidencial, se destaca algo importante:  “he reconocido el carácter político de su organización”, dijo el presidente a los líderes guerrilleros, lo que denota un respeto al oponente político.  “La guerra de la paz se gana en el empleo, en la vivienda, en la nutrición, en la salud, en la educación, en el respeto a la ecología, en la certeza del respeto a la supervivencia siempre abierta a la felicidad”, allí hay un enfoque social en la interpretación de las causas de la violencia.

Es de notar que algunos elementos de esta concepción se cumplieron durante su gobierno, pero su política social dejó mucho que desear, un país empobrecido y privatizado. 6 de cada 10 colombianos sumidos en el hambre continua unos o circunstancial otros, es una cifra muy grande para creer que los resultados de la presidencia Pastrana fueron coherentes con sus propuestas iniciales, situación muy parecida a la de Belisaro Betancurt, populista y demagógica.

2.     LOS OBJETIVOS DE LA POLITICA DE PAZ Y LA INFLUENCIA DEL GOBIERNO DE ERNESTO SAMPER


Fueron tres los principios fundamentales de Pastrana:

1.     Negociaciones sistemáticas con los alzados en armas, combinadas con un proceso de reconciliación nacional.

2.     El lanzamiento de una nueva visión participativa de desarrollo, “El Plan Colombia”, que se apoyará en el fondo de Inversión para la Paz, que se nutriría de los bonos de paz, los aportes internacionales y los créditos especiales.

3.     La negociación de una serie de reformas sociales, políticas y económicas para mejorar la calidad de vida de los colombianos menos favorecidos.

La política de Paz del presidente Andrés Pastrana se enmarcó en la estrategia política de lo que se llamó la Gran Alianza por el Cambio, movimiento opositor a la candidatura serpista, movimiento multipartidista, que tuvo como una de sus grandes promesas la paz unida a las de generación de empleo, la reactivación de la economía, la justicia social y la dignidad de la nación.

Pastrana diseñó lo que llamó la Política Integral de Paz teniendo como uno de sus principios el de dialogar directamente con la guerrilla, por ello ha sido quizá el único presidente en entrevistarse con el líder máximo Manuel Marulanda y en asistir directamente a instalar la zona de distensión, nunca antes presidente alguno había sido tan directo, todos le rehuyeron a las entrevistas personales con guerrilleros a excepción de Betancurt quien en ocasiones muy reservadas recibió pero en su despacho a algunos representantes de la guerrilla.

En sus primeras propuestas, el presidente partió de reconocer que lo que buscaba la guerrilla era una transformación de las estructuras políticas y económicas diferente a la actitud propias de las postrimerías del gobierno en la que se concibe a la insurgencia como un simple actor mafioso, cuya actividad está encaminada a defender territorios estratégicos para el tráfico de narcóticos; se trató de reconocer a los guerrilleros como actores políticos,   de analizar los puntos de las agendas de los guerrilleros y de reconocer que son propuestas de cambio, características de una negociación política, así la negociación además de poner fin a la confrontación, buscó garantizar mediante la concertación un nuevo proyecto de país que sentara las bases para la reconciliación entre los colombianos. La política de paz tuvo a su vez unos objetivos estratégicos, que hacen parte de una estrategia de negociación para superar las causas del conflicto, ellos son;

1.     No habrá paz sin una reforma política de fondo:  partidos sólidos, representatividad con voluntad y garantías a minorías.  Liquidar la corrupción y la operación avispa, son tareas vitales.
2.     Real separación de poderes, el legislativo debe controlar al ejecutivo.
3.     Organos de control independientes del ejecutivo y de los partidos políticos.
4.     La reforma se hará dentro del Estado de derecho: cambiar la Constitución dentro de la Constitución.
5.     Establecer zonas de despeje o de distensión, para garantizar la seguridad de los negociadores.
6.     Internacionalizar la paz para terminar la guerra, participación de la comunidad internacional en el proceso.
7.     Participación de los empresarios
8.     Dirección personal del proceso por el presidente
9.     Agenda abierta y sin condiciones
10.           Diplomacia para la paz, buscando la ayuda de la comunidad internacional.
11.           Plan de emergencia social dentro del Plan Nacional de Desarrollo, para eliminar la diferencia entre ricos y pobres en Colombia, concentrar la acción del Estado en las causas objetivas de la violencia: pobreza e inequitativa distribución del ingreso.
12.           Recuperar el monopolio efectivo de la fuerza
13.           Preservar la selva húmeda tropical como patrimonio de la humanidad, proteger el medio ambiente.
14.           Construir más vías de comunicación
15.           “Plan Marshall” para erradicar los narcocultivos
16.           Defender el derecho a la vida
17.           Mano dura con los paramilitares
18.           Reforma a las fuerzas armadas hacia una doctrina de seguridad democrática, que supere la de la seguridad nacional y se dediquen a resguardar las fronteras.
19.           El mandato por la paz es un mandato para el gobierno
20.           Recuperar la autoridad del Estado en todo el territorio nacional.


Los principios que guiaron estas propuestas, partieron de considerar que la paz no tenía fórmulas mágicas, ni era un asunto de una sola persona, ella hay que construirla y para ello es necesario reconstruir el Estado y recuperar la confianza de los ciudadanos en él., en algunos de sus discursos se dejó entrever la filosofía de la paz de Pastrana que cobijó entre otros los siguientes criterios:

1.     La paz es un proyecto nacional en el cual cavemos todos,
2.     Reconocimiento de que el movimiento guerrillero es una realidad política y están decididos a ser co-protagonistas de la reconstrucción nacional.
3.     El despeje no sería un corredor de impunidad para el incremento del narcotráfico.
4.     La paz es fundamental para erradicar el narcocultivo, lo cual expresa que el narcotráfico es el principal beneficiario de la guerra,
5.     Los objetivos y los instrumentos de paz tendrán el mismo valor, instrumentos como la Convención Nacional, los diálogos regionales y nacionales o la Asamblea Nacional Constituyente, el canje, deben estar articulados a las transformaciones políticas.
6.     Los guerrilleros son garantes, coadyuvantes de la paz, orden, disciplina, trabajo y seguridad de todos los colombianos.
7.     Más importante que humanizar la guerra es terminarla.
8.     La vocería de la paz es una sola, la del presidente o la del alto comisionado., los voceros de la sociedad civil tienen aportes para examinar.
9.     Hacerle la guerra a la guerra es una prioridad.

Lo que impresiona de los principios y la metodología de la política de paz de Andrés Pastrana, es la amplia influencia de la visión del problema que se forjó durante la administración que lo precedió, la de Ernesto Samper;  el documento “Hacia un Diálogo Util y duradero”, presentado en el ensayo sobre Samper así lo demuestra; por ejemplo, la vocería de un Alto Comisionado para la Paz, provino del Gobierno Samper que lo tuvo, fue Carlos Holmes Trujillo, luego Daniel García Peña, quien fue reemplazado por Víctor G. Ricardo, el principio del reconocimiento político del conflicto armado y de las organizaciones guerrilleras que fue ejecutado durante Pastrana, era el primero de los ocho principios de Samper; la responsabilidad exclusiva del presidente de la República para dirigir el proceso de negociación también fue un principio Samperista desarrollado por Pastrana en sus encuentros personales con el máximo jefe de las FARC-EP, Manuel Marulanda Vélez; la disposición de negociar en medio del conflicto y sin condiciones previas por ninguna de las partes, igual, fue el principio básico del Gobierno y el más importante; la construcción de una agenda común, de cronogramas y de acuerdos, fue idea del gobierno Samperista, implícita en su cuarto principio; el quinto principio de la política de paz de Samper fue aplicado plenamente, la decisión de asegurar el monopolio legítimo de la fuerza en cabeza del Estado mediante la acción de las Fuerzas Armadas, mientras se negociaba se compraba armamento y se reclutaban nuevos soldados, así como se desataban inmensos operativos militares; la participación de la sociedad civil, activa y permanentemente en la construcción de la paz, un principio del gobierno más criticado por Pastrana, también hizo parte de su política de Paz, con el fortalecimiento de las campañas por la paz y del “No más”; la participación internacional fue otro principio que se impuso tardíamente, pero fue puesto en marcha por Pastrana con Comisiones de acompañamiento y observadores que jugaron un importante papel en los momentos más agónicos del proceso de paz.

Queda claro entonces que aunque no todos los principios, si la mayoría de los que hicieron parte de la propuesta de Samper, fueron puestos en marcha por el gobierno de Pastrana, su más acérrimo crítico.  Ello trajo problemas, ya que su política de paz se construyó desde la base de un gobierno que nunca se motivó a iniciar un proceso de paz con los insurgentes, lo que puso en duda la originalidad de la política de Paz del gobierno y simplemente puso en marcha criterios equivocados que dieron al traste con el proceso de negociación, como el de negociar en medio del conflicto o desplegar militarismo y violencia mientras se dialogaba o el individualismo y egoísmo propios del criterio de que un individuo debía dirigir el proceso de paz, lo que convirtió la búsqueda de la distensión en algo autocrático y no democrático, que solo comprometió al presidente y unos cuantos funcionarios, más no a otros elementos protagonistas del conflicto como las Fuerzas Armadas, los gremios o los sindicatos por ejemplo.  La prueba más palpable del individualismo perjudicial, fue que tanto la cámara de representantes como el Senado de la República nombraron su propia comisión de paz que funcionaron descoordinadamente con pocos contactos y autónomas, lo que vislumbró una desorganización del proceso, perjudicial sin lugar a dudas. 


 1.     EL ALCANCE DE LA GUERRA: OPERATIVOS MILITARES, PARAMILITARES Y GUERRILLEROS (AGOSTO DE 1998 A AGOSTO DEL 2002)

A.  1998 Y 1999

Casi empezando el gobierno de Pastrana se darían las primeras muestras de la impresionante guerra que caracterizaría esta administración y que sería la prueba más patética del fracaso de su proyecto, no solo los ataques a poblados por frentes de la guerrilla, las masacres paramilitares, sino el inicio de las grandes operaciones militares que le darían un nuevo rumbo a la guerra en momentos en los cuales las noticias de la destrucción de las bases militares de Patascoy, El Billar, Miraflores y Pavarandó por las guerrillas hacían pensar que la guerra del Estado estaba perdida; la “Operación Furia” se llevó a cabo el 14 de Agosto de 1998, cuando 200 soldados de la brigada diez y siete del ejército sostuvieron combate contra cerca de 600 guerrilleros de las FARC en los límites entre Antioquia y Chocó; 38 soldados muertos, 23 desaparecidos, 24 heridos y 20 guerrilleros abatidos, en ella se utilizaron los helicópteros BlackHaw, en una primera demostración de que el discurso presidencial de paz iría por una ruta y la guerra por la otra.  Hubo momentos como en el mes de septiembre del mismo año en los cuales los tres actores se encontraron, el caso de la serranía de San Lucas es el más sintomático, pero allí la batalla crucial fue entre los paramilitares y el ELN, movimiento que estaba dialogando con muchas perspectivas con el presidente, allí en un solo choque un día de septiembre hubo 40 muertos, la disputa por esta zona estratégica fue continua durante todo el período presidencial de Pastrana, sus pueblos alrededor de 30, entre ellos Achí, San Pablo y Simití fueron escenario de la guerra a muerte más violenta y de un grueso número de desplazados.  Es una zona de guerra de hegemonía del ELN, diríamos su santuario, así como El Caguán lo ha sido para las FARC o el nudo del Paramillo para los paramilitares, sin embargo hay presencia de los más diversos movimientos; la incertidumbre llenó a los colombianos, al no entender que pasaba con la propuesta de paz y los ánimos de solución del conflicto de su presidente.

A principios de Octubre  el presidente afrontó el primer gran paro estatal, alrededor de 200.000 trabajadores fueron a la huelga;  pero lo que más llenó de incertidumbre a la opinión pública fue la toma de la capital del Vaupés, Mitú, 16 policías muertos, 38 heridos y 50 retenidos por el comandante “Romaña” en una muestra de que Colombia atravesaba por la guerra más despiadada, en ella se inicia la utilización de pipas de gas con dinamita en la toma de poblados, métodos nuevos característicos de la actividad militar de la guerrilla, el mismo mes el mundo se estremeció con un error del ELN, quien en el pueblo de Machuca, Antioquia, voló un tramo del oleoducto que calcinó 70 pobladores y en la tercera semana de noviembre, se da inicio a una guerra antes no presentada, la guerra paramilitares-guerrilla, con la muerte en el sur de Bolívar y el Urabá antioqueño de 30 paramilitares por las FARC.   Esta es una descripción breve de algunos hechos que se presentaron antes del inicio de los diálogos en enero 7 de 1999, puede observarse un país en guerra, en todo el territorio nacional.

El periodo comprendido entre enero 7 de 1999 y febrero 20 del 2002, prácticamente tres años de conversaciones,  fue mucho más cruel  y violento, hay quienes piensan que ello se debió a las necesidades de los actores de demostrar poder militar para llegar fuertes y con autoridad a las mesas de negociación, puede ser una explicación válida, lo cierto del caso es que la guerra fue amplia y cruel, verdaderas demostraciones de sangre de todos los actores.

Las operaciones del ejército fueron impresionantes:  durante 1999, primer año del proceso de paz se desarrollaron seis grandes operaciones militares;  durante el 2000 siete, durante el 2001 seis y en el 2002 hasta la salida de Pastrana cuatro.

 El 18 de febrero en Arauquita los militares mataron 50 guerrilleros, una tonelada de explosivos fueron incautados a mediados de este mes por el Batallón de contraguerrilla No 58  en Tame, Arauca.  A principios de marzo de 1999 el ejército propinó duros golpes a las FARC asesinando varios comandantes:  murió el jefe del Frente 54, Jaime Nel Lombano,  el jefe del bloque occidental Miguel Angel Pascuas, el segundo al mando del sexto frente “Oscar” y el segundo encargado de las finanzas del frente 47 “Delfín”, en San Juan de Sumapaz cayó el comandante del frente 51, Vladimir Gonzáles Obregón. “Miller Perdómo”  y capturado el “zarco” segundo comandante del frente 53.  A finales del mes de marzo en los operativos militares en el Cañón de la Llorona murieron 70 guerrilleros en un enfrentamiento con varios frentes de las FARC; explosivos, armamentos y municiones fueron retenidos por brigadas en diversas regiones del país.

Estos éxitos militares fueron opacados por los escándalos a principios de Abril por el retiro por orden presidencial de los generales Rito Alejo Del río y Fernando Millán por tener relaciones con los paramilitares y participar en su organización en Urabá y Santander. En mayo fue señalado por la fiscalía el coronel  Jaime Alberto Uscategui, como responsable por omisión de varios asesinatos paramilitares, otro escándalo que desprestigió la actividad de las fuerzas armadas.

Otra operación contundente fue la desplegada por el ejército en Hato Corozal (Casanare), donde cayeron 50 guerrilleros de las FARC en los primeros días del mes de septiembre, entre los muertos se encontraba “Rogelio”, segundo comandante del X frente y “Robledo” otro jefe importante.  Hasta el momento desde iniciado el gobierno de Pastrana el ejército daba cuenta de  10 grandes operaciones militares que la revista semana de septiembre 6 describía así:

01-nov-98
12-mar-99

17-marz-99
18-mar-99
18-mar-99
15-may-99
28-jun-99
11-jul-99


12-jul-99


01-sep-99
Nov-99

Mitú-Guaviare(Vaupés)
San Juán de Sumapaz (Cundinamarca)
Mutatá y Dabeiba
Arauquita (Arauca)
Guachetá (Cundinamarca)
Toribío (Cauca)
Iquira (Huila)
Pto. Lleras (Meta) y Puerto Rico (Caquetá)

Doncello-Pto. Rico (Caquetá)

Hato Corozal (Casanare)
Puerto Inírida
300 guerrileros
caen Miller Perdomo y Silvio Villegas
50 guerrilleros
102 guerrilleros
Jaime Noel Lombaba
20 guerrilleros
16 guerrilleros

183 guerrilleros

57 guerrilleros


47 guerrilleros
70 guerrilleros

Los grandes éxitos militares tuvieron un despliegue de envergadura en los medios de comunicación que mostraban decenas de cadáveres de guerrilleros abatidos en una estrategia propagandística consistente en mostrar los insurgentes dados de baja, para corroborar los triunfos.  1999 se cerró con fuertes golpes en Puerto Inírida a las guerrillas de las Farc que perdieron numerosos militantes en una amplia guerra fluvial del ejército.

Como puede observarse la estrategia de diálogo en medio de la guerra no fue muy positiva para el primer año de conversaciones, en el cual no se llegó a ningún acuerdo de importancia, como sucedió durante todo el proceso.  La guerrilla por su parte no se quedó atrás en su operatividad; los enfrentamientos entre ejército, guerrilleros y paramilitares fueron característicos y con intensidad en las zonas fronterizas,  durante febrero el escenario fue la frontera con Ecuador y Perú que soportó una guerra entre más de 20 frentes de las FARC, los paramilitares y el ejército, lo que obligó al despliegue de 5.000 militares ecuatorianos, también aumentó la conflictividad en la frontera con Venezuela donde la guerrilla ejerció amplia presión.

El mismo mes fue la ciudad de Barrancabermeja el escenario de guerra más fuerte, el enfrentamiento entre el  norte y suroriente en donde hay presencia amplia de todos lo grupos guerrilleros y la otra la del sector de la refinería y el comercial donde dominan los paramilitares.  Los enfrentamientos fueron constantes ya que esta ciudad representa uno de los puntos de mayor conflictividad del país;  a principios de marzo fueron asesinados por el frente 45 de las FARC tres estadounidenses indigenistas en la frontera entre Colombia y Venezuela en la zona del Arauca, este hecho conmovió a la comunidad internacional, a mediados de Abril el ELN secuestró un avión de Avianca que cubría la ruta entre Bogotá y Bucaramanga, lo llevó al corregimiento de Los Sábalos en el sur de Bolivar, 31 ocupantes fueron retenidos, liberaron ancianos y niños.  Fue un hecho que impacto inclusive a la comunidad internacional ya que hacía muchos años no se veía este tipo de operativos militares; A mediados de abril las FARC asesinan 19 soldados en el cañón de La Llorona, Urabá antioqueño luego de dinamitar un puente y a principios de junio es nuevamente el ELN el encargado de dar un golpe publicitario y de fuerza, al retener en un operativo espectacular un numero considerable de ciudadanos que se encontraban en la iglesia de La María en Cali recibiendo la misa de los domingos, los guerrilleros los engañaron haciéndoles creer que eran del ejército y convenciéndolos de subirse a un furgón; fue un operativo impactante que nuevamente llamó la atención de la comunidad internacional por la cantidad de ciudadanos retenidos: las FARC no se quedaron atrás en materia de presión militar, a principios de septiembre ocuparon la hidroeléctrica de Anchicayá en el Valle del Cauca y retuvieron a 200 empleados, solicitaban que fueran reducidas las tarifas de los servicios públicos en un 30%, los guerrileros se quedaron por varios días desafiando al ejército.  Antes, a finales de junio las FARC mataron en el nudo del Paramillo 35 soldados y las ofensivas militares más fuertes se vivieron a mediados de julio en los pueblos aledaños a Bogotá, en Gutierrez cayeron 37 militares y la ofensiva se extendió a pueblos como Puerto Lleras, Doncello, Arauquita, San Carlos (Antioquia), Toledo, Labateca, Hato Corozal, San José del Guaviare, El Líbano, Mesitas del Colegio, Boquerón, Tibacuy, Algeciras, Santa Ana, Puerto Caycedo y Puerto Rico; en Florencia fueron retenidas decenas de personas y fue bloqueada la carretera Pasto-Mocoa.  En el mes de Agosto de se inicia una metodología muerta desde la época de Pablo escobar, la de los carro-bomba, uno de estos explotó  a principios de agosto en Medellín frente a las instalaciones del Gaula rural dejando 10 personas muertas y más de treinta heridos en momentos de festividades; también se presentó la toma del municipio de Nariño en Antioquia el 30 de julio por el frente 47 donde se utilizaron pipas de gas con dinamita y fueron asesinados 34 policías y civiles.  Otro carro-bomba estalló a mediados de noviembre en Bogotá en la avenida Pepe Sierra, durante este mes los ataque a poblados fueron constantes:  Villarica, Prado, Dolóres en el Tolima y Puerto Inírida en los llanos orientales.  Durante el mes de diciembre se repitió lo mismo, 14 ataques a poblaciones, 13 asedios que afectaron 7 departamentos y voladas 200 torres de energía, alrededor de 50 ciudadanos perdieron la vida.

Los operativos paramilitares se caracterizaron por la crueldad, a principios de febrero fueron asesinados cuatro miembros del Instituto Popular de Capacitación (IPC)  en Medellín que laboraban como investigadores sociales, Jairo Bedoya, Jorge Salazar, Claudia Tamayo y Olga Rodas, también Everardo Puerta y Julio Gonzáles, miembros del Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, lo que denota la persistente persecución por ideas de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia), a finales de mayo fue secuestrada Piedad Córdoba, en el Poblado en Medellín en operación osada de los paramilitares que conmovió al congreso nacional y el 13 de agosto fue asesinado por las AUC el humorista Jaime Garzón en Bogotá, hecho de enormes proporciones ya que significaba una figura nacional muy importante y que generó enormes desfiles en todas las ciudades. En el mes de noviembre se vivió una verdadera guerra silenciosa en la que se asesinaron soldados y guerrilleros vestidos de civil en buses de servicio público. 

Lógicamente el conflicto armado tuvo proporciones más enormes, pero esta descripción nos sirve para entender que realmente lo que tenía Andrés Pastrana para afrontar el problema de la violencia no era una política de paz, sino de guerra, fue demasiado escandaloso para un proceso de paz que apenas se iniciaba; esta guerra tan agitada en donde hay de todo fue la que sepultó el proceso de paz, es cierto el hecho de que si en el primer año, 1999 no se llegó a ningún acuerdo y predominó el desangre en toda la geografía nacional es lógico que en los demás años no existía posibilidad alguna de llegar a acuerdos, lo increíble de todo es que los actores que dialogaban en El Caguán no hacían un balance de este desangre lo que significó la persistencia de una insensibilidad clara frente al triunfo del proceso. 

B.  EL GRADO DE VIOLENCIA DURANTE EL 2000

Con estos antecedentes, es lógico que el año 2000 sería peor para las posibilidades de la paz, los enormes operativos del ejército cobijaban por primera vez la lucha frontal contra los paramilitares, en julio fue capturado “terror” cabecilla del frente Nare de las AUC y en agosto fue liberado el periodista Guillermo Cortés, este mismo mes fueron destituidos seis oficiales por escándalos de corrupción; sin embargo, a finales de agosto son asesinados seis niños de una escuela rural del municipio de Pueblo Rico (Antioquia) en una acción equivocada del ejército que los confundió con guerrilleros, la más destacada fue la Operación “Libertad” en el parque de los farallones de Cali, la tercera brigada liberó 25 personas secuestradas por el ELN en el kilómetro 18, en la vía Cali-Buenaventura, matando 13 guerrilleros y capturando 25 .    Otra operación de importancia “Aniquilador II” en Sumapaz (Cundinamarca) en el mes de octubre, dieron como resultado la destrucción de 18 campamentos, la muerte de “Dumar” comandante del frente 55 y otros 18 guerrilleros más. En diciembre en Santander, fueron aniquilados 73 guerrilleros de la columna móvil “Arturo Ruiz”, capturados 139 y liberados 3 secuestrados.

La insurgencia armada desarrolló una operatividad muy parecida a la del año anterior, a mediados de febrero, el ELN desató una oleada de voladuras de torres de energía, en Tunjuelito al sur de Bogotá, en Antioquia, Cali y barrancabermeja, fue bloquea la vía Medellín-Bogotá y otras cinco más con un saldo de 2.000 retenidos y ocho vehículos incinerados.  A principios de abril fue atacada la población antioqueña de Vigía del Fuerte, en donde fueron asesinados 20 policías, también estallaron carro-bombas en Anapoima, Girardot y Cachipay, en el mes de mayo Jorge Briceño dio a conocer la ley 002 sobre la tributación a las FARC, en ella se estableció que todas aquellas personas naturales o jurídicas que poseyeran un patrimonio superior al millón de dólares deberían pagar un impuesto a las FARC, el 8 de mayo estalló una guerra entre paramilitares y guerrilleros en la cárcel modelo que culminó en la muerte de 25 presos.


Los ataques a poblados y estaciones de policía fueron constantes, de enero a julio 31 se contabilizaron 251 acciones con 140 policías muertos, 180 heridos y 17 retenidos, se contabilizaron 48 muertes de civiles y 143 heridos, las tomas más cruentas fueron la de Vigía del Fuerte el 25 de marzo por las FARC, con 36 muertos, 10 heridos y siete agentes retenidos, los sectores aledaños a la estación derrumbados y las de el 15 de julio en Roncesvalles (Tolima) donde fueron asesinados 13 policías por las FARC y destruido el centro de la ciudad, el 29 de julio murieron 14 policías durante la toma de Arboledas (Caldas) y vuelto añicos el centro del pueblo.

 El 25 de septiembre se sucede un secuestro masivo de personas por el ELN en la vía Cali Buenaventura, en total fueron 90 ciudadanos, un número considerable;  de todos los escándalos relacionados con la operatividad de la guerrilla hay que destacar uno que fue en realidad ejecutado por miembros de la extrema derecha y endilgado en una amplia actividad propagandística a la guerrilla en una clara demostración de hasta donde son capaces de llegar los enemigos de la paz, en la tercera semana de mayo a la señora Elvia Cortés de Pachón de 53 años le fue colocado un collar bomba y dejada a orillas de la carretera circunvalar de Chiquinquirá, el collar explotó frente a la cámara de televisión y la responsabilidad del acto se la endilgaron a las FARC, se demostró posteriormente que no fueron ellos.  Los hechos de más envergadura en el dos mil, ocurrieron durante la segunda semana de octubre en el municipio de Dabeiba en Antioquia, en donde cuatrocientos guerrilleros destruyeron el centro de la población, derribaron un helicóptero Blackhaw asesinando 22 militares, a su vez en los mismos hechos emboscaron una compañía que llegó a prestar auxilio aniquilando 32 miembros de la contraguerrilla, sin duda el golpe más grande al ejército durante el gobierno de Pastrana en plena discusión sobre como llegar a acuerdos de paz.  También fue  destruida la población de Bagadó en el Chocó, donde fueron retenidos 32 pobladores.


Los paramilitares por su parte, además de asesinatos selectivos y masacres, se dedicaron al sabotaje de los acuerdos de paz entre el  ELN y Pastrana, a finales de julio, cuando se vislumbraban las posibilidades de un acuerdo las AUC desataron una ofensiva sobre el sur de Bolívar, precisamente en los sitios donde se acordaría una zona de despeje.  El 24 de julio se tomaron Vallecito, sitio de negociaciones entre Gabino jefe del ELN y el alto comisionado para la paz; San Pablo, Cantagallo y Yondó fueron los pueblos tomados por las AUC, precisamente los solicitados como zona de despeje.  Durante la masacre de El Salado en Bolívar, en el mes de febrero los paramilitares bailaron vallenato mientras asesinaban a sus víctimas a machetazos en el parque del pueblo, allí mataron a una niña de seis años y la asfixiaron con una bolsa después de amarrarla a una estaca. Pero también las masacres se repitieron constantemente en el Putumayo como respuesta al paro armado decretado por las FARC en octubre; el 29 de septiembre ejecutaron una masacre de varias  personas en La Dorada, cerca de La Hormiga y fueron constantes los linchamientos selectivos.  El 22 de noviembre en Ciénaga grande, asesinaron 50 personas, 13 de ellas en el corregimiento de Nueva Venecia a la salida de la Iglesia; hubo masacres en el Cauca en donde asesinaron en una de ellas a 11 personas; el último trimestre de este año estremeció a la comunidad internacional por la crueldad de las masacres y el número de víctimas provocadas por las AUC.


C.  LA GUERRA EN EL 2001

Si en el 2000 tampoco se llegó a ningún acuerdo, este año sería crítico para el proceso de paz, el pasado de enfrentamiento rebosó la copa, la crisis de credibilidad en las negociaciones se hizo notoria sobre todo en el segundo semestre, aunque la crisis ya era clara desde finales del 2000, en la revista semana de diciembre 25 del 2000, página 13 hay una página entera contra la zona de distensión titulada “Master –FARC” haciendo alusión a una prestigiosa tarjeta de crédito, se asemeja la zona como un área de delincuentes y de impunidad, lo que abiertamente muestra la desconfianza con respecto a los diálogos de paz.

Hubo grandes operaciones militares en el transcurso de este año; La Operación “Gato negro”, cobijó los departamentos de Guainía, Guaviare y Vichada y se desarrolló en el mes de marzo por la cuarta división, en esta se localizaron y destruyeron 65 laboratorios y 32 campamentos, el ejercito liquidó 14 guerrilleros y 65 más fueron capturados entre ellos “Fernandinho”, el más importante capo del Brasil; entre mayo y junio se desarrolló la operación “Bolívar” en el Magdalena Medio por la quinta brigada y con ella se destruyeron 36 laboratorios y fueron liquidados 31 miembros de las AUC, a principios de mayo fueron capturados 60 paramilitares acusados de la masacre de El Naya, sitio ubicado entre los departamentos de Cauca y Nariño durante la “Operación dignidad”; en agosto fueron capturados tres irlandeses que supuestamente asesoraban a las FARC en el manejo y fabricación de explosivos lo que generó otro escándalo entorno al proceso de paz; ese mismo mes fue acribillado por el ejército Urías Cuellar jefe de las FARC. En Mapiripán, Meta.  A principios de junio del 2001 los comandantes militares anunciaron su decisión de prepararse para la guerra, el ministro de defensa Luis Fernando Ramírez fue el promotor de la reestructuración de las Fuerzas Armadas y la reforzó el nuevo ministro Gustavo Bell, no solo se manejan más amplios recursos, ocho billones de pesos, sino que se anuncia la fortaleza de la inteligencia militar, nuevas unidades tácticas como el FUDRA, fuerza de despliegue rápido, con 5.000 hombres, cuatro nuevas brigadas móviles de 2.500 hombres, cada una, operaciones coordinadas entre la fuerza aérea, la armada y el ejército, inmersión de civiles en la guerra, nueva brigada fluvial, Brigada antinarcóticos de tres batallones más, helicópteros de transporte que sumaban en total 126 en 1998 y 223 en 2001, 5 aviones fantasma, nuevos helicópteros de combate que pasaron de 18 en 1998 a 30 en el 2001, más fusiles Galil, que en 1998 eran 120.000 y en el 2001 180.000; es evidente que este avance del armamentismo en medio de los diálogos de paz generó enormes desconfianzas entre los miembros de la guerrilla sorprendidos porque en realidad los hechos de paz planteados por el presidente eran realmente hechos de guerra, producto de la estrategia de diálogo en medio de la guerra lo que hizo de los diálogos del Caguán algo inoficioso condenado a perecer.

En el otro polo, el de la guerrilla, la operatividad fue intensa; el 29 de diciembre del 2000 aniquilaron a Diego Turbay Cote Presidente de la Comisión de Paz de la Cámara, en la carretera entre Florencia y Puerto Rico (Caquetá) acribillaron además a su madre y a los guardaespaldas, un duro golpe al Partido Liberal en la región, por lo que la llegada del 2001 fue de amplia desconfianza; el 15 de enero estalló un carro-bomba en el Centro comercial El Tesoro de Medellín que dejó como saldo un muerto y 53 heridos, no fueron los guerrilleros, pero es prueba del grado de violencia con que recibió Colombia el 2001.  Los primeros días de febrero el país se estremeció con una masacre en el parque nacional de El Puracé; nueve excursionistas fueron fusilados por las FARC, ecologistas que paseaban y que generó amplio repudio en la Capital de la República desde donde se habían desplazado; la guerra se aceleró a principios de marzo en la Sierra Nevada de Santa Martha, en donde los enfrentamientos guerrilla, militares y paramilitares fueron constantes, en abril se conoció la toma del municipio de Tarazá en Antioquia  donde fueron quemados 20 establecimientos comerciales y asesinadas 20 personas; los carro-bombas volvieron a estallar  a mediados de mayo en Cali con 36 heridos, en Medellín donde hubo 9 muertos y 137 heridos, también en Bogotá, donde el saldo fue de 4 muertos y 37 heridos; Mayo fue el mes de los carro-bmbas, seis en total en todo el país;  a finales de julio las FARC secuestran en el edificio Miraflores en pleno centro de Neiva  15 personas que según los medios de comunicación fueron trasladados a la zona de distensión y a finales de septiembre fue asesinada Consuelo Araujo Noguera, exministra de Pastrana en la Sierra Nevada de Santa Martha, otra destacada cacica de la Costa Atlántica lo que generó antipatía con el proceso de paz y un enfrentamiento agudo entre los congresistas y las FARC.  El mes más delicado fue octubre, sobre todo para el Putumayo en donde las FARC decretaron un paro armado que se extendió hasta finales de mes; esto paralizó todo el sur del país y completamente al departamento en mención donde los alimentos escasearon y se incomunicaron los ciudadanos, estos métodos fueron característicos en los dos últimos años de Pastrana; el control de la guerrilla del sur del país fue violento y poderoso y fue uno de sus grandes triunfos militares

Los atentados paramilitares fueron también una constante; el atentado a Wilson Borja dirigente del CUT,  fue la inauguración a principios de enero de una ola de masacres.  El asesinato de líderes sindicales creció vertiginosamente durante el gobierno de Pastrana, en 1998 fueron asesinados 23, en 1999 12 y en el 2000 la cifra ascendió a 112; hubo asesinatos selectivos que aterrorizaron la Universidad del Atlántico en abril a finales del mismo mes la arremetida fue contra la zona de El Naya, en límites entre Cauca y Nariño, con 40 muertos en un solo día y de 125 en varios días; en esta región fueron utilizadas motosierras para amputar manos y abrir estómagos, se lanzaban vivos a hombres desde precipicios, brindis colectivo con champaña encima de los cadáveres y letreros en casas que afirmaban “llegaron las AUC”. En otro pueblo del norte del Valle, los paramilitares llegaron a bañarse con la sangre de sus víctimas, se sabe que se alcoholizan y danzan en momentos de operaciones. A mediados de junio los emberá-katíos, indígenas  de la sierra nevada de Santa Martha fueron agredidos al ser desaparecido uno de sus líderes Kimy Pernía lo que provocó la ira de comunidades indigenistas internacionales que se movilizaron con los emberá en diversas manifestaciones, llegando incluso a desplazarse hasta el frente paramilitar sin ningún resultado; el 11 de julio fue el pueblo de Peque el que presenció la matanza de varios de sus pueblerinos a manos de las AUC, el  saqueo del Banco Agrario y de tiendas.  En los primeros diez días de octubre fueron los buguenses los que presenciaron la más grande masacre de los dos últimos años, 140 civiles muertos en diez días, regueros de cadáveres en diversas veredas como Alaska, tres esquinas y La Habana, zona rural de Buga; el mismo mes fue en Tumaco en donde 150 personas habían caído muertas por los paramilitares en el transcurso del año, más de cuarenta en el solo mes de octubre.

Nadie hizo nada para detener esta orgía de sangre que lógicamente debilitó el proceso de paz, a finales del 2001 los días de la zona de distensión ya estaban contados y tercamente el presidente y los comandantes de la guerrilla insistían en mantenerla bajo una estrategia que siempre fue su cuchillo en el abdomen y que solo fue propagandística, pero totalmente errada.D.  El 2002

La antesala a la ruptura de los diálogos de paz fue trágica, a finales de enero los operativos de la guerrilla se extendieron a toda la geografía nacional:  fueron voladas torres de energía que dejaron el Meta sin luz, también cayeron torres y puentes en Cundinamarca, Casanare, Antioquia, Tolima y Huila, en Usme y cinco municipios más en las cercanías a Bogotá; fueron colocadas bombas en el aeropuerto de Garzón (Huila), fue atacada la policía en Valle, Cauca, Chocó y Curillo (Caquetá) y se atentó contra el sistema de Chingaza que abastece de agua a la Capital, explotó una bicicleta bomba en el sur de Bogotá que dejó una niña muerta y cuatro policías y muchos heridos.

El 20 de febrero del 2002 se produce la ruptura de los diálogos de paz por el secuestro del avión HK 3951 por un comando del frente Teófilo Forero en Neiva el cual llevaba al presidente de la comisión de paz del Senado Jorge Eduardo Gechem Turbay y fue obligado a aterrizar en el municipio de El Hobo, en el Huila, ese mismo día hubo atentados a puentes y destrucción de infraestructura y con ello el Presidente en un discurso televisivo dio por terminados los diálogos del Caguán, subsecuentemente vino la operación Tanatos del ejército para recuperar la zona de distensión donde murieron 119 guerrilleros, se capturaron 181 y se desmanrtelaron75 campamentos; el país lógicamente creyó que el transitó de la paz a la guerra era un hecho, lo que desmentimos en todo lo que hemos repasado en el presente ensayo, el lector puede vislumbrar atentados de la guerrilla mucho más complejos que el simple secuestro de un avión. 

Hay que decir que luego de la operación Tanatos la guerra en Colombia no ha tenido más envergadura que la que tuvo antes, dos grandes operativos del ejército el “Juán del Corral” en Sonsón (Antioquia) donde aniquilaron 18 miembros de las AUC y 11 capturados y “Justiciero” en Oporapa (Huila) donde se aniquilaron 32 guerrilleros y se capturaron 13.



Las FARC respondieron en las ciudades, en Villavicencio, Bogotá y Cali explotaron bombas que dejaron varias decenas de muertos, el acto del cadáver bomba que estalló en Bogotá es una muestra de la inhumanidad a que conlleva la polarización en la guerra y la más osada y burlesca fue el secuestro de 11 diputados de la asamblea del valle en pleno centro de Cali por guerrilleros disfrazados de soldados, el operativo fue filmado por la televisión y recorrió el mundo; el 2 de mayo del 2002 en combates entre paramilitares y FARC se produce una masacre en Bojayá (o Bellavista) en el Chocó, cuando una pipeta de gas destruyó la Iglesia en donde se refugiaban numerosas personas que huían de los combates, 117 muertos, 47 niños y 114 heridos, comparable solo con la matanza de Buga; a finales de mayo la comunidad internacional conoce los enfrentamientos entre guerrilla y ejército en la zona centro-occidental de Medellín, la Operación Mariscal  contra milicias guerrilleras colocó a la sociedad civil en el fuego cruzado lo que dejó como resultado 9 muertos y 35 heridos; desde el mes de junio, específicamente el día 5 el asesinato de el Alcalde de La Solita (caquetá) Luis Carlos Caro, fue el  inicio de una inmensa operación en la que las FARC amenazaron a toda la clase política del país y sus funcionarios, se vieron afectados 200 municipios en forma directa, las FARC cumplieron sus amenazas ya que han caído muchos dirigentes locales; ello revivió el viejo método de las recompensas característico de los gobiernos liberales anteriores, esta vez en mayor cuantía, 2 millones de dólares por cada miembro del Estado mayor.

Ha sido la clase política la más perjudicada desde el fin de los acuerdos de El Caguán, la operatividad guerrillera enfiló sus baterías a secuestrar y dar de baja funcionarios y representantes del poder local y regional, lo que ha desintegrado la vida normal de muchos municipios del país en otro claro triunfo militar de la guerrilla. Sobra advertir de nuevo que este es solo un resumen de los actos más violentos que se presentaron, las tomas de poblaciones son más numerosas, también las masacres y las operaciones del ejército, pero creo que con esto basta para demostrar que la política de paz de Pastrana fue una política de guerra desde sus inicios y por lógica ese imaginario sobre la zona de distensión sale de la mentalidad del lector en el momento de leer este ensayo,  ello refuerza la idea de luchar por una negociación política basada en un nuevo esquema que definitivamente desvirtúe la guerra; las treguas bilaterales son la opción más eficiente para crear espacios de diálogo mediatizados por un plan de paz que obtengan resultados.

Algo que tenemos que tener muy presente, es que toda esta cantidad de operativos de los diversos actores generaron muchos momentos de conmoción nacional e internacional que provocaron inconformidades muy grandes frente al proceso de paz; los más descabellados asesinatos que dieron lugar a las enormes marchas de protesta; las más atroces masacres que generaron terror y miedo en mucha población desplazada; los atentados a la infraestructura nacional que aislaron bastantes pobladores y las operaciones militares que también aterran y causan pánico, moldearon una conciencia despectiva frente al proceso de paz que fue canalizada por los enemigos de una salida negociada que finalmente se apoderaron del Estado y terminaron controlando la forma y el sentido de las propuestas para el conflicto armado, basadas lógicamente en una propuesta militarista.  En cada acto de los actores de la guerra presenciamos unos medios de comunicación que afanosamente se dedicaron a crear una actitud de desconfianza frente al proceso, lógicamente movidos por los intereses de sus propietarios alineados en la mentalidad de la extrema derecha que buscaba desprestigiar el proceso; la contribución de los medios de comunicación a la salida negociada fue nula, se preocuparon fundamentalmente por los hechos de guerra, cubrir los grandes operativos, pero en sus objetivos invisibles se notó claramente una actitud en contra del proceso de paz.


1.     LOS OBSTACULOS AL PROCESO DE PAZ


A.   EL PRINCIPIO GAVIRISTA DE NEGOCIAR EN MEDIO DE LA GUERRA


Estos objetivos del presidente Pastrana retóricamente son de mucha trascendencia para afrontar un proceso de paz, pero se dificulta seriamente realizarlos cuando no se tiene claro el fundamento conceptual del proyecto de construir la paz.  A mi juicio el priorizar los HECHOS DE PAZ antes que la retórica sobre la paz, llevo a una estrategia limitada en cuanto a definición teórica que culminó apoyándose en viejos principios liberales de la época de Gaviria que terminaron convirtiendo el proceso en un desastre.  En su tiempo, advertí que la política de dialogar en medio de la guerra era la piedra en el zapato de la búsqueda de la paz;  imaginémonos dos individuos dándose golpes en un parque prometiendo a la vez  hablar sobre como parar la pelea, lanzándose fuertes golpes que revientan sus caras, no pararan de darse, sencillamente eso fue lo que ocurrió con la política de paz, mientras se dialogaba los operativos del ejercito mataban comandantes de las FARC y del ELN, decenas de guerrilleros caían en combates o las masacres paramilitares asesinaban habitantes de sus zonas de influencia y a su vez los operativos de las guerrillas mataban decenas de policías, dejaban bastas regiones sin luz o tumbaban puentes y castigaban con dureza la clase política:  ajusticiamientos o secuestros.  Esto que describo es poco, pero es suficiente para entender la miopía del Presidente para planificar su política de paz, recalco que hacer no basta, hay que planificar como hacer para lograr una solución exitosa.  Algunas revistas señalan que de lo que se trató con ello fue de imitar el modelo de negociación entre vietnamitas y norteamericanos durante la guerra, una relación invasor-invadido no es igual a una relación explotador-explotado y el modelo de negociación tenía que ser otro.

Esta estrategia gavirista da a entender que ambos polos no estaban en disposición real de solucionar el conflicto armado colombiano, sino de utilizar un momento de esparcimiento y tranquilidad para hacerse más fuertes y en segundo lugar distraer una opinión pública que esperanzada en la paz, se aburrió de treinta y cinco años de guerra, había que crear un imaginario colectivo que no desesperara a una sociedad indiferente que definitivamente no toma partido por ninguno de los dos polos; el crecimiento de los frentes guerrilleros durante el cuatrenio de Pastrana fue del 100%, igual el de las tropas gubernamentales, mientras que el número de efectivos paramilitares fue del 300%, la cantidad de armas tuvo idénticas condiciones de crecimiento, el número de muertos en masacres y asesinatos selectivos fue mayor que en los dos cuatrenios anteriores, ello prueba que el principio “si quieres la paz, prepárate para la guerra” propio de la época de la guerra fría, aún determina la mentalidad de los actores del conflicto y da a entender que todos creen en su propia victoria militar, lo que hace más compleja la solución del problema.

B.  EL PRINCIPIO BELISARISTA DE CONCEBIR LA PAZ COMO UNA ESTRATEGIA PARA DESLEGITIMAR AL ADVERSARIO

El discurso del presidente Pastrana el 20 de febrero del 2002, para anunciar el fin de la zona de distensión y los diálogos con las FARC, expresa en uno de sus apartes las verdaderas intenciones del gobernante con el impulso de las conversaciones:  dejar en claro que los guerrilleros no quieren la paz, que son simples terroristas sin ningún objetivo político para rescatar la credibilidad en el Estado de derecho y en sus instituciones, palabras casi parecidas al discurso pronunciado por el expresidente Belisario Betancur al finalizar su mandato y con las cuales justificaba los acuerdos de La Uribe.

Esta declaración de Pastrana expresa claramente la intención de las elites gobernates colombianas de manipular el lenguaje de la paz no con intenciones honestas sino con la clara meta de imponerse sobre su contrincante y es un ejemplo para los analistas de que difícilmente un país con un mandatario que piense desde estas intenciones puede sacar adelante un proceso.  Y es que el manoseo psíquico  que la dupla medios de comunicación-gobierno desplegaron sobre el ciudadano fue notable y se palpó en la misma caracterización que desplegaron de la zona de distensión, la cual tildaron como un antro delincuencial desde donde se planificaba y organizaba toda la actividad militar de la guerrilla:  desde el entrenamiento de tropas para atacar poblaciones cercanas, un escondite ante el acoso del ejército, sitio para guardar secuestrados, centro de negocios del narcotráfico, sitio de recepción de armas, área de procesamiento de drogas, etc.  Es claro palpar en las lecturas que se hacen en las revistas y periódicos la intención de desplegar un malestar hacia la zona  a través de los más diversos ardides como endilgar el traslado de los secuestrados del edificio de miraflores en Neiva hacia ella, acusar los guerrilleros que se tomaban las poblaciones cercanas a los limites de las zonas de haber partido de allí entre otras.

Es que una de las grandes confusiones que surgieron con la política de negociar en medio de la guerra, era precisamente la de no entender como las FARC no podían planear la guerra en la que estaban desde el sitio de asentamiento de los comandantes miembros del Estado Mayor, puesto que queda claro que ejércitos como estos tienen mandos nacionales que orientan los operativos militares; la falta de organización de un proceso de paz adecuado llevó al proyecto de Pastrana a contradicciones tan grandes como la de tener que negociar con un Estado Mayor que debía organizar la guerra y la paz al mismo tiempo o de unos mandatarios nacionales que a la vez que eran voceros de la paz, tenían que determinar acciones de guerra y lo claro para el caso colombiano es que es indispensable construir procesos definidos o por la paz o por la guerra.  La presión de los altos mandos militares y de los paramilitares sobre la zona de distensión también fue constante, no solo se desplegaron tropas de estos dos actores enemigos de la guerrilla sino que desde sus entrevistas y discursos se notó el enorme interés en dar por finalizada la zona de distensión, lo que dejó claro que faltó aún dentro del propio establecimiento identidad con el proceso.

En los próximos experimentos, queda claro entonces que se hace plenamente necesaria una actitud transparente frente a la paz o lo que llamamos diálogos honestos sin intensiones ocultas que permitan resultados más eficaces, este es quizá el elemento de mayor trascendencia.  En este proceso se notaron visiones que partieron del criterio de que era necesario liquidar la zona de distensión, arremeter en la guerra para obligar en la derrota militar de la guerrilla a negociar la paz bajo las condiciones del gobierno, posición que a mi juicio sirvió para desmotivar a buena parte de la opinión pública que se formó una idea ilusoria de que era posible la derrota de la guerrilla, demostrándose con los hechos posteriores al veinte de febrero que esta visión es falsa y peligrosa por que a diferencia de la guerrilla peruana de Sendero Luminoso, la capacidad militar de la insurgencia y la base social de apoyo la hacen invencible; solo queda querámoslo o no iniciar otro proceso más organizado, coherente y planificado, no pre-planeado para arreciar contra el oponente y deslegitimarlo sino para entablar negociaciones reales que permitan llegar a una solución efectiva, para ello es necesario que pasen los años, la guerra y los políticos, ya que una de las grandes falencias en Colombia para lograr la paz es que no existe una clase dirigente preparada para hacer de la paz una realidad, con los años la crisis de credibilidad, el empobrecimiento de los ciudadanos y la crisis económica que se avecina terminará convenciendo a elector de apoyar otros líderes, de renovar la clase política por dirigentes capaces, porque estos, los que tenemos ahora nos han llevado al colapso, como llevó al despeñadero el Peronismo y la Unión Cívica Radical a los argentinos, quienes hoy comiendo muchos de ellos rata, gato, perros, sapos y viviendo de las basuras añoran no haber enfrentado en la década del noventa esa casta neoliberal corrupta, despilfarradora y depredadora del erario público y endeudadora que los subdesarrolló; en nada se diferencia la clase política de hoy en Colombia a esta casta apátrida argentina, por ello es difícil que en los próximos diez años se reviva la discusión sobre la paz en Colombia, vuelvo y recalco mientras no haya relevo generacional de los políticos corruptos de hoy, por verdaderos dirigentes.

¿Perdieron las FARC-EP con la estrategia de Pastrana? Yo creo que sí, una de las más fuertes influencias de la población antes de los diálogos de paz se encontraba en los cinco municipios de la zona de despeje, a San Vicente del Caguán se  le denominaba el santuario de las FARC, Pastrana y la cúpula militar estaban enterados que había que aislar políticamente a la insurgencia de su base social y utilizaron el proceso de paz para ello, de eso no se dieron cuenta las FARC, que vieron como por primera vez un presidente de la república visitaba un municipio de influencia guerrillera, andaba por sus calle y amanecía en el, como izaba el pabellón nacional en el Batallón Cazadores y como en un acto masivo en las propias barbas de las FARC, celebraba una supuesta derrota política con un pueblo que antes del 9 de enero de 1999 le pertenecía políticamente a la guerrilla, hubo claras intensiones del Gobierno de desbaratar a través de los diálogos, una simpatía que desde 1987 cuando se presentó la peor masacre de soldados por el frente 14, se había convertido en la mejor de las influencias de su opositor armado para mantener una hegemonía sobre la zona, que resquebrajó sin lugar a dudas con los procesos de paz.


C.  EL CANJE:  GUERRILLA SIN TITULO DE BELIGERANCIA


El punto de mayor discusión fue el canje de guerrilleros por soldados, desde los inicios del gobierno de Pastrana se contempló esa posibilidad y aún hasta el final, incluyendo el último día, ya tarde, Pastrana planteó la posibilidad de unas negociaciones entorno a los prisioneros de guerra de uno u otro bando, uno de los grandes anhelos para su despedida fue conseguir la liberación de todos los retenidos, iniciativa tomada fuera de los límites del tiempo más con intereses publicitarios.

El mes de septiembre de 1998 fue de amplia discusión y ella se inició con fundamento la segunda quincena de enero de 1999 luego de firmados los pactos de El Caguán y el inicio de la zona de distensión., siempre se presentaron excusas para boicotear la idea de un intercambio humanitario, cuyo antecedente más inmediato fue el de la liberación en la década del noventa de integrantes del grupo JEGA presos, como condición para liberar al hermano del expresidente César Gaviria Trujillo, secuestrado por este grupo armado. Otras entregas unilaterales de prisioneros de guerra fueron hechas por las FARC durante el gobierno de Samper en acto público Joaquín Gómez entregó policías hechos prisioneros durante la toma de la base de Las Delicias en el Meta y a principios de enero del 2001 el ELN liberó 42 soldados y policías en gesto de buena voluntad sin retribución de preso suyo alguno y para presionar una Convención Nacional como parte de los procesos de diálogo;  a principios de julio del 2001 se presentó el único hecho de canje que se conoció durante esta administración y fue la entrega de 304 policías a cambio de 15 guerrilleros en La Macarena con la presencia de miembros de la comunidad internacional: Irán, Irak, Libia y Cuba.

La discusión sobre el Canje fue amplia y ardua y fue la guerrilla quien más puso en este empeño como lo demuestra el intercambio tan desigual, por cada guerrillero 20 militares.  La actitud del gobierno estuvo salpicada de desconfianzas sobre todo ante la posibilidad de entregarle estatus de beligerancia a la guerrilla que ante la comunidad internacional tiene algunas implicaciones; para luchar contra el canje los gobernantes esgrimieron impedimentos jurídicos que partían del supuesto de que este no era posible ya que no estaba contemplado en la constitución nacional, también argumentos políticos que partieron de considerarlo como una humillación a los guerrilleros y un declive del Estado de derecho; lo cierto del caso, es que si existían herramientas para el intercambio, como la reforma de la ley, aquí el actor fundamental sería el Congreso, pero la ineptitud de este y las contradicciones con la guerrilla por su mayoritaria composición de miembros de la extrema derecha hicieron imposible la aprobación de una ley de canje; la otra la de considerar a los capturados como prisioneros de guerra es reconocida por la comunidad internacional ya que los prisioneros de guerra se pueden canjear;  la aplicación de las normas del derecho internacional humanitario, el cual contempla en el artículo 3 el intercambio de personas privadas de la libertad sin necesidad de reconocer la beligerancia de la insurgencia,; igualmente el presidente puede ser facultado como una adición a la Constitución para canjear personas retenidas por opositores armados; el derecho de gracia es otro instrumento, supone que haya una reforma constitucional y se le reconozca el derecho al presidente de extinguir acciones penales contra insurgentes, reconociéndosele el carácter político a estos; igualmente el indulto contemplado en nuestra constitución, en la ley 418 en su artículo 50; se autoriza la reincorporación de opositores armados mediante la ley 137 que regula los estados de excepción, decretando el estado de conmoción interior o expedir una ley especial para modificar los códigos penales.

Se impuso sin lugar a dudas el criterio político y la falta de una voluntad real para hacer que aquellos ciudadanos víctimas de la guerra gozasen de la libertad; ello prueba que más que una paz honesta lo que se trató con los diálogos del Caguán fue de oxigenar las fuerzas en conflicto y buscar a través de los juegos y estrategias políticas imponerse sobre el opositor, lo que perjudica una salida transparente y justa al conflicto armado colombiano.  Ni en El Salvador, ni en Guatemala, ni aun en Nicaragua donde las contradicciones entre los oponentes eran más hondas, se vio tanto maniqueismo como el que presenciamos en los pasados diálogos de paz.  También anti-humanismo, el 18 de diciembre del 201 murió el niño Andrés Felipe Pérez de una enfermedad terminal, hijo del Cabo Norberto Pérez, muerto en abril del 2002, su hijo quería verlo por última vez y la propuesta de su liberación debió haber sido aceptada por la guerrilla que se negó a ello en una expresión de salvajismo, el mismo que manifestó el gobierno al no considerar una propuesta de las FARC de intercambiar al cabo por un guerrillero, la crueldad también se expresó en un gobierno que se negó a que un guerrillero viera su padre, también enfermo terminal.

  
D.  EL OPORTUNISMO DEL TIO SAM Y LA CRISIS DE LA POLITICA DE PAZ

Los hechos del 11 de septiembre del 2001 en los cuales militantes Talibanes derrumbaron las dos torres gemelas influyó muy ampliamente en la crisis de la política de paz, es más, podemos afirmar que allí se inicia una etapa de declive debido en esencia al vuelco radical, de 360 grados de la política exterior norteamericana, basada desde allí en la lucha a todos los niveles contra lo que los gringos llamaron “terrorismo internacional” definido como la confrontación de todos aquellos agentes enemigos a cualquier nivel de los Estados Unidos.  Se revivieron los viejos principios de la guerra fría que consideraba a cualquier oponente del Tío Sam como un agente de subversión que hay que aniquilar debido a que atenta contra la seguridad interna de los Estados Unidos; los guerrilleros colombianos fueron señalados como terroristas y empezó la lucha contra ellos que partió desde el inicio de la congelación de sus finanzas en el exterior, las solicitudes de extradición, la expulsión de países aliados de los Estados Unidos de embajadores de la insurgencia, el diseño de listas internacionales donde aparecen recompensas por sus líderes, así como el desvío de cantidades enormes de dólares para la inversión en el Plan Colombia, que significó el fortalecimiento de las fuerzas armadas internas, más helicópteros, armamentos, hombres y presupuesto y una mínima inversión en asistencia social a las zonas de conflicto con la intención de ganarse a la sociedad civil y aislar a la guerrilla, al viejo estilo del Plan de Rehabilitación de Belisario Betancurt o el Plan de Lucha contra la Pobreza Absoluta de Virgilio Barco.

Igualmente se niega de plano el estatus político de los guerrilleros y se les asume como narcotraficantes y en su lenguaje más común como narcoterroristas, negando de plano inclusive su carácter de subversivos, osea hombres rebelados contra un orden político.  Es lógico que la nueva concepción de la guerra de George W.  Bush, debilitó profundamente el proceso de paz, ya que se notó en la clase política, los militares y el Presidente una motivación hacia la guerra con posibilidades, para ellos de triunfo por el optimismo que implica tener el apoyo de prácticamente todo el mundo; la posibilidad de ver acorralada a la guerrilla llevó al presidente a recordarles que no tendrían morada en ninguna parte del mundo con la creencia segura de un triunfo militar rápido, es por ello que el discurso guerrerista de Alvaro Uribe Vélez se impone arrolladoramente.  La nueva situación internacional motiva a la clase política a rebelarse contra la guerrilla y a no apoyar ningún tipo de reforma propuesta y a los militares a desarrollar operativos amplios para demostrar poder arrollador frente al gobierno norteamericano,  su ejemplo más patético fue la Operación TANATOS.  Sobra advertir que este factor internacional no es el único, se conjugan otros que tienen que ver son situaciones internas que más adelante desarrollaremos.

E.  LA CRISIS DE  LOS DERECHOS HUMANOS

El Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos en su último reporte contempla un conjunto de cifras importantes con respecto a la situación de los derechos humanos en Colombia; en el transcurso del gobierno del presidente Pastrana Las masacres crecieron ampliamente, de 203 en 1998 a 258 en 1999, 503 en el 2000 y 633 en el 2001, lo que demuestra la delicada situación de un país en el cual la retórica en Derechos Humanos es ya exagerada, decenas de ONGs luchando por los derechos, enriqueciéndose muchas de ellas con las ayudas internacionales y los exabruptos contratos que les otorga el clientelismo y la politiquería regional sin resultados algunos; oficinas ineptas como la Procuraduría y Defensoría del Pueblo contaminadas de politiquería dedicadas a solucionar cosas insignificantes mientras los grupos paramilitares asesinan sin compasión.

Las actitudes inhumanas de los actores del conflicto armado más que indignas es una clara muestra de la demagogia que practican cuando hablan del derecho internacional humanitario;  hemos visto collar bomba que destroza la nuca y vuela en mil pedazos a una campesina como Elvia Cortés desconocedora de la guerra, operación publicitaria de grupos paramilitares de extrema derecha colombiana para atacar el proceso de paz; el asesinato de seis niños en Pueblo Rico (Antioquia) por el ejército confundidos con guerrilleros o los muertos inocentes de la Operación TANATOS que tanto enorgulleció a Pastrana; paramilitares que beben la sangre de los campesinos que ejecutan y lo hacen públicamente, matan con motosierras, destrozando manos y estómagos o celebran con champaña sobre los cuerpos de sus víctimas o se bañan públicamente con la sangre de quienes han ejecutado o pican a machetazos y vivos a sus objetivos militares; guerrilleros que se contagian de esta barbarie característica de la extrema derecha y arman cadáveres bombas como lo hicieron en Bogotá, lanzan pipetas de gas sobre iglesias donde hay civiles que huyen de la guerra (Bojayá), matan extranjeros indigenistas, excursionistas fusilados colectivamente o secuestran niños y ancianos.

Cuando la violencia se contagia de crueldad los actores se deslegitiman y la única salida para que triunfe su proyecto es obligar a través de la muerte a imponerlo, es lo que sucede con la violencia de los actores armados colombianos y es por ello que los procesos de paz también fracasan ya que los actores no gozan de credibilidad ante la opinión pública.  La entrada triunfal del comandante Marcos en México ovacionado por el 80% de los mejicanos el 11 de marzo del 2001, es una prueba contundente que el objetivo de la guerra no es matar por matar, sino buscar a través de los medios menos crueles demostrar que el proyecto político de un actor es el más humano y el mejor para la sociedad; cuando los métodos de la guerrilla se confunden con los de su oponente, es lógico que se asemeja más a el y desaparece su característica de contrario; que la crueldad la practiquen las derechas no es raro, por eso se luchan contra ellas, no solo por construir tiranías sino por defenderlas con la barbarie más sanguinaria, como lo hicieron en la época de la guerra fría en toda América latina, pero que la practiquen grupos identificados con la simbología ideológica de la izquierda si es preocupante ya que ello le da un norte diferente a lo que se quiere construir, precisamente más parecido a de las tiranías derechistas.

El informe señala además que en 1999 fueron asesinadas por motivos políticos 2062 personas, en el año 2000, 3406 y en el año 2001, 3.366, un aumento continuo de crímenes políticos que nos dan la razón al afirmar que la política de paz de Pastrana fue diseñada para hacer la guerra y no para construir la paz.  El aumento de los homicidios por limpieza social que solo en 2001 quitaron la vida a 773 personas fue otra situación preocupante igual que las desapariciones forzadas que según el informe pasaron de ser 443 en 1999, en el 2000, 732 y en el 2001, 735 cifras que denotan un auge acelerado de la violación de los derechos humanos; solo en el 2001 fueron amenazadas 300.000 personas en Colombia y lo más preocupante es el aumento desmesurado de los atentados contra sindicalistas 60 en el primer semestre del 2002.  Es lógico que unas cifras como las que apreciamos tienen serias incidencias en una discusión sobre la paz, porque  los diálogos no solo los afecta el conflicto armado sino también las políticas del Estado para defender a sus opositores y los enormes escándalos relacionados con los vínculos de agentes estatales en la muerte de sindicalistas y opositores civilistas , como el de los generales Rito Alejo del Río o Uscátegui o la participación de policías en el atentado contra Wilson Borja,  lider de la CUT
o la enorme impunidad, bastan para considerar a los gobernantes como enemigos de la paz y retirarles cualquier respaldo.

Las cifras presentadas por la revista semana en su edición del 6 de mayo del 2002 son mayores, en 1998, 3.403 homicidios políticos, en 1999, 3.913, en el 2000, 6.710 y en el 2001, 5.176, la violencia general tuvo un comportamiento ascendente, el total de muertes violentas fue en 1998, 23.096, en 1999, 24.358, en el 2000, 26.522 y en el 2001, 27.841; el rasgo común fue la impunidad en promedio solo se encontraron los asesinos del 3%, paradójicamente la justicia y seguridad absorbe el 14% del presupuesto nacional.

La forma como actúan los frentes paramilitares sin oponente serio alguno desde el Estado da pie para entender que en materia de solución al conflicto colombiano pesan más las actitudes de guerra que las de paz, por ello Pastrana fracasó, por su bajo interés en enfrentar una extrema derecha agresiva que quiere convertir al opositor en el satanás  que puede ser aniquilado sin compasión y extender este antivalor en la sociedad civil.  La clara experiencia del aniquilamiento de la Unión Patriótica ni siquiera le sirvió al gobierno de Pastrana para entender que antes que nada es importante garantizar la vida del polo opositor que trabaja sin armas ya que si no lo hacen los guerrilleros se ven en la situación de que el diálogo es imposible cuando no se garantiza mínimamente la vida y entiende que la desmovilización es un caballo de troya que busca en esencia desarmarlo para ser ejecutado durante el disfrute de su vida civil como pasó con amnistiados del M-19, el EPL, la Corriente de Renovación Socialista o Guadalupe Salcedo; la discusión sobre la paz en una sociedad en la cual el Estado no garantiza el derecho a la vida es superflua y sin resultados, por el temor que suscitan los escuadrones de la muerte operando a su antojo y en muchos casos con la complacencia de los gobernantes en pueblos y ciudades.

Nunca antes en la historia del conflicto armado se habían presentado grados de desplazamiento tan enormes, se calculan en 308.000 en 1998, año del proceso de paz, 288.000 en 1999, 317.375 en el 2000 y 341.925 en  el 2001 (estas cifras las publicó El Tiempo el 13 de febrero del 2002, página 1-2) pero es evidente que son más, se habla de un millón de desplazados por el conflicto armado y el mayor número desde la época de los acuerdos de la Uribe se presentaron bajo la administración Pastrana; esta enorme cantidad de compatriotas desplazados y desatendidos ha disparado los índices de miseria, que representó bajo este gobierno la cifra más alta.

F.    POLITICA ECONOMICA Y SOCIAL

Más que cualquier otro factor, la forma como fue conducida la Economía y su impacto social influyó con mucha severidad en la ruptura de los acuerdos de paz.  La disminución de la tasa de inflación y la recuperación del sector financiero, los dos grandes triunfos del gobierno Pastranista concuerda con el aumento descabellado de la miseria entre los colombianos y del endeudamiento externo;  buena parte de la estabilidad económica que se notó durante la administración se debe en cierta medida a los 8.000 millones de dólares nuevos que entraron a hacer parte de la deuda externa, el endeudamiento creciente en los departamentos con las subsecuentes secuelas para el futuro económico y por otro lado a la recuperación de los precios del Petróleo, producto primario de exportación que en gran medida salvó las finanzas estatales;  el escándalo sobre corrupción que estalló a principios de enero del  2000 producto del informe de la Comisión de la Verdad que investigó el problema y que dio a conocer el robo de 7.2 billones de pesos en la década del noventa en las más diversas instituciones estatales, para nada sirvió porque en el último semestre del gobierno de Pastrana el Banco Mundial en su informe anual dio a conocer que en Colombia se robaron en el 2001 un billón de pesos, con lo que se concluye que muy probablemente hacia el futuro los escándalos de corrupción durante la administración Pastrana y producto de las investigaciones serán mayores; las reformas tributarias inundaron a los ciudadanos de impuestos, el IVA llegó al 16%, si instituyó el 2 por mil y con ello la intensión del gobierno de reprimir más el ingreso del ciudadano.  Más ajuste fiscal con mayor pobreza puesto que la ineficiencia más fuerte de esta administración se  observó en la baja inversión social, jutificada en la recuperación del eje cafetero sacudido por un terremoto en enero de 1999.  Una reforma tributaria por año a excepción de la fracasada en el 2001 porque la gente no aguantaba más impuestos, desmejoró la imagen de Pastrana, en momentos en los cuales la búsqueda de un proceso de Paz requería abandonar esa vieja teoría burguesa del crecimiento de que un país se desarrolla cuando crece el Producto Interno Bruto y reemplazarla por el principio humano del presidente Hugo Chavez de que un país se desarrolla cuando hay menos gentes sufriendo.

Y es que fue el sufrimiento de la mayoría de la población Colombiana lo que en verdad no convenció ni a la opinión pública por lo escalofriante del avance de la desigualdad social y de las relaciones de Apartheid social en Colombia durante el cuatrenio de Andrés Pastrana.  En el ejemplar de mayo 6 del 2002 de la revista Semana se presenta un objetivo balance de los resultados del gobierno en materia social;  hasta antes de iniciado el gobierno la línea de pobreza se ubicaba en el 39%, en 1999 en el 49% y en el 2002 en el 64%, 27 millones de pobres en el momento de rotos los acuerdos de paz, 9.6 millones indigentes, cifra escandalosa que evidencia que el gobierno exigió hechos de paz, pero su política social fue de hechos de pobreza; la pobreza desatada por el desplazamiento presentó en muchos casos una población africanizada sin posibilidades alimentarias y abandonada, un mayor número de niños en primaria y secundaria abandonando sus estudios, solo entre el 200 y el 2001,  el 20%de los niños se quedaron sin asistir a la escuela y 500.000 jóvenes abandonaron sus estudios de secundaria, el porcentaje de aumento de la desnutrición crónica de niños menores de 5 años ascendió al 19.5%, Juán Luis Londoño en ese mismo ejemplar de la revista señala que el 7 de agosto del 2002 habían 3.3 millones de desempleados, el doble que en los inicios del gobierno, 2.3 millones de muchachos por fuera de las escuelas, 400.000 más que al inicio del mandato, el ingreso percápita de los habitantes retrocedió 10 años, el mismo de 1992, menos inversión percápita de las empresas, 509.208 colombianos se fueron del país desde 1998, con 20.000 millones de dólares de riqueza;  el presupuesto general de gastos de la nación para el 2001 nos dice que los pagos para el servicio de la deuda, esto es de los intereses absorben el 37% y el de seguridad y justicia el 13%, entre ambos se gasta la mitad del presupuesto nacional, mientras el gasto social representa el 10%, ello demuestra que en ningún momento se quisieron cambiar las reglas del juego de décadas anteriores, es decir que la mayor parte del presupuesto social no lo absorbieron las comunidades, ello también aceleró la crisis de la política de paz.

El periódico El Tiempo, en su edición del 4 de agosto del 2002 presentó sus propias cifras;  según ellos faltó la reforma política que no se hizo, para mí hecho clave en una negociación de paz, continuaron los mismos vicios clientelistas y politiqueros y es más empeoraron con el escándalo para las elecciones a Senado en Marzo del 2002, cuando se dictó orden de captura a 30 jueces por borrar votos y colocárselos a candidatos de sus preferencias y los Senadores solo pudieron posesionarse el 6 de agosto, hubo fraude electoral en uno de los peores escándalos de la vida política del país; dice el periódico que en las oficinas de la justicia reposan 1.500.000 procesos sin resolver, no hubo cobertura de salud como se prometió ya que al finalizar su mandato casi 19.000.000 de colombianos carecen del servicio, se cerraron hospitales, como el infantil “Lorenzita Villegas”, el “San Juan de Dios” y el Hospital Universitario de Cartagena, se redujeron las tasas de cobertura en vacunación y el tema de la niñez no fue de prioridad, las tasa de cobertura en educación crecieron en porcentajes muy bajos, del 4%, la universidad pública fue copada por gentes de estrato 3 al 5, con baja presencia de las gentes más pobres,  solo el 9%, los créditos del ICETEX beneficiaron a los ricos, aumentaron los impuestos, creció el IVA y la sobretasa a la gasolina aumentó al 20%, se creó el 2 por mil, que en el 2000 fue del 3 por mil, el desempleo afloró y también el subempleo que subió a 6.9 millones de colombianos.

Esta realidad catastrófica para cualquier componenda entorno al conflicto armado, demuestra que más allá de los discursos sobre la paz, es necesaria una práctica que cree un ambiente de distensión y ateniéndonos a los principios de la guerrilla es claro que hay que gobernar para la paz, buscando fortalecer la inversión social, esa es una condición que ponen los alzados en armas, a mi juicio razonable.




5.  LA CRISIS DE DOS ESQUEMAS EN UNA POLITICA DE PAZ



La política de paz de Andrés Pastrana trabajó con dos esquemas diferentes ninguno de los cuales dio resultados:  El proceso con el ELN fue diferente al proceso con las FARC y las actitudes del gobierno frente ha ambos grupos armados fue disímil en la medida en que ambos representan proyectos de negociación diferentes.

A.  EL PROCESO CON LAS FARC:  VIDA Y MUERTE DE LA ZONA DE DISTENSION

El lapso que media entre el 7 de enero de 1999 día en el cual se terminaron las mesas de diálogo y el 20 de febrero del 2002, fecha en que se dio por terminadas las negociaciones de paz con las FARC representa algo más que tres años un tiempo enormemente grande en el que en términos generales predominaron los estancamientos y las discusiones con una raquítica o desnutrida presencia de acuerdos importantes frente al proceso.  Si de periodizar este proceso se trata podríamos establecer tres momentos, el primero de ellos del 7 de enero de 1998 al 17 de noviembre del 2001 fecha en la cual se inicia la crisis en serio del proceso, de esta fecha hasta el 3 de enero del 2002 hay una etapa de pre-crisis, que culmina en otra de crisis aguda de este día hasta el 20 de enero, de allí al 20 de febrero podemos señalar como una etapa de crisis total en la que declina totalmente el proceso y culmina en la ruptura de los diálogos.


LOS ENCUENTROS PERSONALES DEL PRESIDENTE CON TIROFIJO

Uno de los instrumentos más impresionantes del presidente Andrés Pastrana para aclimatar la polarización en la guerra, fueron los encuentros personales con Pedro Antonio Marín, “tirofijo”, máximo líder de las FARC; en total fueron tres; uno el 10 de julio de 1998 cuando aún no se había posesionado como Presidente, este fue el más publicitado: nunca antes en la historia de Colombia un jefe de gobierno se había reunido personalmente con el jefe de los insurrectos, Pastrana lo hizo y fue sorpresivamente, estrechó la mano del jefe de las FARC y provocó un acercamiento que dio mucha confianza a la opinión pública que apoyó el proceso y escandalizó a la extrema derecha o enemigos de la paz, que bajo las críticas más mordaces anunciaron la entrega del país a las guerrillas.  Pastrana lo hizo, por las características del momento y la necesidad de crear formas de distensión que diera confianza a sus oponentes.

Un segundo encuentro, se realizó el 2 de mayo de 1999 en Caquetania, zona de distensión en donde acordaron ambos jefes impulsar el proceso de paz y cuyo resultado sería el inicio de la discusión entorno a la agenda común o sea el paso del diálogo a la negociación.   También fue publicitado y salvo el proceso de una crisis de estancamiento provocada por la decisión de las FARC de parar los diálogos a principios de abril;  las exigencias de la guerrilla al gobierno para combatir al paramilitarismo y los escasos resultados, originaron a finales de enero del 2001 de nuevo el estancamiento de los diálogos y la decisión de Pastrana de hacer un tercer encuentro con el jefe de las FARC, esta vez realizado el 7 de febrero, mucho más impresionante que los anteriores, ya que el presidente durmió en la zona de distensión, un acto que no se preveía y que generó amplias confianzas en el proceso y lo volvió a resucitar con la firma del acuerdo de Los Pozos, en el cual el gobierno se comprometió a combatir el paramilitarismo.  Durante la crisis del proceso de paz antes del 20 de enero del 2002, Manuel Marulanda Vélez, “tirofijo”, propuso un nuevo encuentro que nunca se realizó.

Lo significado de estos encuentros para la historia de los diálogos de paz es importante, ellos demuestran que pueden haber acercamientos importantes entre cúpulas, que los enemigos tienen la predisposición de soportasen  y sin lugar a dudas generan climas de confianza enormes, son puntos favorables de Pastrana que rompió con los esquemas tradicionales de negociación  y salvo el proceso en los momentos más álgidos de la crisis; la imposibilidad del encuentro en enero del 2002, se debió a que el proceso ya había entrado en su etapa moribunda y la opinión pública nacional no creía en el, es claro que el ambiente entorno a la paz se había desvanecido y la mentalidad del Colombiano forjada desde los medios de comunicación, era una mentalidad de apoyo a la guerra en unos y de frustración frente a las posibilidades de la paz en otros, lo que se expresó en los resultados electorales presidenciales que mayoritariamente apoyaron una opción de guerra.

LA FORMA Y EL CONTENIDO DE LA ZONA DE DISTENCION

El elemento central del proceso de paz  de Pastrana fue la creación de una zona de distensión, con la intensión clara de tener un espacio de diálogo en donde no existiese la presencia de la confrontación armada con el propósito de adelantar los diálogos y negociación con los guerrilleros de las FARC-EP; este espacio permitió desarrollar con normalidad y tranquilidad cada uno de los actos relacionados con la búsqueda de la paz; comprendió el despeje por el ejército y la policía de cinco municipios cercanos entre ellos, La Macarena, Mesetas, La Uribe y Vista Hermosa en el departamento del Meta y San Vicente del Caguán en el Caquetá, área de amplia influencia histórica de las FARC; se creó mediante resolución 85 del 14 de octubre de 1998 y mediante la resolución 31 del 7 de marzo de 1999 se autorizó la creación de un cuerpo cívico de convivencia para la zona con el propósito de garantizar la vida normal y los derechos ciudadanos; el alcalde de cada municipio continuo siendo la autoridad estatal más importante pero sin el acompañamiento de el poder judicial, también los consejos municipales continuaron con su actividad normal.

En el mes de mayo de 1999 fueron dadas a la opinión pública las “reglas del juego en la zona de distensión”, un acuerdo entre el gobierno y las FARC en donde establecían que la zona de distensión debía constituir un escenario de convivencia pacífica donde la vida cotidiana transcurriera con absoluta tranquilidad y garantizara a los ciudadanos de los cinco municipios las garantías en el ejercicio de sus derechos y libertades constitucionales, los cuales no se podían ver vulnerados por las negociaciones de paz, acordaron asegurar el respeto de los habitantes de la zona de distensión, reafirmar la autoridad de los alcaldes y de los consejos municipales como máximas autoridades de los municipios, los jueces ejercerán sus funciones normalmente, también los registradores, notarios  y conciliadores de equidad, se estableció a los cuerpos de policía cívica como la única autoridad uniformada, se prohibió el porte de armas en los cascos municipales por civiles a excepción de los que gozaran de autorización gubernamental, solamente deberían llegar a los aeropuertos aviones comerciales o de organismos humanitarios y sin armas,  no habría reclutamiento obligatorio y sí mas oportunidades de estudio a los niños, la no instalación de minas anti-personales en la zona y la colaboración para el señalamiento y la destrucción de las existentes, propender por la sustitución de cultivos ilícitos y por la protección y conservación del medio ambiente, no permitir actividades relacionadas con el narcotráfico, no se llevarían a cabo desde la zona de distensión ataques contra territorios que estén por fuera de la zona, no se dará entrenamiento militar ni se dotará de armas a los habitantes, ni tampoco se introducirán armas.

La determinación de las condiciones de tiempo, modo y lugar para la declaratoria de una zona de distensión correspondió en forma exclusiva al presidente de la república, basado en el parágrafo 1 del artículo 8 de la ley 418 de 1997, que faculta al presidente para ello en base a un fundamento legal,  dice este artículo:  “El presidente de la república, mediante orden expresa, y en la forma que estime pertinente, determinará la localización y las modalidades de acción de la fuerza pública, siendo fundamental para ello que no se conculquen los derechos y libertades de la comunidad, ni genere inconvenientes o conflictos sociales” sigue, “El gobierno nacional podrá acordar con los voceros o miembros representantes de las organizaciones armadas al margen de la ley a las cuales se les reconozca carácter político, en un proceso de paz y para efectos del presente artículo, su ubicación temporal o la de sus miembros en precisas y determinadas zonas del territorio nacional.  En las zonas aludidas quedará suspendida la ejecución de las órdenes de captura contra estos, hasta que el gobierno así lo determine o declare que ha culminado dicho proceso”.  Una característica importante fue la determinación de carácter temporal, osea que se podía poner en práctica sin fecha de terminación, pero que en cualquier momento podía suspenderse; más de diez veces fue prorrogada la zona, ya que el presidente tomó la decisión de vincular su culminación al avance y resultados del proceso de negociación, es por ello que la zona de distensión se prorrogó por más de once veces y la decisión de acabarla unilateralmente.

La discusión sobre la zona de distensión fue álgida; ella sirvió para crear un canal de comunicación entre la guerrilla y la sociedad civil colombiana, en ella se desarrollaron las audiencias públicas y multitud de ciudadanos la visitaron libremente, fue un canal de comunicación con el presidente que asistió en dos ocasiones a ella, con los Partidos Políticos, los empresario, los candidatos presidenciales, los medios de comunicación y la Iglesia; fue objeto de numerosos documentales internacionales y sin embargo de mucha discusión entorno a su significado entre amigos y enemigos del proceso.  Los enemigos la interpretaron como una república independiente, la televisión peruana la interpretó como la “República Bolivariana de las FARC”, otros la asimilaron como una simple república independiente y los más acérrimos enemigos del proceso la vieron como un área delictiva desde donde se planeaban atentados, tomas de pueblos, se compraban y vendían drogas, se llevaban secuestrados y se negociaban con sus familiares, se traficaba con armas entre otras cosas; es evidente que todo ello fue exagerado, para su culminación pesó más lo que sucedió por fuera: la nueva política exterior norteamericana desde los hechos del 11 de septiembre cuando fueron derrumbadas las torres gemelas en Nueva York por enemigos musulmanes y las contundentes acciones militares de la guerrilla;  dentro de la argumentación presidencial para culminar los diálogos con las FARC dados en su discurso del 20 de febrero del 2002, se encuentran justificaciones relacionadas con la zona de distensión,  el presidente reconoció que inició con la inteligencia militar un proceso de espionaje, por fuera de los acuerdos establecidos con las FARC, en ese proyecto de espiar la zona de distensión se encontró con elementos que permitían establecer que el ese movimiento violaba los acuerdos antes descritos; habían pistas para aviones, clandestinas y Pastrana mostró públicamente sus fotos, cultivos nuevos de coca, relación directa de lla zona con terroristas internacionales y tildó, en su discurso más agresivo contra las FARC, a la zona como una “guarida de secuestradores, laboratorio de drogas ilícitas, depósito de armas, dinamita y carros robados”.

Este nuevo experimento de la zona de distensión fue importante, pero también se vio afectado por la lentitud en el avance de las negociaciones que hicieron “coger la tarde” a la política de paz de Pastrana; fue un escenario sin duda aprovechado por la insurgencia para ganar muchos espacios políticos y hacerse conocer; luego de la finalización del proceso de paz, las FARC han planteado como condición para negociar, el engrandecimiento de la zona despeje a los departamentos de Caquetá y Putumayo en una muestra de que el modelo Pastrana será sin duda alguna defendido por las FARC pero en un espacio territorial mucho más grande y más complejo puesto que en el hay presencia de los grupos paramilitares, con los cuales hay que plantear algún tipo de negociación en caso de un despeje.


 ALTO COMISIONADO PARA LA PAZ Y AGENDA COMUN

Si la zona de distensión fue el instrumento práctico para avanzar en la búsqueda de un acuerdo con las FARC, también lo fueron el nombramiento de un alto comisionado para la paz, primero fue Víctor G. Ricardo, quien se desenvolvió hasta abril del 2000 cuando fue relevado por Camilo Gómez quien trabajó hasta finales del proceso de paz; el papel del alto comisionado de paz era el de llevar la vocería del gobierno en la mesa de diálogo; su misión fue la de llevar un discurso claro y unificado y de servir como una especie de “Zar de la paz” que representara también la posición del gobierno en los eventos internacionales, fue sin duda alguna el protagonista más importante de la posición gubernamental, que era concluida en regiones con el Presidente,  no era solo el que se sentaba en las mesas de diálogo, lo hacía con otros asesores del gobierno, pero era la figura más representativa.

Por otro lado, el gobierno nacional presentó una agenda de negociación el 11 de enero de 1999 en la vereda La Machaca, jurisdicción del municipio de San Vicente del Caguán en una reunión con delegados de las FARC, que presentaron a su vez la agenda de ese movimiento, un conjunto de puntos específicos a negociar que serían la base del proceso de paz, ambas agendas se hibridizaron en una sola y dieron como resultado la “Agenda Común” de discusión dada a la luz pública el 6 de mayo de 1999 en el mismo sitio, con el siguiente contenido:



La Machaca, Caquetá, 6 mayo

El siguiente es el texto de la agenda común acordada hoy entre los voceros del Gobierno Nacional y de las FARC-EP:



"AGENDA COMUN POR EL CAMBIO HACIA UNA NUEVA COLOMBIA"





1.- SOLUCION POLITICA NEGOCIADA.

Se buscará una solución política al grave conflicto social y armado que conduzca hacia una nueva Colombia, por medio de las transformaciones políticas, económicas y sociales que permitan consensos para la construcción de un nuevo Estado fundamentado en la justicia social, conservando la unidad nacional.

En la medida en que se avance en la negociación, se producirán hechos de paz. De ahí, el compromiso que debemos asumir todos los colombianos con la construcción de la paz, sin distinción departidos, intereses económicos, sociales o religiosos.



2.- PROTECCION DE LOS DERECHOS HUMANOS COMO RESPONSABILIDAD DEL ESTADO.

2.1.- Derechos fundamentales.

2.2.- Derechos económicos, sociales, culturales y del ambiente.

2.3.- Tratados internacionales sobre Derechos Humanos.



3.- POLITICA AGRARIA INTEGRAL.

3.1.- Democratización del crédito, asistencia técnica, mercadeo.

3.2.- Redistribución de la tierra improductiva.

3.3.- Recuperación y distribución de la tierra adquirida a través del narcotráfico y/o enriquecimiento ilícito.

3.4.- Estímulos a la producción.

3.5.- Ordenamiento territorial integral.

3.6.- Sustitución de cultivos ilícitos y desarrollo alternativo.



4.- EXPLOTACION Y CONSERVACION DE LOS RECURSOS NATURALES.

4.1.- Recursos naturales y su distribución.

4.2.- Tratados internacionales.

4.3.- Protección del ambiente sobre la base del desarrollo sostenible.



5.- ESTRUCTURA ECONOMICA Y SOCIAL.

5.1.- Revisión del modelo de desarrollo económico.

5.2.- Políticas de redistribución del ingreso.

5.3.- Ampliación de mercados internos y externos.

5.4.- Estímulos a la producción a través de la pequeña, mediana y gran empresa privada.

5.5.- Apoyo a la economía solidaria y cooperativa.

5.6.- Estímulo a la inversión extranjera que beneficie a la Nación.

5.7.- Participación social en la planeación.

5.8.- Inversiones en bienestar social, educación e investigación científica.



6.- REFORMAS A LA JUSTICIA, LUCHA CONTRA LA CORRUPCION Y EL NARCOTRAFICO.

6.1.- Sistema judicial.

6.2.- Organos de control.

6.3.- Instrumentos de lucha contra la corrupción.

6.4.- Narcotráfico.



7.- REFORMA POLITICA PARA LA AMPLIACION DE LA DEMOCRACIA.

7.1.- Reformas a los partidos y movimientos políticos.

7.2.- Reformas electorales.

7.3.- Garantías a la oposición.

7.4.- Garantías para las minorías.

7.5.- Mecanismos de participación ciudadana.



8.- REFORMAS DEL ESTADO.

8.1.- Reformas al Congreso.

8.2.- Reforma administrativa para lograr una mayor eficiencia de la Administración Pública.

8.3.- Descentralización y fortalecimiento del poder local.

8.4.- Servicios públicos.

8.5.- Sectores estratégicos.



9.- ACUERDOS SOBRE DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO.

9.1.- Desvinculación de los niños al conflicto armado.

9.2.- Minas antipersonales.

9.3.- Respeto a la población civil.

9.4.- Vigencia de las normas internacionales.



10.- FUERZAS MILITARES.

10.1- Defensa de la soberanía.

10.2- Protección de los Derechos Humanos.

10.3- Combate a los grupos de autodefensa.

10.4- Tratados internacionales.



11.- RELACIONES INTERNACIONALES.

11.1- Respeto a la libre autodeterminación y a la no intervención.

11.2- Integración regional latinoamericana.

11.3- Deuda externa.

11.4- Tratados y convenios internacionales del Estado.



12.- FORMALIZACION DE LOS ACUERDOS.

12.1- Instrumentos democráticos para legitimar los acuerdos.





Por el Gobierno Nacional

VICTOR G. RICARDO

FABIO VALENCIA COSSIO.

MARIA EMMA MEJIA.

NICANOR RESTREPO SANTAMARIA.

RODOLFO ESPINOSA MEOLA.



Por las FARC- EP

RAUL REYES

JOAQUIN GOMEZ

FABIAN RAMIREZ

La Machaca, mayo 6 de 1999".



Como puede apreciarse es una agenda muy amplia que requiere de un tiempo considerable en un proceso de negociación, lo cierto es que no se discutió, inclusive en las fases finales del proceso se cambió su discusión por la del cese al fuego y tregua, pero la sociedad civil siempre estuvo a la expectativa del inicio de su discusión; fue alimentada por las audiencias públicas que se dieron en el transcurso del segundo semestre del 2000 y sirvieron para que los dirigentes de las FARC conocieran la situación del país en sus más diversos aspectos desde sus más diversos protagonistas, pero que realmente no alimentaron la discusión entorno a la agenda común.



PLAN COLOMBIA

Si leemos el aparte del Documento oficial del Plan Colombia, podemos ilustrarnos ampliamente sobre su relación con el conflicto armado:

“I. EL PROCESO DE  PAZ


Colombia ha sufrido un conflicto armado durante más de 35 años. El gobierno actual ha iniciado un proceso de negociación que busca lograr un acuerdo de paz negociado con la guerrilla sobre la base de integridad territorial, la democracia y los derechos humanos. Si esta estrategia tiene éxito, se fortalecería muy rápidamente el estado de derecho, y la lucha contra el narcotráfico en todo el país.

El proceso de paz  obviamente es una de las prioridades principales del gobierno. El presidente Pastrana ha asumido un liderazgo personal del papel del gobierno junto con la colaboración del Alto Comisionado para la Paz, quien es nominado directamente por el Presidente. El Comisionado, cuyo cargo es de rango ministerial, trabaja junto con los líderes de la sociedad y del sector privado, quienes dedican pari passu sus esfuerzos hacia la solución del conflicto.

El área desmilitarizada (o "zona de distensión") fue creada por Ley para garantizar la seguridad necesaria con miras a avanzar en las negociaciones con la guerrilla. Esta ley permite que el Presidente cree y suspenda un área de distensión como expresión de la soberanía del Estado. La Ley solamente restringe la presencia del Ejército y la Policía dentro de dicha área y suspende órdenes de captura, sin embargo, no restringe la actividad de los funcionarios elegidos a nivel local o regional.

El proceso de paz es además parte de una alianza estratégica en contra del narcotráfico, la corrupción, y la violación de los derechos humanos. Para que este proceso se vuelva factible y duradero, se necesita un apoyo complementario en las áreas de seguridad y defensa, una alianza entre la producción, el consumo, la distribución y la comercialización de drogas, el lavado de activos y el tráfico de armas; y un plan de desarrollo que genere empleo y llegue a los más necesitados.


El Conflicto Armado y la Sociedad Civil

En el conflicto hay tres protagonistas. Al lado de la guerrilla existen las Farc y el Eln, cuyas raíces son los movimientos agrarios y la guerra fría respectivamente. Del otro lado, existen los grupos de autodefensa al margen de la ley, quienes buscan una solución armada al conflicto guerrillero, y un reconocimiento político mayor para su organización. Finalmente, y en medio del fuego cruzado se encuentra la gran mayoría de los colombianos, quienes en muchas ocasiones sufren en manos de los actores armados.

El movimiento guerrillero tiene sus raíces en los antagonismos tradicionales del campo y de la política en la sociedad colombiana, alimentados en parte por la retórica ideológica de la confrontación capitalista-comunista. Con el transcurso de los años, la lucha para ampliar su presencia territorial y su adquisición de influencia política y militar ha sido financiada por la extorsión y el secuestro, y más recientemente mediante "impuestos" cobrados por los intermediarios del narcotráfico.

En los últimos 30 años, Colombia ha cambiado de una economía principalmente rural a una economía urbana, y más del 70% de la población vive actualmente en áreas urbanas. De acuerdo con las encuestas efectuadas, ante la terminación de la guerra fría, el apoyo antes más ampliamente disponible para la guerrilla ha disminuido a un cuatro% de la población. La guerrilla reconoce que bajo estas circunstancias no podrá ganar el poder mediante una lucha armada. A pesar del rechazo general de sus ideas y métodos, la guerrilla sigue buscando ventajas por medios militares.

Como consecuencia, se ha iniciado el proceso de paz para permitir que la sociedad en general tenga un papel central. Existe un consenso social entre los representantes de la sociedad, los intereses económicos y hasta entre los grupos armados en el sentido de que la paz es una meta inmediata. Como resultado, la participación de la sociedad en general se considera como necesaria para la aplicación de presiones sobre los grupos armados con el fin de lograr una solución política al conflicto armado y el respeto por el derecho humanitario internacionalmente reconocido. El aporte dinámico de la sociedad colombiana también es esencial para el desarrollo de ideas y propuestas con el fin de adelantar el proceso y garantizar la continuidad del consenso en el sentido de que se requiere un acuerdo negociado, con la participación de la comunidad internacional.


La Situación Actual

El proceso de paz ha hecho avances reales en varios frentes. En lo que respecta a las Farc, se creó una zona de distensión para albergar las negociaciones y esto ha sido una ayuda para que ambas partes formulen una agenda, proceso que culminó en mayo de 1999. Ya que las condiciones han sido satisfactorias, se puede dar comienzo a la fase de las negociaciones.

En cuanto al Eln, el gobierno ha autorizado a un grupo de notables ciudadanos para que ayuden a negociar la liberación de rehenes y ha aceptado iniciar conversaciones activas como preparación para una convención nacional, inmediatamente después de su liberación.

El gobierno sigue luchando en contra de los grupos de autodefensa al margen de la ley, pero este hecho no significa que no esté dispuesto a buscar alternativas y maneras pacíficas para desmantelar su infraestructura y sus operaciones.

Durante el proceso de paz, el Ejército Nacional y la Policía necesariamente seguirán aumentando sus capacidades con miras a mantener una presencia efectiva en todo el territorio nacional y asegurar un arreglo pacífico.

Fundamentalmente, el logro de la paz recae sobre tres pilares: primero, en los avances de los acuerdos ya logrados entre el gobierno y las principales organizaciones guerrilleras (Farc y Eln) para que se despejen como agentes legítimos en diálogos serios para la paz. Segundo, para lograr acuerdos parciales de acuerdo con la agenda de 12 puntos acordada entre el gobierno y las Farc, que asegure un acuerdo de paz permanente antes del fin del gobierno actual. Y tercero, y más importante que todo, los acuerdos deben convertirse en una realidad.


El Papel de la Comunidad Internacional

El papel de la comunidad internacional es esencial para el éxito del proceso de paz. Más específicamente, Colombia necesita apoyo en dos áreas: la diplomático y la financiera. La comunidad internacional podrá actuar como intermediaria, como observador, o en una etapa posterior, como verificador del cumplimiento de los acuerdos a que se haya llegado. Adicionalmente, es muy importante que la comunidad internacional rechace con todas sus fuerzas cualquier y toda acción terrorista y violación del Derecho Internacional Humanitario y que ejerza presión a fin de seguir adelantando el proceso.

En el campo de las relaciones bilaterales, la colaboración militar y de policía es vital. La acción colectiva por parte de los países vecinos no es solamente menos efectiva que la acción bilateral, sino que puede servir como impedimento al proceso de negociación. En esta área sería de mayor beneficio la coordinación de operaciones militares y de policía, y el mejoramiento de seguridad fronteriza y el apoyo de equipos y de tecnología.

Con referencia a la acción diplomática por parte de los países vecinos, el gobierno de Colombia en esta etapa delicada de negociación, prefiere el diálogo bilateral y consultas confidenciales con los países interesados en el proceso. En cualquier manifestación de la participación internacional en el proceso de paz, es necesario respetar las normas de derecho internacional y que sea aceptable al gobierno colombiano. Debe existir una observancia estricta a los principios de la no intervención y la no interferencia con los asuntos internos del Estado, y esto sólo puede ocurrir después de consultas con el gobierno de Colombia y con el apoyo del mismo.

El gobierno de Colombia ha establecido un Fondo de Inversión para la Paz como canal para asistencia financiera directa a nivel internacional para el proceso de paz. Este fondo se empleará para apoyar los proyectos de desarrollo económico y social hacia las áreas más afectadas por el conflicto armado. Para este propósito, se ha constituido un grupo de consulta de expertos con el apoyo del BID, cuya función será la de asesorar y vigilar el uso de los fondos en varios países. Estos recursos se emplearán para complementar los fondos ya asignados por el gobierno de Colombia.

Un proceso de paz exitoso también tendrá un impacto positivo sobre la lucha contra la droga, ya que el gobierno podrá ampliar su implantación de la ley y de los programas de desarrollo alternativo hacia las áreas más involucradas en la producción de narcóticos. La actividad guerrillera y el narcotráfico son los problemas que, aun entrelazados de cierta manera, tienen orígenes y objetivos diferentes. La guerrilla opera bajo un esquema revolucionario de tipo político militar que exige una solución negociada, lo cual en ningún caso sería aplicable a los narcotraficantes”. 


El Plan de Desarrollo de Andrés Pastrana “Cambio para construir la paz”, tuvo como eje fundamental para luchar contra las condiciones objetivas del conflicto armado, el Plan Colombia anunciado con bombos y platillos durante el discurso de posesión del Presidente.  No hubo tema de mayor polémica durante esta administración que este plan que fue categóricamente rechazado por la guerrilla hasta los últimos momentos del proceso de paz, por considerarlo una injustificada intromisión de los dineros imperialistas en una estrategia contra-insurgente disfrazada de lucha contra el narcotráfico.  También hubo manifestaciones de descontento de numerosos países de la comunidad europea y de la izquierdas.   Es evidente que la intensión con la que fue elaborada este Plan va mas allá de la lucha contra el tráfico de drogas en la medida en que la mayor parte del presupuesto de ayuda se enrutó a fortalecer el aparato militar, dejando una parte minoritaria del presupuesto a la inversión social lo que por lógica generó la más intensa desconfianza en todos los grupos guerrilleros que no entendían como en el mismo momento de una negociación la ayuda internacional se invertía en guerra. 

Además de las condiciones que obstaculizaron el avance del proceso de paz discutidas en otros apartes, el Plan Colombia se convirtió en otro obstáculo a la búsqueda de un acuerdo serio; en su discurso de liquidación del proceso de paz Pastrana aseveró que su gobierno no fue ingenuo, “mientras dialogábamos nos armabamos” y felicitó el avance tan grande de las fuerzas armadas que gracias al Plan Colombia las Brigadas móviles crecieron de 3 a 7, los helicópteros de transporte de 60 a 154, los soldados de 70.000 a 140.000 los helicópteros de combate Blackhaw de 4 a 16 y las brigadas marinas de 1 a 25; es evidente que este avance de la militarización colombiana llena de desconfianza a un contrincante que aspira a que oponente asuma actitudes serias y se preparen no para la guerra, sino para la paz, el Plan Colombia hizo realidad aquel viejo principio “si quieres la paz prepárate para la guerra”.  En los primeros momentos de su lanzamiento se anunció como un plan contra el narcotráfico, pero después de la agudización de la guerra y de la caracterización de la guerrilla ya no como subversivos sino como “narcoterroristas”, todo el andamiaje del Plan Colombia se utilizó integramente en la lucha contrainsurgente.

La visión de que la guerrilla solo se derrota si se acaban con sus finanzas y que estas provienen del tráfico de drogas, llevó al Estado a desarrollar intensos operativos en las zonas de cultivo de coca y amapola en donde se encuentran ubicados los frentes más poderosos y de mayor influencia de las FARC;  la intensión de derrotar el narcotráfico como pre-requisito para salir avantes frente a la insurgencia llevó a Pastrana a la equivocación más costosa cual fue la de practicar hechos de guerra en momentos en que su discurso exigía hechos de paz, lo que deformó los principios de su política de paz y contribuyó a su derrumbe.  Hubo mucha inspiración en este sentido en viejos esquemas como el Plan Nacional de Rehabilitación de Belisario Betancur o el Plan de Lucha contra la pobreza absoluta de Virgilio Barco, intentando aislar a la guerrilla de la población civil miserable que supuestamente la apoya porque no ve el Estado, no lo siente; se trataba con ello de hacer presencia estatal con planes y programas de asistencia comunitaria en zonas de influencia guerrillera y en sitios vulnerables para evitar la expansión del poder insurgente y garantizar una derrota de ellos.

   las evaluaciones del gobierno nacional en el folleto “Pare oreja” señalan que se invirtieron 4.3 billones de pesos en adecuación de vías y desarrollo, se abrieron caminos y se adecuaron aeropuertos, se fumigaron más de 217.000 hectáreas de cultivos ilícitos de coca y amapola,  se destruyeron 140 pistas clandestinas, se desmantelaron más de 2.000 laboratorios y se sustituyeron más de 23 mil hectáreas con cultivos lícitos, también invirtió más de 2.9 billones de pesos en alcantarillado y acueductos que beneficiaron a 2.8 millones de colombianos según el informe del gobierno nacional.  Las inversiones del Plan Colombia contemplan una inversión de 7.500 millones de dólares de los cuales 3.500 serán ayuda de la comunidad internacional y Estados Unidos dará un aporte de 1.360 millones de dólares, 705 millones destinados al ejército, 205 millones a la policía, 410 millones para medidas de seguridad en las fronteras, 100 millones para la reforma del sistema judicial y solo 100 millones para la sustitución de cultivos ilícitos, la inversión social es la que menos participa de los recursos y es la más publicitada, hasta programas televisivos hemos observado en donde se observan gentes trabajando por contrato, arreglando carreteras o recuperando quebradas; pareciera con ello que el Plan Colombia es verdaderamente un Plan Social sin realtar sus objetivos represivos que han sido ampliamente ocultados.  Por cada 1000 dólares de ayuda 800 son para fines militares y policiacos, lo que no motivó a los grupos insurgentes a llegar a una negociación seria; el peso del Plan Colombia en la crisis de la política de paz de Pastrana fue muy grande.  La gran inquietud que surge es si verdaderamente el gobiernode Pastrana estaba interesado en negociar una agenda común que planteaba una metodología diferente para solucionar el problema de la violencia y de ello quedan serias dudas, es indiscutible que la estrategia de Pastrana también fue coordinada desde afuera, desde los pasillos de la Casa Blanca que históricamente han tenido intereses contrapuestos y ahora más que antes, frente a la construcción de Estados nacionales sociales antagónicos a los Estados neoliberales y globalizadores que han forjado desde la década del 90.

Queda sobre el tapete en las futuras estrategias de paz, discutir la necesidad de que la comunidad internacional se vincule a los proyectos de paz con recursos para la paz y no para la guerra, precisamente porque la experiencia del Plan Colombia fue un paso en falso para la solución negociada;  los fondos para sacar adelante una negociación de paz triunfante son más que necesarios, la columna vertebral de un proyecto de pacificación porque se deben combatir integralmente los factores estructurales que provocan los conflictos y la prioridad es la inserción de los guerrilleros a desmovilizarse a una vida civil digna donde puedan vivir bien y no solo ellos, toda la población miserable que es la razón de ser de las luchas armadas, la eliminación de los tugurios, de la desnutrición, del analfabetismo, los subsidios al desempleo y otros programas que reemplazarían la compra de enormes armamentos que fortalecen el poderío militar del Estado y las salidas de guerra como propuesta, es un verdadero sabotaje armarse mientras se dialoga, prepararse para la guerra mientras se habla de paz.  La paz honesta requeriría de un Plan Colombia con otras metas y objetivos y discutido en su forma y contenido desde las propias mesas de diálogo, o sea como el efecto de una concertación de los actores en conflicto.


ITINERARIO DE LAS NEGOCIACIONES DE PAZ: ACIERTOS Y DESACIERTOS:

A.   DEL 9 DE JULIO DE 1998 AL 7 DE ENERO DEL 2000

Esta primera etapa se inicia con un acto simbólico importante, el encuentro por primera vez en la historia de un presidente con un jefe guerrillero en la zona de los Llanos orientales, encuentro celebrado el 9 de julio de 1998 antes de la posesión del Presidente Andrés Pastrana en el cual se intercambiaron opiniones entorno a lo que debería ser un futuro proceso de paz, contribuyó a destemplar los espíritus radicalizados en la guerra y fue un duro golpe para las extremas derechas que siempre han concebido la derrota de la insurgencia armada como algo posible y para quienes es inconcebible siquiera un intercambio de palabras con sus oponentes.

Luego de la posesión del mandatario, el 14 de octubre se anunció formalmente a los colombianos la puesta en marcha de la zona de distensión con fecha exacta, el 7 de enero de 1999 y a la que asistiría personalmente el Presidente con el acompañamiento del alto comisionado para la paz Víctor G. Ricardo;  en esta primera etapa el sobresalto más importante fue el anuncio de las FARC hasta que los militares desocuparan íntegramente la zona de despeje incluyendo 130 soldados del Batallón cazadores, su insistencia culminó en la desocupación final, otros focos de discusión se centraron en el problema del canje de guerrilleros por soldados ya que fue preocupante la enorme cantidad de retenidos sobretodo en la zona de los llanos orientales como efecto de grandes operativos militares de la guerrilla sobre bases en donde retuvieron una amplia cantidad de miembros de la fuerza pública.  La confianza en el futuro proceso radicaba en el hecho de que en el presente año habían prosperado los diálogos regionales en numerosos departamentos, 16 en total:  Antioquia, Arauca, Bolívar, Caquetá, Cundinamarca, Chocó, Guajira, Huila, Magdalena, Meta, Nariño, Putumayo, Santander, Sucre, Tolima y Valle.

La experiencia de los diálogos regionales fue satisfactoria; en Antioquia por ejemplo se contaba con la Comisión facilitadora Departamental de Paz, con participación de la sociedad civil y de los gremios, la ayuda humanitaria, el acercamiento con los alzados en armas para la liberación de secuestrados, la suspensión de ataques, las elecciones, con contactos con guerrilleros retenidos;  en Arauca, la existencia de una Comisión de conciliación promovida por la Iglesia y la extensión de educación por la paz;  en Bolívar, una Comisión de Paz con contactos con el ELN; en los demás departamentos hubo comisiones similares que buscaron dialogar con la insurgencia, situación diferente a los últimos momentos del proceso de paz, específicamente el mes de enero y principios de febrero del 2002, fecha en la cual numerosos mandatarios de diversos municipios liderados por el alcalde de Bogotá Antanas Mockus, desarrollaron la estrategia de la “Resistencia civil”, que consistió en marchas contra la guerrilla en los momentos de toma de los poblados que dejaron numerosos muertos y estimularon la radicalización del conflicto; el 20 de febrero del 2002, día en que se dio por culminados los diálogos con la guerrilla se desarrolló una jornada nacional contra la guerrilla en todo el país, estimulada por los enemigos del diálogo, lo que muy probablemente provocó la reacción de la insurgencia y la subsecuente decisión de Pastrana motivado por la numerosa concurrencia a estas marchas que utilizaron la estrategia de apagar las luces en las ciudades durante las horas de la noche.

B.   DEL 7 DE ENERO DE 1999 AL 29 DE ENERO DEL 2000

Casi un año separa al importante hecho de la instalación de las mesas de diálogo el 7 de enero de 1999 hasta la firma del primer acuerdo importante el 29 de enero del 2000, fecha en la cual fue inaugurada la sede de los diálogos de paz denominada Villa “Nueva Colombia”, una enorme sede con todas las comodidades cofinanciada entre las partes.

En este lapso se presentan varios incidentes que no lograron desequilibrar el proceso; el 7 de enero no asistió a la instalación de la mesa de diálogos “Tirofijo”, bajo la excusa de que se planeaba un atentado en su contra, lo que disgustó seriamente a Pastrana y generó las primeras desconfianzas, este hecho fue recordado por el Presidente durante su discurso de liquidación del proceso el 20 de febrero del 2002;  el 5 de febrero, Maritza Chavarro, la fiscal de San Vicente del Caguán , tuvo que cerrar su despacho y abandonar el poblado por orden directa de las FARC; el 21 de abril de 1999 el párroco de San Vicente del Caguán recibió la orden de retiro por declaraciones en contra del proceso; estos hechos escandalizaron la zona puesto que fueron interpretados como una premonición de que las FARC mandaban sobre ella.

El hecho más destacado fue la congelación el 19 de enero de los diálogos por parte de las FARC, que exigían que el Estado enfrentase a los paramilitares, posteriormente el 25 de febrero estalló un escándalo internacional por la muerte a manos de las FARC de tres indigenistas norteamericanos, ello puso a tambalear el proceso, sin embargo, el 28 de abril se produce la firma del acuerdo de Caquetania  que respaldó la solución negociada del conflicto armado , firmado por “Tirofijo” y Victor G. Ricardo en compañía de prestantes políticos del país;  hecho que motivó la visita del presidente Andrés Pastrana a la zona de distensión en un nuevo encuentro con el máximo jefe de las FARC el 2 de mayo, decidiendo iniciar la etapa de negociación; a finales de mayo se desata la primera gran crisis entre Presidente y militares, estos pasaron una lista de solicitudes relacionadas con su situación y el proceso de paz, un total de cincuenta altos oficiales se reunieron en Cartagena y Tolemaida con el presidente para presentarle una agenda de diez puntos entre los cuales se encontraban su insatisfacción con el alto comisionado Víctor G. Ricardo, la entrega de la sede del Batallón Cazadores, su insatisfacción con la zona de distensión y la fijación de normas de juego en ella, la creación de una comisión de verificación en la zona, su desacuerdo con el canje de guerrilleros por soldados en las condiciones planteadas y otros temas que lógicamente llamaron la atención de los medios de comunicación , situación que fue habilidosamente subsana por el Presidente, pero que en su momento representó motivo de escándalo.

El 24 de octubre se inician en serio las negociaciones en el municipio de La Uribe, asistiendo invitados internacionales y con la presencia de familiares retenidos por las FARC, por primera vez se discutió la necesidad de la búsqueda del cese del fuego, el 1 de noviembre se acuerda la metodología de trabajo y el 5 las audiencias públicas que van jugar un papel importante en la discusión sobre la situación del país, el 20 de diciembre las FARC decretan una tregua unilateral hasta el 10 de enero del 2000, el hecho más importante del año.  Esta primera etapa culmina el 29 de enero del 2000 cuando se inaugura Villa Nueva Colombia, en los Pozos, sede de los diálogos, poniendo en un acuerdo plazo de 6 meses para firmar los primeros acuerdo, las partes dividieron la agenda en tres grandes bloques:  la estructura social y económica, los derechos humanos, el derecho internacional humanitario y relaciones internacionales y la democracia y estructura política del Estado, se acordó un  plazo de seis meses para tratar cada uno de los grandes temas, lo extenso de la agenda que ya presenté anteriormente hizo milimétrica la utilización del tiempo y por ello decimos que la falta de preocupación frente a este aspecto hizo coger la tarde a los actores, que no habían discutido ni siquiera la primera parte en el momento de rotos los acuerdos.  También se comprometieron a crear hechos de paz y en tercer avanzar hacia la construcción de un modelo económico y social democrático, rechazando de plano los modelos radicales.

C.   DEL 29 DE ENERO DEL 2000 AL 9 DE FEBRERO DEL 2001

Este lapso representa otra etapa en la que volvió a primar la discusión o la retórica de los actores, desde principios de febrero del 2000  los representantes de las FARC y el Gobierno  viajaron a Europa y se entrevistaron con numerosos dirigentes políticos, observaron modelos de desarrollo y hasta visitaron El Vaticano,  a mediados de marzo se produce un importante encuentro entre los cacaos, así llamados los grandes empresarios colombianos y “Tirofijo”, los 14 empresarios con su visita causaron gran impacto, ya el 16 de abril de 1999 se  habían reunido miembros de los gremios de la producción con el secretariado del Estado Mayor, el 6 de mayo del mismo año lo hicieron con miembros de una comisión del Congreso de Estados Unidos, el 11 de octubre  con el director de Amnistía Internacional para América Latina y el 27 de junio de 1999 con el presidente de la Bolsa de valores de New York; a  principios de abril las FARC lanzaron el Movimiento Bolivariano en un acto pomposo  y de mucha publicidad nacional e internacional, fue reemplazado Víctor G. Ricardo por Camilo Gómez, nuevo comisionado de paz y también se iniciaron   las llamadas “Audiencias Públicas sobre el Proceso de Paz”, transmitidas en vivo por señal Colombia desde la sede el Los Pozos, el hecho político más importante desde que se firmaron los acuerdos por la cantidad de líderes y personas que empezaron a visitar la zona de distensión y discutir con los guerrilleros la problemática nacional, la presencia de la sociedad civil en estas audiencias fue cuantificada por el gobierno en su página en Internet de la siguiente manera:

Estadísticas del primer ciclo de Audiencias Públicas
· Número de personas que estuvieron en Villa Nueva Colombia presenciando las Audiencias Públicas: 23.795.

· Número de expositores: 1.069.

· Clasificación por género de los observadores:
64% hombres
36% mujeres.

· Clasificación por departamento de los observadores:
Antioquia 6.4%
Arauca 0.4%
Atlántico 1.1%
Bolívar 0.28%
Boyacá 2.18%
Caldas 1.05%
Caquetá 20.5%
Casanare 0.18%
Cauca 4.08%
Cesar 0.02%
C/marca 27.7%
Guajira 0.16%
Guaviare 0.77%
Guainía 0.21%
Huila 7.57%
Meta 2.23%
Nariño 3.1%
Norte S/der 0.31%
Putumayo 0.21%
Quindío 2.46%
Risaralda 3.65%
S/der 4.14%
Sucre 0.05%
Tolima 5.85%
Valle 5.4%

· Audiencia con mayor número de expositores:
la realizada el 22 de julio de 2000 con 62 expositores.

· Audiencia con menor número de expositores: la realizada el 15 de abril de 2000 con 23 expositores .

Datos Consolidados de 2001 Promedio observadores año 2000: 915 personas Promedio observadores año
2001: 620 personas Promedio ponentes por audiencia
2000: 41 personas Promedio ponentes por audiencia 2001: 23 personas.

En el mismo mes de abril las FARC expiden la ley 002, que obliga a toda persona que posea más de un millón de dólares a tributar a las FARC, lo que genera un intenso escándalo y lógicamente las críticas de las gentes más opulenta y los medios de comunicación al proceso que lentamente se va fracturando por la insatisfacción por este tipo de medidas, es claro con ello que el criterio de negociación en medio del conflicto se había fortalecido; pero el 16 de mayo se presenta el segundo gran incidente con el escándalo del collar-bomba, saboteadores del proceso, colacaron en la vía a Chiquinquirá un collar-bomba a la comerciante Elvia Cortés, que estalló y la mató delante las cámaras televisivas, hecho que fue endilgado a las FARC lo que seriamente puso en jaque el proceso, ya que el presidente pensó seriamente en suspenderlo, el conflicto fue superado.

El 30 de junio , embajadores y representantes de 28 países llegaron a la zona para discutir la problemática del cultivo de coca, producción de narcóticos y medio ambiente, la discusión se amplió a otros temas como el secuestro y la extorsión; y el 3 de julio se produce por primera vez un intercambio de propuestas sobre el cese al fuego en sobres cerrados, acordando un mes para estudiarlas, se sabe que después de un año ni siquiera se habían reunido para ello;  en agosto llegaron los primeros asesores militares de Estados Unidos a la base de Larandia en el Caquetá, primera actividad militar del Colombia, lo que llenó de desconfianza a los dirigentes guerrilleros; el 8 de septiembre se presenta el tercer gran incidente: un infiltrado del ejército en la guerrilla que estaba preso, Arnobio Ramos se apodera del avión en que viajaba y lo desvía hacia la zona de distensión poniendo en jaque el proceso, las FARC desconocedoras del trabajo del guerrillero al lado de los militares, lo defienden, el gobierno quería que lo entregaran y este retorna a las filas de las FARC, posteriormente sería fusilado por darle muerte a un alto dirigente del movimiento, pero su acto desestabilizó por momentos el proceso, el 14 de noviembre, las FARC congelan de nuevo el proceso, argumentando la ineficiencia en la lucha contra el paramilitarismo y por la reunión del Ministro Del Interior Humberto de la Calle con Carlos Castaño y el reconocimiento de estatus político a las AUC, buscando liberar siete congresistas, lo que provocó la decisión de la guerrilla de congelar los diálogos, ya era álgida la discusión entorno al Canje, por las imágenes de policías encerrados con alambre de púas y con el cordel de la vergüenza.


Un hecho político importante en el 2000 fue la creación del Frente Común por la Paz, liderado por el Presidente y con el apoyo de representantes de los Partidos Políticos que reflejaba  la intensión de las elites políticas de apoyar el proceso, tal y como lo plantea el comunicado final:

Bogotá, D.C.,  22 de noviembre de 2000 (ANCOL).- El siguiente es el texto del Acuerdo Nacional para la Conformación de un ‘Frente Común por la Paz y contra la Violencia’, suscrito esta noche en la Casa de Nariño:

“Convocados por el Presidente de la República, en su condición constitucional de símbolo de la unidad nacional, los firmantes de este Acuerdo, luego de analizar con profundidad la situación de violencia que vive el país y la coyuntura actual del proceso de paz, hemos decidido conformar un Frente Común por la Paz y contra la Violencia. Durante nuestros diálogos, hemos encontrado temas y visiones que nos identifican. Sobre ellos recaerá nuestro esfuerzo de trabajo conjunto, teniendo siempre como marco los más altos intereses de Colombia.

Para que este frente común le entregue su aporte eficaz a la paz en la parte operativa se mantendrá su actividad con reuniones periódicas, en las cuales se analizará el proceso. Nuestro compromiso no es solo con la paz en general, sino con lo que ella demande en concreto.



En ese orden de ideas, nos hemos puesto de acuerdo en lo siguiente:



1)      Ratificamos nuestro compromiso con la solución política negociada del conflicto armado. El diálogo es el medio idóneo para tramitar las diferencias y resolver pacíficamente los conflictos sociales, mientras que la violencia y el conflicto armado constituyen el mayor obstáculo para el progreso nacional. Estamos dispuestos a trabajar y a participar en su logro, a fin de que la política de paz sea no sólo una política de Gobierno, sino una auténtica política de Estado, autónoma y nacional, donde estén representadas todas las fuerzas políticas y de la sociedad civil.



2)      Condenamos el uso de la violencia como herramienta de la lucha política, que se ha vuelto obsoleta en el mundo. En cambio, reclamamos una cultura de paz basada en la seguridad democrática y ciudadana, que practica los principios de la tolerancia y los métodos pacíficos para la resolución de conflictos que inevitablemente ocurren dentro de la sociedad.



3)      Coincidimos en que esta convocatoria debe ir más allá de las fuerzas políticas y por ello respaldamos una activa comunicación del Gobierno con el Consejo Nacional de Paz que, por decisión de la ley, está integrado por una amplia representación de la sociedad civil y que se reúna también con las distintas ramas del poder público, para consolidar una posición común de toda la nación colombiana.



4)      Consideramos urgente un acuerdo de respeto a los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, que excluya a la sociedad civil de la confrontación armada. En este sentido condenamos los secuestros, las masacres, la desaparición forzada, la extorsión, los homicidios fuera de combate, los paros armados, el uso de armas proscritas universalmente y la destrucción de la riqueza pública y privada. La paz exige la defensa y la promoción de la libertad como derecho supremo de la dignidad humana. Condenamos toda acción que por fuera de la ley pretenda restringirla y es un deber de los ciudadanos exigir su respeto de manera solidaria.



5)      Pensamos que ha llegado el momento de concretar la negociación con las FARC, para evitar el diálogo perenne sin precisiones ni resultados, y para que la sociedad colombiana entienda que el proceso avanza, recuperándole confianza. En caso de ser necesaria la prórroga de la zona de distensión, debe asegurarse que cumpla los fines precisos para los que fue reglamentada por la ley, es decir, para que sin riesgo de las partes se pueda negociar en calma y tranquilidad. Por ello instamos a las FARC a reanudar de manera inmediata las negociaciones sobre las cuestiones sustantivas relacionadas con los mecanismos que aseguren la continuidad, seriedad y éxito del proceso y para llegar a acuerdos concretos sobre empleo y política económica; iniciar el diálogo sobre acuerdos políticos, y discutir igualmente las propuestas de cese al fuego y las hostilidades, la lucha contra el narcotráfico, la sustitución de cultivos, la liberación de los soldados y policías y la de todos los secuestrados.



6)      Respaldamos el pronto inicio de conversaciones con el ELN y hacemos un llamado vehemente para superar las dificultades sobre el establecimiento de la zona de encuentro para su realización, con reglas claras y mecanismos de verificación. Celebramos la activa participación del Grupo de Países Amigos, modelo de lo que significa el apoyo internacional al proceso de paz, así como el compromiso inicial de contribuir a la sustitución de cultivos ilícitos.



7)      Ratificamos nuestra convicción en la lucha contra las autodefensas y rechazamos enfáticamente las acciones de estos grupos que contribuyen a degradar el conflicto armado. Ratificamos también los compromisos asumidos en los acuerdos firmados con las Farc en Caquetania y los Pozos e instamos al gobierno a fortalecer la lucha decidida que en contra de esta manifestación de violencia adelantan todas las instituciones del Estado.



8)      Creemos en la necesidad de fortalecer cada vez más las Fuerzas Armadas al servicio de la democracia, respetuosas de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, que ejerzan la autoridad de acuerdo con el mandato constitucional de defender la soberanía, la seguridad de los ciudadanos. Entendemos que ello es necesario para recuperar el monopolio de la fuerza y de las armas en cabeza del Estado. Creemos firmemente que tal monopolio será sólido y duradero solo mediante el logro de la paz.



9)      Mantenemos la inalterable tradición colombiana de una política internacional de consenso, soberana, democrática, que esté de acuerdo sobre sus intereses fundamentales y en pié para defenderse de cualquier pretensión que vaya en contravía de la unidad nacional. Por esa razón, decimos a la comunidad de naciones que los problemas propios de la realidad nacional, deben ser resueltos por colombianos. Y al mismo tiempo solicitamos al unísono la solidaridad, el respeto y la cooperación que piden las circunstancias actuales.



10)  Estamos comprometidos en la estrategia contra el problema mundial de las drogas. La incidencia del narcotráfico sobre la sociedad colombiana, lo convierte en uno de los principales estímulos de la violencia y de la corrupción. Dicha política debe librarse universalmente contra toda la cadena productiva lo cual exige de la comunidad internacional un compromiso equivalente contra los precursores químicos, el lavado de activos y el consumo. También debe llevarse a cabo la erradicación de los cultivos empresariales de manera forzosa, sin compensación y sin afectar el ambiente, y sustituir los pequeños cultivos de manera concertada en el marco de la ejecución de proyectos de desarrollo alternativo. Invitamos a la insurgencia a trabajar conjuntamente en los anteriores propósitos. Así mismo estamos convencidos de que la paz es el mecanismo más eficiente para lograr resultados en estas materias. Sobre este punto Antonio Navarro expresó su opinión en el sentido de que debe suprimirse en forma definitiva la fumigación de los cultivos ilícitos.

11)  El futuro sin miseria y sin violencia debe construirse entre todos, manteniendo firmemente los acuerdos, la unidad nacional, la democracia y el espíritu participativo de la Constitución Nacional.



ANDRES PASTRANA ARANGO.

Presidente de la República



MARIO URIBE ESCOBAR.

Presidente del Congreso.



HORACIO SERPA URIBE.

CIRO RAMIREZ PINZON.

LUIS FERNANDO ALARCON M.

ANTONIO NAVARRO WOLF.

SAMUEL MORENO ROJAS.

LUIS GUILLERMO GIRALDO H”.



El 28 de diciembre del 2000 es asesinado Diego Turbay Cote, su madre y sus escoltas en la vía Puerto Rico-San Vicente del Caguán, hecho endilgado a alas FARC, lo generó incertidumbre en torno a unos diálogos de paz que no avanzaban; el año 2001 empezó con mucha incertidumbre al respecto pero con la sorpresa el 30 de enero durante una alocución del presidente por la televisión de proponer un nuevo encuentro con Marulanda Vélez y visitar personalmente la zona de distensión, cosas que hizo el presidente, durante los primeros días de febrero visitó todos los municipios de la zona, habló con sus gentes, se dirigió a ellos por “Ecos del Caguán” y el 9 de febrero se produce otro encuentro personal Pastrana-Marulanda que da lugar al primer acuerdo de importancia desde que se firmaron los pactos, el Acuerdo de los Pozos, que revivieron el proceso, reactivó las mesas de negociación y descongeló los diálogos bajo las siguientes condiciones:


TEXTO DEL COMUNICADO CONJUNTO DEL GOBIERNO NACIONAL Y LAS FARC


Los Pozos (Caquetá), 9 feb (ANCOL).--- El siguiente es el texto del
documento suscrito hoy por el Gobierno Nacional y las Farc-EP.


"ACUERDO DE LOS POZOS.


1. El Gobierno Nacional y las Farc-EP ratifican su voluntad de continuar el proceso de paz que busca la solución del conflicto por la vía del diálogo y la negociación en procura de construir una Colombia en desarrollo y con plena justicia social.

2. Tras una evaluación conjunta del proceso identificamos logros y debilidades y coincidimos plenamente en que éste ha generado bases sólidas sobre las cuales se debe continuar buscando la reconciliación nacional.

3. El Gobierno y las Farc-EP coinciden en la importancia de avanzar en las discusiones sobre los mecanismos para acabar el paramilitarismo y disminuir la intensidad del conflicto. Para tal efecto, la Mesa de Diálogo y
Negociación creará una comisión con personalidades nacionales que les formulen recomendaciones en estas dos direcciones.

4. Las Farc-EP descongelan el funcionamiento de la Mesa de Diálogo y Negociaciones.

5. Acordamos que la Mesa de Diálogo y Negociación reinicie sus labores el 14 de febrero retomando los temas sustantivos de la Agenda y entre a discutir el cese del fuego y las hostilidades.

6. Se agilizará la concreción del acuerdo humanitario que permita la próxima liberación de soldados, policías y guerrilleros enfermos.

7. Con el fin de que las negociaciones no se vean interrumpidas, la Mesa Nacional de Diálogos y Negociación creará de su seno una comisión encargada
de estudiar los hechos que afecten la marcha del proceso. Esta comisión se
creará, a más tardar, el 15 de febrero.

8. La Zona de Distensión ha sido establecida exclusivamente para el
desarrollo del proceso con plenas garantías y seguridades para las partes.
La Mesa Nacional de Diálogo y Negociación, a más tardar el 15 de febrero,
creará un mecanismo de su seno que periódicamente evalúe el informe a la
opinión sobre el cumplimiento y el propósito de la zona.

9. Entendiendo la importancia de la comunidad internacional para que el
proceso de paz en Colombia tenga éxito, invitamos para el próximo 8 de
marzo a un grupo de países amigos y organismos internacionales para
informarlos sobre el estado y evolución del proceso e incentivar su
colaboración. La Mesa Nacional de Diálogo y Negociación determinará la
regularidad de estas reuniones.

10. Las Farc-EP no se oponen a los proyectos de erradicación manual y de
sustitución de cultivos ilícitos pero reitera que un proceso tal debe
adelantarse de común acuerdo con las comunidades. El Gobierno Nacional y
las Farc coincidimos en la importancia estratégica de trabajar en la
protección y recuperación del medio ambiente.

11. El Gobierno Nacional y las Farc-EP invitan a las fuerzas políticas
firmantes del acuerdo de Caquetania, el día 28 de febrero, a reunirnos en
Los Pozos para dinamizar el proceso. Reiteramos nuestra invitación a todas
aquellas personalidades y organizaciones nacionales excépticas del mismo a
intercambiar sobre los aportes de todos los colombianos a la reconciliación
nacional.

12. La Mesa de Diálogo y Negociación podrá ser ampliada de común acuerdo y
sesionará por lo menos tres veces a la semana.

13. Convocamos a todos los colombianos a rodear este esfuerzo común que
puede conllevarnos a la superación del conflicto que nos afecta.

Firmado en Los Pozos, el 9 de febrero de 2001.

ANDRES PASTRANA ARANGO
Presidente de la República

ARANGO MANUEL MARULANDA VELEZ
Farc-EP

Este acuerdo dio lugar a un comunicado de la Mesa de diálogo en los siguientes términos:

viernes, 9 de marzo de 2001.
Los Pozos (Caquetá)

COMUNICADO 27 DE LA MESA NACIONAL DE DIALOGO Y  NEGOCIACION

"La Mesa de Diálogo y Negociación reunida en el
Corregimiento de Los Pozos, Municipio de San
Vicente del Caguán, el 9 de marzo de 2001, y en
desarrollo del Acuerdo de Los Pozos, suscrito por
el Presidente de la República, doctor Andrés Pastrana,
y el Comandante en jefe de las FARC-EP,
Manuel Marulanda, elaboró un documento evaluativo
pormenorizado y conjunto, sobre el desarrollo del
proceso de paz, que con la presente se entrega a la
opinión pública.  Este documento sirvió de base para que en
desarrollo de la reunión, celebrada el día de ayer,
el Gobierno Nacional y las FARC-EP informaran a la
Comunidad Internacional sobre los avances,
dificultades, fortalezas y retos a futuro del
proceso.

En el marco de la reunión, las partes presentaron
su propuesta sobre la participación de países
amigos, y organismos internacionales, y acordaron
informarlos regularmente sobre el estado y
evolución del proceso. En tal sentido, la Mesa
Nacional de Diálogo y Negociación decide la
creación de una Comisión Facilitadora de 10
naciones que, con una frecuencia bimestral, se
reunirá con ella a fin de informarla sobre la
marcha del proceso, y, además, orientar, coordinar
y facilitar, entre otros, una reunión semestral con
la totalidad de los países amigos y recibir sus
apreciaciones en el marco de un acompañamiento
moral, político, económico y técnico e incentivar
su cooperación a través de diferentes actividades.

De esta manera, el grupo de países amigos y
organismos internacionales, que podrá ser ampliado,
queda constituido por Alemania, Austria, Bélgica,
Brasil, Canadá, Costa Rica, Chile, Cuba, Dinamarca,
Ecuador, España, Finlandia, Francia, Italia, Japón,
México, Noruega, Países Bajos, Panamá, Perú,
Portugal, Reino Unido, Suecia, Suiza, Venezuela y
el Estado Vaticano, así como el Delegado Especial
del Secretario General de las Naciones Unidas y la
Comisión Europea. De ellos, la Comisión
Facilitadora queda constituida, por la presente,
por los siguientes países: Canadá, Cuba, España,
Francia, Italia, México, Noruega, Suecia, Suiza y
Venezuela.

La Comisión Facilitadora tendrá un país como
Coordinador Ejecutivo, que será rotativo conforme a
los mecanismos que se adopten para su organización
y desempeño, por la Mesa Nacional de Diálogos y
Negociación. Para efectos de lo anterior, la Mesa
Nacional de Diálogos y Negociación, invita a la
Comisión Facilitadora, para el próximo miércoles 21
de marzo.

La Mesa agradece el respaldo de la Comunidad
Internacional y saluda su disposición a vincularse
activamente al proceso.



Por el Gobierno, Por las FARC-EP

LUIS FERNANDO CRIALES
SIMON TRINIDAD
JUAN GABRIEL URIBE
JOAQUIN GOMEZ
RAMON DE LA TORRE
ANTONIO LOZADA
LUIS GUILLERMO GIRALDO
ANDRES PARIS GRAL. (R)
JOSE GONZALO FORERO ALFONSO LOPEZ C.


El texto completo de la evaluación del proceso de paz hasta el momento fue el siguiente: 



"EVALUACION DEL PROCESO DE PAZ ENTRE EL GOBIERNO NACIONAL Y LAS FARC-EP POR PARTE DE LA MESA NACIONAL DE DIALOGOS Y NEGOCIACION



       A.INTRODUCCION

 A dos años de instalada la Mesa Nacional de Diálogos y Negociación hemos realizado una evaluación del proceso de paz, que queremos compartir con todos los colombianos y la comunidad internacional. Luego de 36 años de conflicto armado  y casi una década de clausuradas lasconversaciones, los encuentros entre el Presidente de la República, doctor Andrés Pastrana, y el comandante en jefe de las FARC-EP, Manuel       Marulanda, le dieron curso al diálogo y la  negociación al más alto nivel posible, lo que se  constituye en una garantía y un activo del proceso de paz.

 En el sentido de lo anterior, resaltamos la reunión del pasado 8 y 9 de febrero en la que, a través del       Acuerdo de Los Pozos, se generó una nueva dinámica, sentó bases más firmes y sólidas, y se dieron       oportunas salidas al proceso. Sobre esta realidad, la Mesa Nacional de Diálogos y Negociación comprende que se ha iniciado una nueva etapa que  permite continuar, con solidez y decisión, el  camino de la reconciliación nacional, capitalizando la experiencia acumulada con base en los aciertos y debilidades que han acompañado al proceso.


       B.ASPECTOS POSITIVOS


       1.La Paz Asunto Prioritario. En tal sentido, el  proceso ha logrado poner la paz como fundamento       prioritario para el país, se ha convertido en tema  esencial de la agenda colombiana, y preserva la       conciencia nacional acerca de la importancia y  necesidad de obtener profundos cambios políticos sociales y económicos, que implican compromisos y  mantiene su viabilidad.

      2.Solución Política Así mismo, ha generado la  posibilidad de trabajar para cesar el conflicto,  construir un camino diferente al de la guerra, y  mantener vigente la opción de la solución política  como la mejor alternativa. Este es un avance sustancial si se tiene en cuenta que la salida  negociada al conflicto se había cerrado por casi  una década, y que no aparecía camino diferente al  de la confrontación abierta y en escalada. Como consecuencia de su trabajo, la Mesa Nacional de Diálogos y Negociación, viene debatiendo los temas
sustanciales de la Agenda, y ambas partes han presentado sus respectivas propuestas sobre el cese  al fuego y de hostilidades.

 3.Política de Estado Hoy, el Proceso de Paz es una  política de Estado. Así, desde el comienzo de los     diálogos, se ha ampliado el espacio indispensable para crear confianza entre las partes de la Mesa,  requisito básico de todo proceso de esta  naturaleza.  A partir de allí, hemos logrado serios y adecuados      mecanismos de diálogo y negociación, entre ellos varios de procedimiento que, en otros países,  llevaron varios años de discusiones y rupturas, como la metodología, la construcción de una sede, mecanismos de información pública y canales de  participación ciudadana, que han permitido una   interlocución nacional e internacional. En la  actualidad, además, este cuenta con una zona donde  dialogar y negociar en el territorio nacional; una    Mesa de Diálogos y Negociación, en la que el  Presidente ha designado como sus voceros personas de distintos sectores de la sociedad, entre ellos,  de la iglesia católica, los partidos políticos,  militares en retiro y empresarios; Una Agenda  Común, un Comité Temático Nacional con nutrida representatividad en la sociedad colombiana; un Comité de Apoyo Político al máximo nivel directivo;  y una serie de instrumentos, entre ellos el de las  Audiencias Públicas, que, paulatinamente, han llevado el proceso a la sociedad y han permitido la expresión de los diferentes sectores del país, así como su representación en sus diversas instancias.

 4.Interlocución General Existe, por lo tanto, una  interlocución general con participación de la Iglesia Católica, funcionarios, gobernadores y  alcaldes, parlamentarios, empresarios, sindicatos,   partidos y movimientos políticos, universidades,  mujeres, gente de la cultura, organizaciones no gubernamentales, periodistas y diversas delegaciones civiles, que se seguirán nutriendo a  la medida que el proceso continúe avanzando.

 5.Agenda Común Mención especial merece el acuerdo acerca de la agenda común para el cambio hacia una
 nueva Colombia, herramienta de trabajo básica que ha generado consenso sobre la imperiosa necesidad  de construir una patria democrática, pluralista, con justicia social y pacífica, que garantice las  bases hacia la reconciliación y la unidad  nacionales.



       6.Participación Internacional El proceso de paz, de otro lado, no solo ha originado grandes  expectativas internacionales, sino que, desde su  misma instalación, se ha venido abriendo al   exterior de manera gradual y positiva a través,  entre otros de la Audiencia Internacional sobreCultivos Ilícitos, la interlocución con diferentes  países, reiteradas conversaciones con el Delegado  Especial del Secretario General de la ONU, la gira los miembros de la Mesa por Europa, y múltiples  personalidades de la vida política empresarial y    económica de diferentes países del mundo.

 Comprendiendo la importancia de la comunidad internacional para que el proceso de paz en  Colombia tenga éxito, hemos acordado la  participación de países amigos, y organismos internacionales, para informarlos regularmente  sobre el estado y la evolución del proceso e   incentivar su colaboración. La Mesa Nacional de
Diálogo y Negociación les propone la creación, de su seno, de un grupo de 8 naciones que, con una     frecuencia bimestral, se reunirá con la mesa a fin de informarse sobre la marcha del proceso y, además, orientar, coordinar y facilitar una reunión  semestral que se realizará con la totalidad de ellos.

 7.Responsabilidad Compartida En esa vía, un logro importante a la solución de los problemas que  aquejan a la sociedad colombiana, ha sido la  aceptación el principio de la responsabilidad compartida en el tráfico de narcóticos que atañe a los países consumidores, y a los que sin ser productores facilitan la distribución de precursores, sirven de intermediarios financieros y toleran el lavado de activos que este negocio genera, según lo reconocieron los delegados de gobiernos europeos, latinoamericanos, del Canadá y  Japón, participantes en la Audiencia Internacional sobre Cultivos Ilícitos y Medio Ambiente. Tal como  reitera la Declaración de los Países y Organismos Internacionales en la Audiencia pública Internacional, hay la necesidad de un enfoque    global y equilibrado del problema del narcotráfico  basado en los principios de responsabilidad       compartida y de cooperación internacional entre  países productores y consumidores de droga (junio 30 2000) . En concordancia con lo anterior, las  FARC-EP ha suscrito, en el Acuerdo de los Pozos, que no se oponen a los proyectos de erradicación manual y de sustitución de cultivos ilícitos, reiterando que tal proceso debe adelantarse de  común acuerdo con las comunidades. Y, a su vez, ambas partes han coincidido en la importancia  estratégica de trabajar en la protección y  recuperación del medio ambiente.

C.NUEVA DINAMICA


1.Acuerdos Hoy no es suficiente con mantener la expectativa nacional e internacional sobre la  solución política, y resulta indispensable llegar a  acuerdos de envergadura, porque son ellos y solo  ellos, los que verdaderamente alimentan y  consolidan el proceso.

 2.Negociar en Medio del Conflicto El proceso tiene complejidades, entre ellas, negociar en medio del      conflicto. En esa dirección, la Mesa Nacional de  Diálogos y Negociación, viene trabajando, con   discreción y rigor, en la discusión del cese al  fuego y las hostilidades, en el entendido de que  este es un instrumento para generar un nuevo  escenario que permita, de manera adecuada, buscar el objetivo prioritario de la Mesa: la paz con justicia social. 

A su vez, la Mesa Nacional de Diálogos y  Negociaciones, creó la Comisión Auxiliar de Casos Especiales para no distraer el objetivo mencionado e impedir que las negociaciones se vean  interrumpidas.


 3. Agenda En la actualidad la Mesa Nacional de Diálogos y Negociación, adelanta las conversaciones       sobre el modelo de desarrollo económico y social, cuyo propósito integral es el crecimiento económico, la generación de empleo, la distribución del ingreso y el desarrollo social. En tal sentido,   ha acordado como metodología la presentar las propuestas de las partes, analizar las iniciativas recogidas en las Audiencias Públicas y recibir información de expertos en las materias respectivas.



       4.Zona de Distensión Capítulo especial merece la zona de distensión. Dictada por decisión autónoma   del Presidente de la República, se creo, exclusivamente, como una herramienta para el  desarrollo del diálogo y la negociación, con plenas garantías y seguridad para las partes, condiciones esenciales del mismo. Alrededor de esta se han suscitado polémicas, cuestionamientos y críticas.  Sobre el tema, la Mesa Nacional de Diálogos y  Negociación, está estudiando los métodos que, de  común acuerdo, permitan evaluar los asuntos que se     presenten sobre ella. Como parte de ellos, la Mesa  visitará las comunidades y alcaldías de los 5      municipios, para analizar sus inquietudes y  apreciaciones. Pobladores del área, a través de   marchas, documentos y declaraciones, han  manifestado su apoyo a este proceso de paz y de la zona.


5.Audiencias Públicas Las Audiencias Públicas, como  mecanismo de vinculación de la sociedad al proceso    de paz, han jugado un papel fundamental. En la actualidad, y con miras a desarrollar el bloque temático de distribución del ingreso y desarrollo social, se viene estudiando el enriquecimiento y diversificación de su formato para ampliar y facilitar la vinculación de los diferentes sectores de la sociedad. Observamos, también, amplia discusión nacional sobre los instrumentos del  proceso, pero muy poca sobre los temas de la       Agenda. Promocionar diferentes formas de análisis de su contenido y abrirle campo en los más diversos      espacios, permitirá seguir poniendo la paz con justicia social, en el corazón del transcurrir colombiano.


Con el objeto de acercar más el proceso a la  participación directa de todos los colombianos, la Mesa Nacional de Diálogo y Negociación, de acuerdo  con las condiciones, podrá programar audiencias  públicas en otras áreas del país, distintas a la zona de distensión o en el exterior, con colombianos residentes allí.


 6.Comité de Apoyo Político Con el objeto de generar una fluida información hacia los grupos y      movimientos políticos del país, la Mesa Nacional de Diálogos y Negociación amplió la representación a       los grupos independientes y del Frente Social, y  dentro de la política nacional y de Estado,  mantendrá reuniones paulatinas del comité político, como la sostenida el pasado 28 de febrero, con base   en el Acuerdo de Caquetania.


7.Disminución del Conflicto Tanto el Gobierno como las FARC-EP han coincidido en la importancia de       avanzar en las discusiones sobre los mecanismos  para acabar con el paramilitarismo y disminuir la       intensidad del conflicto. En tal sentido, la Mesa  Nacional de Diálogos y Negociación estudia la  creación de una comisión con personalidades nacionales, que formulen recomendaciones en estas dos direcciones.


D.CONCLUSION

La Mesa Nacional de Diálogos y Negociación entiende que su responsabilidad está en luchar porque la       Agenda mantenga su papel fundamental, buscar entendimientos en torno al cese al fuego y hostilidades, encontrar objetivos comunes intermedios e iniciativas creativas para impulsar y  madurar el proceso, y generar planes de trabajo  conjunto. Por lo tanto se declara abierta a todos   los aportes constructivos de los diversos sectores de la sociedad colombiana y del grupo de los países amigos. La Mesa, a través de esta evaluación,  continua buscando caminos de reconciliación y   destacamos, consecuentemente, que el Gobierno  Nacional y las FARC-EP, ratifican su voluntad de  avanzar en el proceso, fruto de su construcción   bilateral y trabajo mutuo, en búsqueda de una paz con justicia social, firme y duradera.


Este acuerdo fue de vital importancia por el importante papel que cumpliría la Comisión Facilitadora en los momentos más álgidos de la crisis del proceso de paz, ella con su influencia diplomática y su autoridad motivó al gobierno en los momentos más álgidos de desánimo.

D.  DE FEBRERO 9   AL 5 DE NOVIEMBRE DEL 2001

Esta es una nueva etapa, por la importancia del acuerdo de Los Pozos, por los nuevos protagonistas y por los compromisos de los actores en la búsqueda del cese a fuego y la discusión sobre la agenda común, culmina el 5 de noviembre con la firma del acuerdo de San Francisco de la Sombra. La Comisión de Notables serviría también para reforzar el proceso y este se oxigenaría por la prorrogación de la zona de distensión hasta el 9 de octubre. 

El  8 de marzo se presenta una importante reunión de la comunidad internacional de 28 países en un encuentro en Villa Nueva Colombia, para informarles sobre el avance del proceso y el 21 de marzo la reunión es en pleno con los 10 países de la Comisión facilitadora;  el 2 de junio se produce el hecho más importante de esta etapa, ya  que fue un acto de distensión , el acuerdo entorno a la liberación de362 policías y 15 guerrilleros, la primera liberación se produjo el 5 de junio, al ser dado en libertad el coronel Alvaro León Acosta, enfermo desde su cautiverio a ser derribado el helicóptero en que viajaba, fue dejado en libertad con varios uniformados y el 16 de junio en Valledupar son liberados 14 guerrilleros y llevados a la zona de distensión; el 17 y 18 de junio fueron liberados 29 efectivos del estado en los departamentos de Antioquia y Santander y finalmente el 28 de junio se produjo la mayor liberación, 242 miembros de la fuerza pública en La Macarena, en un acto que no solo generó expectativas positivas, sino todo un jolgorio en el que fue levantado en hombros el Presidente Pastrana en una de las brigadas donde se dirigió a los uniformados y sus familiares, en un discurso que terminó desmotivando a la FARC, porque se refirió mal a ellos, algo delicado en un momento de búsqueda de una negociación definitiva, sin embargo el ambiente con respecto al proceso fue altamente positivo.

Varios operativos de las FARC,  causan escándalo internacional, uno de ellos el secuestro en un vehículo de las Naciones Unidas del exgobernador del Caquetá, Alan Jara, el 15 de julio; el 18 de tres ciudadanos alemanes en el Cauca, el secuestro de Consuelo Araujo Noguera, la captura el 12 de agosto de tres irlandeses provenientes de la zona de distensión acusados de entrenar guerrilleros; en el mes de septiembre, el 27 la Comisión de Notables entrega el informe más importante sobre el Proceso de Paz con recomendaciones trascendentales que en verdad, no fueron tenidas en cuenta; otro escándalo se presenta el 28 de septiembre, cuando no es dejado ingresar a la zona de distensión el candidato Horacio Serpa, quien se dirigía a una manifestación electoral en San Vicente, más como un acto de provocación y oposición a Pastrana por sus fuertes críticas al proceso; el peor de todos se presentó un día después, el 29 de septiembre, cuando las FARC asesinaron a Consuelo Araujo Noguera, tradicional cacica política de la Costa Atlántica y exministra de Pastrana; la motivación entorno al proceso se desvaneció, por la lógica actitud de los medios que enfilaron sus críticas sobre la zona de distensión, sin embargo, motivó a los actores a “buscar la Paz en Paz”, lo que se reflejó en la firma del acuerdo de San Francisco de la Sombra, el 5 de octubre del  2001 y cuyo contenido versa así: 


"Acuerdo de San Francisco de la Sombra
para concretar y consolidar el Proceso de Paz

En área rural del Municipio de San Vicente del Caguán, se reunieron, por parte del Gobierno Nacional, el Alto Comisionado para la Paz, Camilo Gómez, y el Asesor Especial Juan Gabriel Uribe, y por parte de las FARC-EP su Comandante en Jefe Manuel Marulanda Vélez, y sus Voceros en la Mesa de Diálogo y Negociación Raúl Reyes, Joaquín Gómez, Simón Trinidad, Carlos Antonio Lozada, Andrés París y los Comandantes Jorge Briceño e Iván Rios, considerando:



A. Que la solución política negociada al conflicto social y armado es la vía adecuada para resolver la crisis por la que atraviesa el país y constituye el más grande anhelo nacional.

B. Que el proceso de paz requiere de un ambiente propicio sin confrontación armada entre ambas partes.

C. Que los actuales niveles de la confrontación hacen indispensable lograr acuerdos que lleven a la disminución del conflicto.

D. Que el Gobierno reitera de manera enfática y categórica su rechazo a todo tipo de secuestro, tanto el de parlamentarios, como servidores públicos o de cualquier otra persona y dentro del estudio de la tregua con cese de fuego y hostilidades el Gobierno lo planteará como una prioridad.

E. Que somos conscientes de la responsabilidad histórica ante el pueblo de Colombia que en medio de las dificultades y sacrificios, mantiene la fe y la esperanza de vivir en un país en paz con justicia social, que supere las grandes diferencias económicas, políticas y sociales que mantienen enfrentados a los colombianos.

F. Que a lo largo del proceso hemos logrado crear valiosos instrumentos para obtener estos propósitos. El fundamental: La Agenda Común por el Cambio Hacia una Nueva Colombia.

G. Que entendemos que este es un momento crítico que exige definiciones, aportes y sin duda una nueva dinámica para el proceso de diálogo y negociación.



ACORDAMOS



1. Abocar de inmediato el estudio integral del documento de recomendaciones presentado por la Comisión de Personalidades, que contiene temas como la tregua con cese de fuegos y hostilidades, el secuestro, las acciones para acabar con el fenómeno del paramilitarismo y la eventual convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, sin detrimento de la Agenda Común. Las partes valoran altamente los demás instrumentos que enriquecen su trabajo y que están en discusión sobre la Mesa.

2. En esta nueva etapa, consideramos de la mayor importancia invitar a los candidatos presidenciales y a los movimientos y partidos políticos para referirse a los temas anteriores, dar sus aportes al proceso en curso e intercambiar ideas sobre el momento político del país.

3. De la misma manera, la Mesa invitará a los distintos sectores de la vida nacional para dar sus aportes al proceso en curso.

4. La Mesa invita al Consejo Nacional de Paz para realizar un intercambio de opiniones sobre los mismos temas.

5. La Mesa intensificará su trabajo y en la primera reunión desarrollará un cronograma para el análisis de los documentos mencionados y para el desarrollo de las actividades descritas. Se realizará una evaluación mensual acerca de los avances obtenidos en las discusiones de los temas mencionados y se informará a la opinión pública al respecto sin perjuicio de los mecanismos de información anteriormente acordados.

6. Reiteramos que la Zona de Distensión tiene como único propósito adelantar el diálogo y la negociación. En ese sentido ratificamos:



A. Que la única autoridad sobre esta Zona la ejercen los alcaldes democráticamente elegidos y los demás funcionarios municipales sin perjuicio de la ejercida por el Gobierno Nacional. Así mismo las FARC ratifican su compromiso a respetarlos.

B. Que los alcaldes de la Zona junto con la policía cívica y los inspectores de policía ejercen las funciones de policía y las FARC ratifican su compromiso de respetarlos.

C. En la Zona de Distensión todos los candidatos, así como los pobladores de estos cinco municipios pueden realizar sus actividades políticas y electorales.

D. La Mesa promoverá, junto con los Alcaldes de los municipios de la Zona de Distensión, la realización de reuniones abiertas para que los pobladores de la Zona manifiesten sus inquietudes sobre ésta, a las cuales podrá invitar observadores.



7. Lo anterior se expresa sin perjuicio de las facultades propias que le corresponden al Presidente con relación a la Zona de Distensión.

8. Las FARC expresan y ratifican que las denominadas pescas milagrosas en las vías, no hacen parte de su política. En ese sentido, las FARC darán las instrucciones a todos sus integrantes de no realizar este tipo de actividades.

9. Los firmantes de este acuerdo hacen un llamado a todos los colombianos para no cesar en el empeño de una salida política al conflicto colombiano. Octubre 5 de 2001.



Firman: POR EL GOBIERNO NACIONAL:
Camilo Gómez Alzate, Alto Comisionado para la Paz.
Juan Gabriel Uribe, Asesor Especial.

POR LAS FARC-EP
Manuel Marulanda Velez, Comandante en Jefe de las FARC-EP.
Voceros de las FARC-EP:
Raúl Reyes, Joaquín Gómez, Simón Trinidad, Andrés París y Carlos Antonio Lozada. Comandantes: Jorge Briceño e Iván Rios".

A.   DEL 5 DE NOVIEMBRE  DEL 2001 AL 20 DE FEBRERO DEL 2002:  CRISIS Y FIN DEL PROCESO

El acuerdo de San Francisco dio lugar a la prorroga de la zona de distensión desde el 15 de octubre del 2001 hasta el 20 de enero del 2002, lapso que significó la quiebra radical del proceso.  Desde allí la discusión en torno al cese al fuego va a ser lo prioritario; sin embargo, los problemas se inician cuando el gobierno decide imponer controles sobre la zona de distensión,  entre ellos no permitir que entraran extranjeros a la zona si no fuese con permiso gubernamental, aumentar los retenes hacia ella, controlar el ingreso de alimentos, realizar sobre vuelos en la zona.   Desde este momento el debate giró entorno a las garantías para la estadía en la zona de distensión por las FARC quienes repudiaron abiertamente la decisión del gobierno, inclusive a mediados de noviembre envió Marulanda Vélez a Pastrana una carta contundente con condiciones para continuar con las negociaciones en donde afirmaba, a raíz de las controles impuestos en la zona de distensión: “En caso de no aceptar nuestras propuestas es necesario acordar un día para reunir la mesa en pleno, hacer un balance de la situación de la zona y entregar las cinco cabeceras municipales”, sus propuestas giraban entorno a no imponer controles sobre la zona;  a los pocos días la comisión de notables presentó su informe de recomendaciones, el 15 de octubre, advirtieron que el proceso entraría en una crisis irremediable sino se tomaban ciertas medidas, para ellos era prioritario el cese al fuego. Ya que la guerra torpedeaba el proceso, advertían que sino había tregua, el proceso moría, inclusive propusieron mecanismos de localización de las tropas de ambos bandos con la intensión de acabar en una tregua con la movilidad de ambos bandos, describieron condiciones a las FARC, mecanismos de financiación de la guerrilla en tregua, manejo del tiempo, la necesidad de una Constituyente y la ampliación de la agenda de discusión.

Lógicamente las condiciones para el proceso habían cambiado a raíz de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, Pastrana tenía en George W. Bush un aliado perfecto para seguir desarrollando la guerra, ello en buena parte explica porque es el propio presidente Pastrana el encargado de provocar el proceso en un momento en que recién se había firmado el acuerdo de San Francisco.  La agudización de la enfermedad terminal del hijo del  policía en cautiverio Norberto Pérez, le exigió a este el querer ver por última vez a su padre, situación manipulada por los medios ampliamente quienes propusieron la liberación del cabo para alegrar al niño Andrés  Felipe Pérez, mostraron al niño en su estado de gravedad y “tirofijo” propuso el intercambio por un guerrillero, lo que no fue aceptado por el gobierno; el 28 de diciembre fallece el niño, hecho plenamente aprovechado por los medios de comunicación para lanzarse en una crítica demoledora apoyada por la extrema derecha sobre el proceso y la zona de distensión, desde allí los acuerdos no estuvieron en su mejor momento,  la discusión más álgida empezó en los primeros días del mes de enero del 2002.

América Latina ya estaba presenciando la crisis argentina, que se había desatado desde finales de diciembre y que durante todo enero representó algo bochornos y escandaloso pero motivante para las FARC; la aplicación del modelo neoliberal y la bancarrota del Estado por la corrupción y ell endeudamiento externo, mostraron lo que en el futuro sería la situación de muchos países latinoamericanos entre ellos Colombia: la crisis social y económica.  La desconfianza para negociar con un presidente escandalizado por ser neoliberal, por las altas tasas de desempleo y la corrupción alertaron a las FARC de que podrían estar favoreciendo un político con muchos rasgos de los políticos argentinos.  El hambre, la miseria, el corralito financiero y sobre todo las grandes movilizaciones de piqueteros en Buenos Aires le insinuaban a las FARC que la desmovilización de la guerrilla se negociaría en condiciones desfavorables para las masas sociales y era mejor un compás de espera para que estallaran esas esperadas condiciones objetivas de la revolución que hacían posible el triunfo.

Desde noviembre el país venía presenciando dos grandes esquemas para enfrentar la guerrilla, por un lado los diálogos con esta, cuyo más significativo ejemplo fue el oriente antioqueño, 23 alcaldes buscaron un acuerdo humanitario con los grupos armados en encuentro programado con las comunidades, en contravía a la decisión del gobierno central de no apoyarlos llegaron a un acuerdo de tregua unilateral por el ELN, de no hostigar la policía, suspender atentados a la infraestructura y los retenes en la autopista Medellín-Bogotá; en el otro polo se decidió por la “resistencia civil” a la guerrilla; la iniciaron los habitantes de Caldono al enfrentarse a las FARC el 10 de noviembre, también en Bolívar, ambos en el Departamento del Cauca, noticia ampliamente publicitada, ya que los habitantes salían a enfrentar directamente a quienes pretendían tomarse sus pueblos, los hechos del 31 de diciembre  en el corregimiento de Puracé, en los cuales las FARC asesinaron al estudiante de derecho Jimmy Guauña, cuando organizó la resistencia civil contra una toma de las FARC motivaron a los medios a reforzar la campaña de no al diálogo y si a la resistencia;  manifestaciones de protesta se desarrollaron en Coconuco, Berruecos al norte de Pasto, Belén de los  Andaquíes en el Caquetá; todo el mes de enero fue de estímulo desde los medios e inclusive los militares para que la población se enfrentara masivamente a la guerrilla en los momentos de las tomas, la más grande se programo en todo el país el 20 de febrero, fecha de rompimiento de los acuerdos.

Es importante conocer detalladamente, día a día los diversos hechos para poder comprender porqué se desvertebró el proceso de paz; a nuestro parecer los dos actores no estuvieron interesados en mantenerlo puesto que a estas alturas la coyuntura nacional e internacional y el desprestigio del proceso habían cambiado las reglas del juego, sin embargo, los hechos cotidianos aceleraron la ruptura en varias etapas, una que va desde los primeros días de enero hasta el 20 día en que se prorroga la zona de distensión hasta el 10 de abril y otra que va del20 de enero al 20 de febrero,  exactamente un mes después día en que se liquida el proceso.  Los intentos de distensión fueron inciertos por las fuertes arremetidas de la guerrilla y las respuestas del ejército, precisamente en momentos en que se anunciaba la crisis de la política de negociar en medio de la guerra, pero también las claras indefiniciones y la desconfianza de la guerrilla frente a un gobierno que tomó decisiones en contravía a una salida negociada.

El primero de enero no solo fue asesinado un concejal en Aguadas, Francisco López, sino que se conoció la muerte de 8 militares cuando se desplazaban hacia Coconucos en el Cauca, este hecho es el inicio de la más grande ofensiva guerrillera y militar, estos últimos mataron en Fortul, Arauca a tres personas por hacer caso omiso a un retén militar; los contactos guerrilla-gobierno se iniciaron el 3 de enero en Los Pozos, como lo acordaron el 24 de diciembre  y el foco de la discusión continuó siendo el tema de las garantías por los controles establecidos por el gobierno el 17 de octubre del 2001, fecha desde la cual estaba congelado el diálogo; al gobierno le interesaba acelerar la tregua planteada en el acuerdo de San Francisco y las FARC insistían en que mientras no se dieran garantías no habría diálogos; en esta reunión se conocieron los aspectos más amplios de las divergencias FARC-Gobierno, para la guerrilla quienes reclamaban el cese al fuego y las hostilidades, callan frente a temas como el sistema económico, las políticas neoliberales, la reforma política, el subsidio al desempleo, la intervención norteamericana, la extradición, la corrupción el paramilitarismo y la solución concertada de los cultivos ilícitos; en la reunión el alto comisionado Camilo Gómez reiteró la decisión de mantener los controles sobre la zona de distensión, rodeada totalmente de tropas estatales, lo que significaba un riesgo latente para los jefes del Estado Mayor que veían en el avance del cordón militar y paramilitar sobre la zona un riesgo a su propia existencia, se empezaba a vislumbrar problemas con las restricciones a la entrada de alimentos y combustibles.

El mismo día de la reunión se conocieron las presiones paramilitares en Samaná (Caldas), donde fue destruido el único puente de comunicación y la bocatoma, 120 familias se desplazaron a la Dorada, el 6 de enero fue en El Tarra, Norte de Santander,  donde se desplazaron numerosas personas hacia Ocaña y Convención por presiones paramilitares; el 8 de enero, Marulanda Vélez propuso un nuevo encuentro con Pastrana y envió cartas a todos los sectores sociales y políticos del país en donde describía la posición de las FARC frente al proceso, al Congreso de la República le escribió:  “Vemos conveniente una reunión con los presidentes de las cámaras del congreso para intercambiar opiniones.  Realmente nos preocupa que mientras la insurgencia y en particular las FARC-EP, busca soluciones políticas al conflicto social y armado por medio de la mesa de diálogo, las mayorías del congreso legislan en contravía de los intereses de los trabajadores, como lo prueban las nuevas leyes laborales, pensionales y tributarias que afectan principalmente a los obreros y empleados”;  “Vemos muy perjudicial para el futuro del país que las mayorías bipardtidistas del parlamento sigan por el camino equivocado de aprobar incrementos desmedidos de los gastos para la guerra interna, que significan además recortes a los presupuestos de la educación y la salud y como si fuera poco, el Congreso aprueba una ley de seguridad nacional y faculta al presidente para que reglamente un nuevo estatuto antiterrorista, mientras tanto la corrupción sigue campeante en los recintos del congreso”.

En carta a los gremios económicos les recordaron que más de 3 millones de colombianos estaban desempleados y el 50% de la fuerza laboral del país subutilizada, se han dejado intactos los privilegios de monopolios nacionales e internacionales, los empresarios se han comprometido con el neoliberalismo que ha empobrecido a 25 millones de colombianos, apoyan el presupuesto para la guerra; en cara a los militares les recordaron sus vínculos con los paramilitares y fustigaron su visión del proceso como rendición.

Al tiempo, Pastrana recibía la donación de 14 helicópteros BlackHaw por Estados Unidos en la base de Tolemaida e inauguraba el Comando Operativo de Acción Integral del Sumapaz; el 10 de enero el proceso entró en declive, no se llegó a ningún acuerdo en una nueva reunión y Camilo Gómez se apresuró a decir que las FARC, desocuparían la zona de distensión en48 horas, o sea el 12 de enero, las FARC afirmaban que la entregarían el 20 de enero, lo que generó una amplia tensión en el país que pensaba que se avecinaba la guerra total, cuando desde hacía dieciseis años estaban en ella, el tema de discordia seguía siendo el de los controles, mientras la sociedad civil de la zona de distensión se sumía en el miedo desde la intervención televisada de Pastrana que le puso plazo a las FARC hasta el 12 de enero para tomar una decisión y hasta el 14 para retirarse de la zona de distensión, se apreció la enorme movilización de 23.000 efectivos militares, 35 helicópteros Blackhaw, 4 aviones de inteligencia , una flotilla de inteligencia OV-10 y aviones tucanes, mientras tanto las FARC empezaron a desmontar la sede de los Pozos y varios retenes, la tensión fue enorme y el papel de los acompañantes internacionales empezó a dar sus frutos, largas reuniones del asesor de la ONU James Lemoyne con los negociadores de las FARC, mientras los países fronterizos tomaban medidas en los límites, especialmente Ecuador, cerca de la zona de distensión fue asesinado el Alcalde de Puerto Rico, Caquetá.  Finalmente las FARC aceptaron renunciar a  su reivindicación de desmontar los controles y se comprometieron a discutir sobre la tregua, lo que trajo descanso a la población civil que empezaba a salir apresurada de la zona de despeje por temor a sufrir los rigores de la guerra.  El papel de la comisión internacional fue vital, pero también la movilización de gentes del Caguán hacia los Pozos, pidiendo la continuidad del proceso:


DECLARACION DEL GRUPO DE PAISES FACILITADORES DESDE LOS POZOS



Los Pozos, 14 de enero de 2002 (ANCOL).- Como un servicio a sus abonados, Ancol publica la declaración del Grupo de los Países Facilitadores en el Proceso de Paz entre el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc-Ep), leída hoy aquí por el embajador de Francia, Daniel Perfait.

"El Grupo de Países Facilitadores --integrado por Canadá, Cuba, España, Francia, Italia, México, Noruega, Suecia, Suiza y Venezuela-- reconoce los esfuerzos de las partes en el mantenimiento del proceso de paz, apoya con firmeza la salida política negociada al conflicto colombiano y está empeñada en la actual difícil coyuntura a hacer todo lo necesario para que el mismo continúe y se profundice.

El Grupo de Países Facilitadores ha constatado que:

A) El presidente de la República, Andrés Pastrana, ha manifestado que las garantías para el desarrollo de la negociación en la Zona de Distensión están dadas.

B) Las Farc-Ep le han manifestado al Grupo de Países Facilitadores que aceptan las garantías para el desarrollo del diálogo y la negociación en la Zona de Distensión.

Así mismo, el Gobierno y las Farc-Ep le han transmitido al Grupo de Países Facilitadores su determinación de poner en práctica de forma inmediata el Acuerdo de San Francisco de la Sombra y de llegar en breve plazo a acuerdos concretos.

Por lo anterior, el Grupo de Países Facilitadores expresa que existen las condiciones para reiniciar de inmediato los trabajos de la Mesa.

El Grupo de Países Facilitadores exhorta a las partes a confirmar los compromisos de esta declaración.

14 de enero de 2002".



La guerra no dejó de estar presente, el 12 de enero día de tensión por lo incierto del futuro del proceso de paz, una pipeta de gas con dinamita fue lanzada sobre el distrito militar 54 en Granada, Meta, que dejó 39 heridos, 23 militares y 16 civiles, entre ellos un bebe de 9 meses, varios barrios destruidos ; el 14 de Enero murieron 9 agentes durante un ataque al municipio de San José de Albán en Nariño y en Santa Marta murieron dos civiles cuando paramilitares lanzaron una granada,  Entre el 14 y el 20 de enero se selló el compromiso entre las partes de establecer un cronograma de trabajo que condujera a acuerdos sobre el cese al fuego según se estableció en el acuerdo de San Francisco citado constantemente por ambas partes; el ambiente de tensión se agudizó el 16 de enero, cuando un grupo de seis congresistas norteamericanos prometieron contribuir para que la ayuda militar del Plan Colombia se utilizara en la guerra contra la insurgencia, el 17 de enero una flotilla aérea llegó a Neiva, helicópteros de alto poder para controlar por el aire los alrededores de la zona de distensión; el interés del gobierno se centraba en la tregua y el cese de hostilidades y luego la discusión sobre las reformas, para la guerrilla un cese de hostilidades debía incluir el subsidio al desempleo, la depuración de las Fuerzas Armadas, el fin de las privatizaciones, la no extradición, el canje entre otros.

Los operativos militares de la guerrilla aumentaron, el Meta quedó en la oscuridad por la voladura de torres de energía que afectaron a su capital Villavicencio y 16 municipios más, se vivió una racha de ataques contra oleoductos, un carrobomba destruyó un importante puente en el Ariari, el 16 de enero murieron 6 soldados en Tadó (Chocó), fuerte enfrentamientos FARC_AUC en Dabeiba (Antioquia) desplazaron población,  hubo atentados a los oleoductos en Boyacá y Arauca,  atentado a gasoducto en la vía Payoa-Bucaramanga, 3 soldados muertos en el Cauca, los bloqueos del ELN a las carreteras en Nariño incomunicaron 11 municipios, hubo combates FARC-Ejército en Caldono (Cauca).

Finalmente el 21 de enero se conocieron los resultados de las reuniones del alto comisionado, el delegado de la ONU y los representantes de las FARC, el presidente decidió prorogar la zona de distensión hasta el 10 de abril, debido a un acuerdo que comprometía a las FARC ha establecer mecanismos para acelerar la tregua y a la presentación de un cronograma de actividades claramente definido, como se nota en el documento:

ACUERDO DE HOY TIENE METAS Y FECHAS PARA LLEGAR A LA PAZ: PARFAIT



Los Pozos (Caquetá), 20 de enero de 2002 (ANCOL).- El Grupo de Países Facilitadores del Proceso de Paz declaró esta noche su complacencia por la suscripción del 'Acuerdo de Cronograma de Consenso para el Futuro del Proceso de Paz' entre el Gobierno Nacional y las Farc.

Daniel Parfait, embajador de Francia en Colombia y coordinador de este grupo facilitador del proceso, resaltó que este acuerdo tiene metas y fechas definidas para que la negociación avance.

"Durante toda la semana hemos trabajado mucho. De manera desinteresada y con toda nuestra energía por el bien de Colombia. Hemos trabajado como si fuéramos colombianos. Esta noche nos sentimos colombianos. Sentimos alegría y felicitamos a las partes porque tuvieron la sabiduría de encontrar una salida en una situación sin salida", comentó Parfait.

"Sentimos una gran alegría porque tras el acuerdo se abre un espacio nuevo. El acuerdo de hoy es un acuerdo concreto, con metas y fechas para llegar a la paz. El camino está trazado".

El diplomático expresó la determinación de la comunidad internacional de continuar acompañando el proceso. "A pedido de las partes, continuaremos acompañando el proceso en este camino. Estamos convencidos de que el pueblo colombiano y la comunidad internacional esperan avances concretos y confiamos que Colombia salga lo más pronto posible de la situación actual. Estamos totalmente dispuestos a continuar con nuestro papel de facilitadores", puntualizó Parfait.


El Gobierno Nacional y los voceros de las Farc-Ep reunidos durante los días 19 y 20 de enero de 2002 en la inspección de los Pozos, municipio de San Vicente del Caguán, en presencia de la Comisión Facilitadora Internacional, la ONU y la Iglesia Católica, y

CONSIDERANDO

1. Que las Partes reiteran que la salida política negociada es la vía para resolver el conflicto armado en Colombia, para lo cual harán todo su esfuerzo por continuar trabajando en un ambiente de confianza mutua, con el ánimo de concretar acuerdos, que permitan avanzar en el desarrollo del proceso.

2. Que la Agenda Común hacia el Cambio por la Nueva Colombia es el documento fundamental en el proceso de diálogo y negociación entre el Gobierno Nacional y las Farc.

3. Que las Partes en el Acuerdo de San Francisco afirmaron que el proceso de paz requiere de un ambiente propicio y sin confrontación armada.

4. Que es indispensable llegar a acuerdos que lleven a la disminución del conflicto.

5. Que las Partes han reconocido que dicho Acuerdo, así como el Documento de Recomendaciones de las Personalidades, trazan una ruta adecuada para el desarrollo inmediato y la profundización del proceso de paz.

6. Que en el Acuerdo de San Francisco, el Gobierno Nacional y las Farc-Ep acordaron abocar de inmediato el estudio integral del documento de recomendaciones presentado por la Comisión de Personalidades.

7. Que las Partes consideran que se hace necesario desarrollar dicho Acuerdo en el sentido del acompañamiento político, invitando a los candidatos presidenciales, los movimientos y partidos políticos, al Consejo Nacional de Paz y a los distintos sectores de la vida nacional, que las Partes acuerden, con el propósito de dar sus aportes al proceso en curso.

8. Que las Partes acordaron abocar de manera inmediata e integral el desarrollo del documento presentado por la Comisión de las Personalidades el pasado 17 de septiembre.

9. Que igualmente corroboramos la vigencia de los siguientes documentos ya firmados por las Partes: el Acuerdo de Caquetania suscrito el 2 de mayo de 1999, el Acuerdo de los Pozos suscrito el 9 de febrero de 2001 y el Acuerdo de San Francisco de la Sombra suscrito el 5 de Octubre de 2001.

10. Que dentro del Acuerdo de los Pozos se dice en el punto 10: 'Las Farc-EP no se oponen a los proyectos de erradicación manual y sustitución de cultivos ilícitos, pero reiteran que un proceso tal debe adelantarse de común acuerdo con las comunidades. Gobierno Nacional y Farc-EP coincidimos en la importancia estratégica de trabajar en la protección y recuperación del medio ambiente.

ACUERDAN

1. La Mesa Nacional de Diálogo y Negociación abocará de inmediato el estudio de la tregua con cese de fuegos y hostilidades, de conformidad con el documento de recomendaciones de las personalidades.

2. Incorporar de forma inmediata el tema del secuestro como componente inseparable de la propuesta presentada por la comisión de personalidades a la Mesa Nacional de Diálogo y Negociación, en el marco de la discusión de la tregua con cese de fuego y hostilidades.

3. Incorporar de forma inmediata el tema del fenómeno del paramilitarismo como componente inseparable de la propuesta presentada por la comisión de personalidades a la Mesa Nacional de Diálogo y Negociación, en el marco de la discusión de la tregua con cese de fuego y hostilidades.

4. En el desarrollo de la discusión del tema de tregua con cese de fuegos y hostilidades las partes podrán presentar propuestas encaminadas a la disminución del conflicto.

5. Hacen parte de los insumos de la Mesa para continuar su discusión: las propuestas intercambiadas sobre cese al fuego y hostilidades, el documento de recomendaciones de la comisión de personalidades a la Mesa Nacional de Diálogo para el estudio conjunto de las partes, y la propuesta presentada por las Farc-EP sobre subsidio a los desempleados, mientras se logran acuerdos definitivos acerca del desempleo.

6. Invitar a los candidatos presidenciales, a los movimientos y partidos políticos y al Consejo Nacional de Paz para dar sus aportes al proceso en curso e intercambiar ideas sobre el momento político del país, de acuerdo con lo convenido en San Francisco.

7. Las Partes conformarán, de común acuerdo, una Comisión Internacional de acompañamiento que permita servir de verificadores de los acuerdos y para superar cualquier inconveniente que se pueda presentar, según lo señalado en el Acuerdo de Caquetania.

8. De acuerdo con lo pactado en el Acuerdo de San Francisco las Partes producirán informes mensuales que serán presentados a la opinión pública, señalando los principales aspectos relativos a los avances de los diálogos y negociaciones.

9. Reiniciar las audiencias públicas y las mesas redondas sobre los temas que la Mesa de Diálogos y Negociación acuerden.

10. Para desarrollar los objetivos aquí pactados, la Mesa Nacional de Diálogos y Negociación se fija como meta llegar a la firma de acuerdos concretos sobre tregua con cese de fuegos y hostilidades a partir de la disminución del conflicto, teniendo como fecha para lograrlo el 7 de abril de 2002. Para ello, se seguirá el siguiente cronograma de trabajo:

La Mesa Nacional de Diálogos y Negociación sesionará regularmente de miércoles a viernes. Sin embargo, por acuerdo entre las Partes estos días podrán ser modificados.

Discusión del documento de recomendaciones presentado por la Comisión de Personalidades.

. A partir del 23 de enero 8 de febrero.

- Presentación de primeros borradores sobre disminución del conflicto.

. 2 de febrero de 2002

- Definición de la participación más activa del acompañamiento internacional.

. 06 de febrero de 2002

- Invitaciones de la Mesa:

. 13 de febrero: Presidentes de partidos y movimientos políticos. . 14 de febrero: Candidatos Presidenciales.

. 15 de febrero: Consejo Nacional de Paz.

- Estudio de los borradores presentados por cada una de las partes, sobre la tregua con cese de fuegos y hostilidades.

. A partir del 20 febrero de 2002.

- Meta fijada por la Mesa para la firma de los primeros acuerdos sobre tregua con cese de fuegos y hostilidades a partir de la disminución del conflicto:

. Fecha para lograrlo: 7 de abril de 2002

- Acuerdo de cronograma sobre otros temas

. 10 de abril de 2002

- Presentación de informes de la Mesa a la opinión pública, el último viernes de cada mes, a partir de febrero de 2002.

ENERO 21-22 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.

ENERO 23 Definición de las metodologías para las discusiones

ENERO 24-25 Inicio discusión de los elementos del documento de recomendaciones presentado por las personalidades.

ENERO 28-29 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.

ENERO 30-31 y FEBRERO 1o. Sesión de la Mesa sobre los temas aquí acordados.

FEBRERO 2 Presentación de los primeros borradores sobre disminución del conflicto, así como sobre el tema del empleo.

FEBRERO 4-5 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.

FEBRERO 6 Acuerdo sobre Acompañamiento internacional.

FEBRERO 7-8 Sesión de la Mesa sobre los temas aquí acordados.

FEBRERO 11-12 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.

FEBRERO 13 Invitación a los presidentes de los Movimientos y Partidos políticos.

FEBRERO 14 Invitación a los candidatos presidenciales.

FEBRERO 15 Invitación al Consejo Nacional de Paz.

FEBRERO 18-19 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.

FEBRERO 20-21-22 Sesión de la Mesa sobre los temas aquí acordados.

FEBRERO 25-26 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.

FEBRERO 27-28 y MARZO 1o. Sesión de la Mesa sobre los temas aquí acordados.

MARZO 4-5 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.

MARZO 6-7-8 Estudio de los borradores presentados por cada una de las partes, sobre la tregua, a partir de la disminución del conflicto.

MARZO 11-12 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.

MARZO 13-14-15 Estudio de los borradores presentados por cada una de las partes, sobre la tregua, a partir de la disminución del conflicto.

MARZO 18-19 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.

MARZO 20-21-22 Estudio de los borradores presentados por cada una de las partes sobre la tregua, a partir de la disminución del conflicto.

MARZO 25-26 Preparación de documentos finales sobre tregua, a partir de la disminución del conflicto.

ABRIL 1o. Informe a la Opinión Pública.

ABRIL 2-3-4-5 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.

ABRIL 7 Meta fijada por la Mesa para la firma de los primeros acuerdos sobre tregua a partir de la disminución del conflicto.

ABRIL 8-9 Trabajo de cada equipo de negociación por separado.

ABRIL 10 Acuerdo de cronograma sobre otros temas.

11. Agradecemos el papel jugado por los países facilitadores y por el Asesor Especial de la ONU.

Las Partes definirán, antes del 6 de febrero de 2002, las vías de participación internacional más activa en el papel de acompañamiento.

Igualmente agradecemos el acompañamiento a la Mesa al señor Nuncio Apostólico Benniamino Stella y a la Iglesia Católica de Colombia en cabeza de monseñor Alberto Giraldo, presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, y a monseñor Francisco Múnera, obispo de San Vicente del Caguán.

12. Como se menciona en el Acuerdo de San Francisco, las Farc-EP se comprometen de inmediato a ratificar las instrucciones a todos sus integrantes de no realizar las llamadas pescas milagrosas en las vías.

Firman por:


El Gobierno NacionalLas Farc

CAMILO GOMEZ ALZATE
JUAN GABRIEL URIBE
REINALDO BOTERO
RICARDO CORREA
MANUEL SALAZAR

RAUL REYES
JOAQUIN GOMEZ
SIMON TRINIDAD
ANDRES PARIS".



Desde el 20 de enero al 20 de febrero son realmente pocos los hechos políticos que se presentan en la zona de distensión, el 7 de febrero hubo una reunión de los tres poderes del proceso, en la cual el gobierno propuso acordar una tregua  y la guerrilla le impuso varias condiciones, entre ellas combatir el paramilitarismo, retirar los asesores militares extranjeros, suspender el Plan Colombia, reducir el gasto militar, modificar la política económica, sancionar a los medios de comunicación que hagan apología al paramilitarismo,  el gobierno exigió parar el secuestro y no colocar minas antipersonales; 14 de febrero hubo encuentro en Los Pozos entre las FARC y los candidatos presidenciales, desfavorable para el movimiento armado por la publicidad que se le hizo a la intervención del candidato Serpa quien fustigó duramente a las FARC.

Lo que realmente se inició fue la más espectacular ofensiva militar de la guerrilla, acompañada de la Operación “Huracan” del ejército como contra respuesta, el ataque de la guerrilla fue de una intensidad tan enorme que no la esperaba nadie en un momento en el cual se pretendía oxigenar el proceso; lo claro es que este había fracasado y el acuerdo del 20 de enero significó un mecanismo de distracción para iniciar la retirada en momentos en los cuales la zona de distensión se encontraba totalmente cercada; los operativos de la guerrilla culminaron con la retención el 20 de febrero de Gechem Turbay, presidente de la comisión de paz del Senado hecho que justificó la liquidación de un proceso con el cual ninguna de las dos partes querían seguir ya que hubo acciones mucho más delicadas antes de este acto como se puede apreciar en el siguiente resumen.

El 21 de enero 15 soldados murieron durante una emboscada en Pichindé a 10 kilómetros de Cali, en Gachetá , Cundinamarca fue dinamitada una torre de energía, dos torres voladas en el Meta, dejaron a este departamento sin luz y también al Casanare; en Garzón , Huila fue dinamitado el aeropuerto, en Samaná, Caldas fue muerto un agente de policía, el 24 de enero en la vía Cumaral-Yopal explotó un carrobomba, mientras en Ríoancho, Magdalena, 30.000 campesinoa bloquearon la troncal del caribe protestando contra los paramilitares y el 25 de enero en el Barrio Fátima de Bogotá estalló bicicleta bomba, (ya habían atentado contra la represa de Chingaza)dejando 5 muertos y ocho heridos, entre los muertos una niña de 5 años, lo generó voces de protesta y de inconformidad frente al proceso de paz, también murieron 23 soldados en La Dorada, Huila.  El 29 de enero los atentados se intensificaron,  en San Juan de Arama en el Meta los guerrilleros hicieron explotar una casa donde tenían guardada dinamita y estaba siendo registrada por el ejército,  15 militares murieron y 10 heridos;  el mismo día los cacerolazos y las protestas se vivieron en todo el Meta,  el 30 de enero en el Barrio la Soledad de Bogotá cerca de la sede de CARACOL, estalló un carrobomba que afectó 6 casas, en Aguazul, Casanare, la guerrilla derumbó dos torres dejando de nuevo sin luz al departamento, el primero de febrero fue asesinado el subdirector de La Patria por paramilitares en Manizales, hecho que conmovio la prensa nacional y destruida la bocatoma de Pailitas, Cesar, cuando iba a ser reparada al día siguiente seis obreros fueron mutilados por una mina antipersonal,  el 10 de febrero estalla una maleta bomba que destruyó el Banco Ganadero en el centro de Arauca, estalló bomba en el centro de Paz del Río en Boyacá, el 11 de febrero hubo un ataque contra el distrito militar de Pitalito, una pipeta de gas mató 10 militares e hirió 40, ello provocó que el 12 de febrero el procurador general de la nación Edgardo Maya, esposo de Consuelo Araujo, enviara una carta personal a Pastrana donde le pidió una posición firme frente a lo que consideraba el fracasado proceso de paz, en síntesis una consulta popular para que la sociedad civil definiera si continuaba o no el proceso, lo que fue respondido negativamente por el Presidente.

El mismo día Raul Reyes justificó la embestida de las FARC diciendo que se detiene cuando se detengan los despidos y el Plan Colombia, aseverando que las FARC no estaban dispuestas a entregar sus principios y resumiendo que “el problema se resolvía metiendo la mano en el bolsillo, pero bien hondo”, lo dejaba claro que una solución negociada partiendo del cese al fuego no era posible.  El 17 de febrero en Bogotá el alcalde Antanas Mockus lidero una jornada de resistencia civil en la que protestaron contra la guerrilla, el 19 de febrero, las FARC condicionaron el cese al fuego, siempre y cuando se iniciaran operaciones fuertes contra el paramilitarismo y el 20 de febrero Estados Unidos autorizó al gobierno para utilizar las armas del Plan Colombia contra la guerrilla, hubo manifestaciones nacionales contra la ofensiva de las FARC, promovidas por grupos derechistas y finalmente fue secuestrado un avión en Neiva y retenido el Presidente de la Comisión de Paz del Senado, hecho que provocó la ruptura definitiva del proceso en un discurso agresivo de Pastrana en el que con mapas intento convencer a los ciudadanos de la necesidad de la ruptura, desde la media noche se inició la Operación TANATOS que dio como resultado la ocupación de la zona de distensión.

No es difícil comprender porque el fracaso del proceso de paz, esta claro que la política de paz de Pastrana no fue dinámica desde el punto de vista de los cambios estructurales que necesariamente tenían que hacerse, fue lenta e ineficiente y alejada de los verdaderos actos de gobierno que fueron provocadores para la actitud de una guerrilla que exigía cambios considerables, nunca los hubieron y así como la guerrilla el Estado también desató operaciones militares que intentaban carear el poder militar de los insurgentes.  El proceso estaba fracasado desde principios de enero, quizá desde el 17 de octubre, pero los actores esperaron hasta el ultimo momento para organizarse en la guerra, la misma zona de distensión se convirtió en peligro para los miembros del Estado Mayor de las FARC concentrados en ella ya que estaba lenta y paulatinamente siendo cercada por el ejército y las posibilidades de capturas o muerte de altos dirigentes eran enormes. Hay que considerar el ensayo de Pastrana con las FARC como el fracaso de un modelo más que de todas formas dejó algunas experiencias positivas que pueden ser retomadas hacia el futuro, como la agenda común, los encuentros en las audiencias públicas entre otras. 

B.  EL PROCESO CON EL ELN

Paralelo a las negociaciones con las FARC-EP, el presidente Pastrana buscó llegar a acuerdos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), aprovechando los contactos que se venían desarrollando desde el Gobierno de Ernesto Samper, la muerte del máximo líder Manuel Pérez dada a conocer en abril de 1998 disminuyó la capacidad política de ese movimiento;  con este grupo insurgente se hicieron las más numerosas reuniones y las más amplia discusión que dejó como herencia en este debate por la paz una inmensa cantidad de documentos sin ningún hecho práctico de paz; en principio la reivindicación central de ELN era la de hacer una Convención Nacional en el sur de Bolívar al estilo de las hechas por el EZLN en México, una especie de encuentro nacional masivo de organizaciones del cual surgiese una agenda de negociación y una metodología para el proceso, sin embargo nunca se dio, siempre estuvo presente la influencia de las Autodefensas de Carlos Castaño saboteando el proceso con enormes movilizaciones de pobladores del sur de Bolívar y del Magdalena Medio que reivindicaron la no firma de tratados con este movimiento; luego la reivindicación dejó de ser la convención nacional y pasó a ser la zona de despeje, un área de tres municipios, Cantagallo y San Pablo en el sur de Bolívar y Yondó en Antioquia; sin embargo las movilizaciones de alcaldes y sociedad civil simpatizante de la extrema derecha del jefe paramilitar impidió la apertura de la zona de despeje, una especie de Zona de distensión en el Magdalena Medio.

La lucha contra las zonas de distensión afectó seriamente el proceso de paz con el ELN, que buscaba despejar un área con características disímiles a la de los cinco municipios de los Llanos orientales dada a las FARC, ya que de los municipios del sur de Bolívar son de  influencia paramilitar en el poder y la sociedad civil y ello debió ser tenido en cuenta; realmente nunca se consiguió el objetivo de entregar una zona de distensión a este grupo.  Tanto el Gobierno como el ELN, tuvieron claro siempre que había que dialogar, Pastrana también tuvo interés en desarrollar un proceso con esta insurgencia y también brindó un espacio muy amplio para ello, el 9 de octubre de 1998 le otorgó reconocimiento político al movimiento y en un encuentro se prepararon las condiciones para la Convención Nacional, objetivo primario de estas guerrillas. Dos días después se realizó un encuentro en Río Verde, Antioquia, para preparar la Convención y a el asistieron dos comandantes presos en la cárcel de Itagui:  Francisco Galán y Felipe Torres, con amplia presencia de sociedad civil, se estableció la fecha del 13 de febrero de 1999 y la agenda de la Convención que nunca se realizó.

Igual que las FARC, el ELN le apostó a la estrategia de negociar en medio conflicto y los actos militares por lógica afectaron las negociaciones; el 18 de octubre de 1998, se produce un hecho lamentable en el poblado de Machuca (Antioquia), el ELN voló un tramo del oleoducto y el crudo se precipitó sobre un caserío en donde murieron quemados 70 habitantes; las imágenes de unos medios de comunicación que interesados en perjudicar el proceso sensibilizaron a la población que empezó a forjarse una mentalidad de repudio a las negociaciones, el ELN reconoció públicamente su error y ofreció indemnizar a los afectados lo que fue visto por el presidente como un acto de buena voluntad y por ello este hecho no perjudicó los diálogos, pero si afectó seriamente la imagen de esa guerrilla.  Con este movimiento las cosas fueron más lentas e igual de complejas, no se celebró ninguna convención en las fechas previstas y el 12 de abril, sin resultado alguno, se presenta un hecho que estremece a la opinión pública nacional e internacional y fue el secuestro de un avión de Avianca con 46 pasajeros desviado desde Bucaramanga hacia zona rural de San Pablo, donde fueron liberados niños y ancianos; la acción provocó el rechazo del gobierno y se congelaron los acercamientos; las contradicciones se profundizaron cuando el 30 de mayo de 1999, en una acción espectacular el ELN retiene 143 personas en la Iglesia de La María en Cali, 80 fueron liberadas y 63 quedaron retenidas en un acción propagandística que obligó al gobierno a suspender las negociaciones, abiertas a condición de la liberación de los secuestrados, el 18 de junio mediante resolución 41 el gobierno suspende el proceso de paz y le quita el reconocimiento político a este movimiento.

Es una primera etapa compleja, en la cual los actores se reúnen mucho pero no deciden nada; solo hasta el 19 de octubre cuando delegados del gobierno se encuentran en  La Habana con representantes del movimiento, se reactiva el proceso, tres días después una reunión del Comando Central del ELN con el alto comisionado para la Paz se empiezan a establecer los mecanismos organizativos de la zona de despeje proyecta en los municipios del sur de Bolívar, sin embargo, en la practica nada se concretiza y en enero del 2000 el movimiento armado lanza una tenaz ofensiva sobre las torres de energía, que se desarrolló durante todo el mes  y parte de febrero, fueron voladas más 200 torres y afectados un gran número de municipios que afontaron racionamientos de luz, era el cuarto gran escándalo desfavorable al proceso, aunque lógicamente desde el inicio del gobierno de Pastrana la guerra con el ELN tuvo la misma intensidad que con las FARC.  Desde inicios del mes de enero, se inicia una ofensiva paramilitar con influencia en la sociedad civil orientada a evitar que se constituyera la zona despeje; inmensas movilizaciones campesinas bloquearon las vía en el sur de Bolívar, en el Magdalena Medio y en algunos municipios antioqueños diciendo “No al despeje”, fue bloqueada la troncal del Atlántico, la vía al mar en Aguachica (Cesar), la viá Medellín-Costa Atlántica, la situación se vuelve tan compleja que el gobierno se ve obligado a reunirse con representantes de los campesinos cuyo punto central de petición es no a la zona de despeje, nace con esto Asocipaz, organización encargada de movilizar la sociedad civil contra el ELN.

Este fue sin duda uno de los grandes triunfos de las Autodefensas de Carlos Castaño que movilizaron el mayor número de pobladores, en un guerra que además del campo político, incluyo el campo militar por la extensión de los combates y por la innumerables masacres sobre población civil que habita las zonas por donde so moviliza el ELN, fue el momento preciso para desprestigiar también la zona de distensión con las FARC, ya que toda explicación de porqué no se aceptaba un despeje en el sur de Bolívar se dio desde la base de que no querían que se repitiera la experiencia de las FARC ya que era probable un avance del ELN en ella; era quizá la intensión de Carlos Castaño de dar una lección en municipios plenamente dominados por sus autodefensas.  El 25 de abril el Presidente anuncia su decisión de autorizar la zona de encuentro, lo que generó una respuesta contundente de la población paramilitar, al día siguiente se movilizan los simpatizantes de Castaño en el Sur de Bolívar, el 4 de mayo en todo el Magdalena Medio, el 16 de Mayo son bloqueadas las vías a Aguas Claras y el 17 la vía a Barrancabermeja; Asocipaz ya tenía una influencia muy grande que se extendía hasta el sur del Cesar, Bajo Cauca, Nordeste antioqueño y Nordeste Santandereano, incluyendo el Magdalena Medio Santandereano y el sur de Bolívar, un movimiento crecido que puso en jaque al gobierno y al ELN.

El 1 de junio día del campesino el Gobierno se compromete a no implementar la zona de despeje, lo que señala un triunfo claro de los pobladores, con esto la intensión de iniciar el  camino de la paz con un experimento parecido al de las FARC fracasa para el ELN, ello debilita lógicamente cualquier posibilidad de negociación,  unido al hecho de la confrontación armada que nunca dejó de estar presente;  sin embargo, el 6 de junio el gobierno insiste y reanuda formalmente las conversaciones dando inicio a una nueva etapa, mucho más compleja por la actitud de la sociedad civil , lo que generaría una nueva etapa de reunionismo y discusiones sin frutos reales, el reconocimiento de nuevo del carácter político del ELN, creo sin embargo un clima de confianza y de optimismo, reforzado por la existencia de una Comisión nacional facilitadora y de una internacional conformada por Francia, España, Noruega, Cuba y Suiza.  Las presiones internacionales y nacionales sobre Asocipaz, hizo que esta a principios de septiembre del 2000 condicionara la apertura de una zona de distensión a la liberación de todos los secuestrados, cese al fuego y concentración de toda la militancia del ELN en el área, propuesta que fue desechada por el movimiento armado, quien respondió con una retención masiva en el kilómetro 18 vía a Buenaventura ocho días más tarde, quienes fueron liberados un mes y medio después; la insistencia en la zona de encuentro llevó a una nueva reunión en La Habana el 13 de diciembre, en donde se diseñaron los reglamentos y los límites y se firmó el compromiso por el ELN para liberar unilateralmente 42 militares en su poder, hecho que se produjo el 23 de diciembre y que le dio nuevos bríos al proceso, más publicidad y más confianza entre los actores.

La diplomacia entorno a la zona de despeje fue cotidiana durante el mes de enero, reuniones de representantes del gobierno con alcaldes de los municipios, principales líderes del movimiento antidespeje y con dirigentes del ELN en la serranía de San Lucas, no lograron derrotar el poder de Asocipaz, quien el 15 de febrero del 2001 desató de nuevo las movilizaciones y el bloqueo de vías, esta vez la vía Bogotá a la Costa Atlántica y Bucaramanga-Barrancabermeja; el 8 de marzo el ELN decide congelar las negociaciones quejándose de los operativos militares sobre sus frentes en la zona, las fumigaciones en la zona del sur de Bolívar y  la falta de voluntad del gobierno para con el proceso de paz y la falta de seguridad, debido a que los frentes de las AUC se volcaron sobre la zona y los operativos militares eran constantes.  El 27 de junio se realiza un encuentro esta vez en Ginebra, Suiza en donde por primera vez un cronograma de actividades por el gobierno y un balance del proceso por el  ELN, el 5 de agosto, durante una reunión en Caracas, el ELN le propone al gobierno desmilitarizar la zona del sur de Bolívar y antes iniciar una ofensiva contra los paramilitares para sacarlos de ella, lo que fue rechazado por el gobierno quien el 7 de agosto anuncia la suspensión de las conversaciones de paz en un ambiente de guerra en el que los enfrentamientos armados se recrudecieron., tres meses después el 16 de noviembre se reanudan los diálogos esta vez en Cuba con el Alto Comisionado para la paz, en donde firma el “Acuerdo por Colombia”, el 15 de diciembre se acuerda un cronograma de trabajo y el 17 se decreta una tregua unilateral hasta el 5 de enero,  hasta el 20 de febrero, predominaron una ola de reuniones y discusiones en las cuales no se llegó a ningún acuerdo, los actores renunciaron definitivamente a la estrategia de la zona de despeje y finalmente los diálogos quedaron opacados por la ruptura con las FARC.

A diferencia de las FARC, Pastrana no se reunió personalmente con ningún representante del ELN, no hubo acuerdo entorno a agendas y los acuerdos de cronograma fueron solo formales y de papel.  El proceso con el ELN tuvo como situación trágica la intervención directa de las AUC con toda su influencia económica, política y militar, lo que llevó al despeñadero los acuerdos; hay que decir que no existió ninguna otra propuesta alternativa que pudo haber sido viable ya que se jugó con el mismo modelo de las FARC y con los mismos principios; buscar el porqué del fracaso con el ELN  no es un ejercicio difícil ya que esta explicación se halla en las mismas que he dado para las FARC, no es necesario recordar esto y es indiscutible que en la búsqueda de nuevas alternativas, el diseño de esquemas tiene que ir acorde también con la experiencia del ELN, que sin lugar a dudas fue otro de los grandes fracasos de Pastrana. 


CONCLUSIONES

Las líneas que he escrito, traen implícitas muchas conclusiones entorno al conflicto armado y la política de paz de Pastrana, sin embargo es bueno recordar que una  estrategia de paz debe tener como marco general un gobierno para la distensión, para la paz, una práctica gubernamental acorde con las decisiones de diálogo y negociación que implica una mayor inversión social,  disminución de presupuesto para represión, estancar el armamentismo y el reclutamiento y una política de derechos humanos que disminuya las masacres, los asesinatos políticos, que combata la impunidad; dentro estos actos gubernamentales hay que poner en marcha políticas económicas que disminuyan el desempleo, ello requiere una mayor interacción práctica entre el gobierno y los empresarios bajo la meta de la construcción de la paz; todos estos hechos pasan necesariamente por una solución del problema de la deuda cuyos servicios continúan absorbiendo la mayor parte del presupuesto nacional, pero también enfrentar la corrupción que todavía se sigue llevando para los bolsillos privados un importante porcentaje de las finanzas del Estado.  Una práctica gubernamental de este tipo puede abrir caminos en  negociaciones, porque claramente se vislumbró durante el cuatrenio Pastrana una clara brecha entre el decir y el hacer, que no convenció a una guerrilla que insiste en que no depondrán las armas si les toca entregar sus principios.

La experiencia con Andrés Pastrana nos dice que  un gobierno para la paz debe empezar por hacer de las propuestas preelectorales de los gobernantes algo real, no un cúmulo de mentiras orientadas a conseguir votos que después son desechadas como decisiones de gobierno por los mandatarios, la demagogia de Pastrana fue sin igual en este sentido.  En la revista de la Universidad Javeriana de julio de 1998, hay un completo resumen de las promesas preelectorales y queda claro que si las comparamos con las acciones del gobierno, la orientación inclusive del plan de desarrollo estuvo encaminada a hacer cosas diferentes:  prometio por ejemplo reducir el IVA y este se elevó, el eje de su política social fue el empleo y el desempleo aumentó en grados exagerados, su política económica tuvo como slogan “la justicia económica, base de la justicia social” y sus resultados finales favorecieron a los grandes monopolios de las finanzas, los más estables y beneficiados; la promesa de ampliar el acceso a cargos públicos fue reemplazada por despidos masivos durante todo su mandato, el apoyo a mujeres víctimas de la violencia lo reemplazó el abandono estatal de las mujeres desplazadas y africanizadas por los grados de desnutrición que se presentan en muchas de ellas, de desempleo y falta de oportunidades, la vigorización de pensiones fue solo una promesa más por su interés en afectar a los pensionados e incumplirles, los subsidios alimentarios prometidos concordaron con el aumento de los niños miserables.  Una solución al problema de la violencia implica abandonar los viejos vicios de la política que utilizan la inocencia del ciudadano, sin entender que hay grupos sociales que exigen seriedad y cumplimiento, sino se tiene en cuenta esto hacia el futuro, muy probablemente la lucha por la paz en Colombia será algo inoficioso y sin esperanzas de solución, porque más allá de los juicios moralistas que diferencian entre quien es bueno y quien es malo, está el incumplimiento de un representante político que se burla de las ansias de un ciudadano que quiere que los grandes problemas ciudadanos se solucionen.

Pastrana nunca entendió esto ya que su política de paz fue en el fondo una estrategia de guerra, se intentó dialogar con el fin de deslegitimar y desprestigiar al otro, quitarle presencia e influencia política lo que puso en duda la honestidad y transparencia de sus intensiones; una nueva política de paz debe estar basada en obviar la paz como una estrategia para crecer, avanzar y fortalecerse, por ello el principio de dialogar en medio del conflicto no es apropiado para el caso colombiano, en donde la tregua bilateral, con el compromiso de la financiación o sostenimiento de la insurgencia es el más apropiado, acompañado de un Plan de Paz plenamente acordado con sitios, fechas, cronograma preestablecido y cumplido al pie de la letra, algo improvisado durante la administración Pastrana; la política de Paz no debe diferenciarse para uno u otro actor ya que el escenario y la meta de la distensión es la  misma, la reunión de los actores en una sola mesa de diálogo es lo más apropiado.

En Colombia, la experiencia es que los guerrilleros no se encuentraron con los gobiernos liberales, la prueba más fehaciente es que los dos únicos proceso de paz que se conocieron antes del que inaugurara el Presidente Juan Manuel Santos en se dieron durante gobiernos conservadores, con sectores liberales democráticos como sus aliados, sin embargo, no han resultado eficientes, estamos a la espera de los resultados de los diálogos de la Habana para sacar conclusiones más objetivas, parece que todo marcha bien, pero aún falta un largo camino por andar; es necesario esperar la emergencia histórica de una nueva clase política que se acople a los principios reformistas de la insurgencia?, una nueva generación de militares, menos guerreristas y más pragmáticos entorno a la consecución de la paz que sean capaces de ser tolerantes frente a los diálogos y ser fuerza de presión para la solución del conflicto y no un foco de estímulo a la confrontación; es probable que ya exista en la guerrilla una mentalidad de diálogo y de solución honesta del conflicto, eso perfila en las intervenciones que se observaron de los dirigente y en la insistencia en la búsqueda de la solución negociada, pero hay sectores guerreristas con gran poder que también tienen que ser reemplazados por una nueva dirigencia capaz de corresponder una negociación en los marcos que hemos analizado; las ofensivas de la guerrilla, sus acciones claramente antiéticas y antirevolucionarias, que mataron inclusive a los pobres por quienes supuestamente están sacrificando su vida, también obstaculizan los diálogos y matan sus simpatías políticas, un comandante “Marcos”  que entre triunfante y ovacionado a Bogotá, que sea capaz de imponerse no por la fuerza de las acciones anárquicas, sino por su capacidad de convencimiento, es algo que esperan muchos colombianos.

Finalmente, el paramilitarismo fué y seguirá siendo  una de las grandes piedras en el zapato para los procesos de paz, siempre y cuando no se les tenga en cuenta, es claro que hay que reconocer su capacidad de sabotaje, no solo con acciones militares crueles y despiadadas, sino con su sociedad civil que manipula y moviliza, muy amplia por supuesto y ubicada también en zonas estratégicas capaz de bloquear vías importantes, por el número de paramilitares, es indiscutible que hay que pensar en vincularlos al proceso y de ello tiene que ser consciente la dirigencia guerrillera, puesto que enfrentarlos al Estado es inoficioso, ya gozan del apoyo de muchos miembros de la fuerza pública, de la burocracia y de los Partidos tradicionales que no están dispuestos a debilitar una opción contrarevolucionaria ya construida.

El modelo Pastrana fué modelo agotado, pero fue un  intento importante que dejó  elementos positivos que debierían necesariamente ser retomados por otros gobiernos que quieran en circunstancias favorables volver a intentar un proceso de paz, como el del actual presidente Santos; fueron positivos los encuentros personales con el dirigente guerrillero, tener un vocero único que lleve una vocería única, vincular a los gremios y la comunidad internacional, crear grupos de acompañamiento y facilitadores que permitieran equilibrar las posiciones en los momentos de discordia, las posiciones amplias y no conflictivas cuando de tomar decisiones de desmilitarización se trata, como en el caso de Batallón Cazadores, la agenda común que sin lugar a dudas será la base del tema de las negociaciones; la amplitud en la aceptación de la realización de audiencias públicas, las posibilidades a través de lo jurídico de que negociadores salieran de las cárceles, el brindar estatus político sin problemas ni largas discusiones; muchos de estos elementos se convierten en instrumentos claves para sacar adelante un propósito de paz cuando se den las oportunidades.

Hay también acciones que entorpecen los procesos y se vislumbraron claramente en la experiencia Pastranista, la primera de ellas es el no reconocimiento expreso del gobierno de que existe una guerra en Colombia, ello impidió el intercambio de prisioneros de guerra y no facilitó la liberación de retenidos que hoy soportan la desidia de los gobernantes; se intentó explotar en último momento el asunto, inclusive hasta el último día del gobierno de Pastrana este le dijo a la guerrilla que escogiera el lugar y la hora del intercambio, pero ya era tarde, ello demuestra que faltó voluntad del gobierno en este sentido; la lentitud exagerada de las negociaciones y el tiempo tan largo de los estancamientos hico que los actores llegaran tarde a la negociación, lo que demuestra que hay que acelerar más el proceso, los estancamientos no deben durar una semana; es necesario diseñar las estrategias de paz conjuntamente entre los tres poderes estatales, ya que los fracasos provienen de verdaderas disputas entre ellos entorno a reformas o procesos judiciales por ejemplo y continuar necesariamente con los diálogos internos que son más efectivos que encuentros internacionales alejados de muchos actores que tienen directa relación con la Paz como los empresarios, los Sindicatos y la Sociedad Civil.

Con respecto a esta última hay que neutralizar el papel de los medios de comunicación, puesto que la información que se despliega de estos es en muchos casos tendenciosa y con claras intensiones de quitarle credibilidad al proceso, por el compromiso histórico de los medios con facciones políticas recalcitrantes enemigas de los diálogos y la negociación; estos sectores políticos peligrosamente van forjando en los ciudadanos una conciencia de choque que agudiza la confrontación.  La “Resistencia civil” liderada por Antanas Mockus y numerosos alcaldes, además de exponer a los ciudadanos a las balas de sus oponentes como sucedió en el Cauca y en el fondo integrarlos a un proyecto de guerra con movilizaciones, tiene claros propósitos electorales cual es el de dividir a los ciudadanos en buenos y malos Colombianos, los primeros son aquellos que participan de la movilización y se exponen a ser asesinados y los malos quienes no lo hace, entender la diversidad de mentalidades y de actitudes Psicológicas sin pensar en que hay valientes y cobardes es más efectivo para un proceso; es muy importante entonces empezar a forjar una Cultura honesta de la paz en la sociedad civil que haga que ella se identifique con la no guerra y con la salida política civilista, puesto que en Colombia tenemos claro que se ha trabajado al ciudadano para que sea indiferente para el proceso o apoye las salidas guerreristas, lo que es altamente inconveniente para la tarea de buscar la distensión.


FUENTES DE INFORMACION



1.  Agradezco la colaboración del doctor Victor G Ricardo quien me obsequió el texto “HECHOS DE PAZ V”:   Del diálogo a la negociación, agosto 7 de 1998 a mayo 24 de 1999, editado por la Presidencia de la República, Bogotá, 1999.

2.  Alguna parte de la información fue extraída de la página de INTERNET de la oficina del Alto Comisionado para la Paz.

1.     La información cronológica fue un seguimiento meticuloso de la revista SEMANA, de agosto de 1998 a agosto del 2002 y serían interminables los artículos a reseñar.
2.     Otra parte de la información corresponde a grabaciones cotidianas personales de los Noticieros RCN, CARACOL, CNN y el documental “La política de Paz de Andrés Pastrana” emitido el 7 de agosto del 2001 por Señal Colombia.

  1.   

  2. NO TE PIERDAS LA ULTIMA PRODUCCIÓN  "URIBELANDIA O EL MUNDO DE LA RIQUEZA ABSOLUTA",  leela en http://plutocraciariqueza.blogspot.ch/ Y UNO DE LOS GRANDES CLASICOS DEL AUTOR:  "LA CRISIS DE LA REPRESENTATIVIDAD POLITICA" EN http://representatividadpolitica.blogspot.ch/

    OTRAS PUBLICACIONES DEL AUTOR   

    Las teorías de la violencia en Colombia                            http://loslibrosdealejo.blogspot.ch/  

    Historia del terrorismo de Estado en Colombia      http://terrordeestado.blogspot.ch/

    Los académicos y la paz                                        http://pazalejo2.blogspot.ch/

    La presencia del franquismo en Colombia               http://alejohistoriador.blogspot.ch/

    Más allá del azul celeste                              http://pensemosconalejo.blogspot.ch/


    Publicación más reciente:  PORQUÉ FRACASÓ LA POLITICA DE PAZ DE PASTRANA? en http://pastranapoliticadepaz.blogspot.ch/

    Publicación mucho más reciente: EL COLAPSO DEL SISTEMA DE PARTIDOS EN COLOMBIA.http://sistemadepartidoscolombia.blogspot.ch

      Especializate en politicas de paz en Colombia, conoce la politica de paz de cada presidente desde Belisario Betancut, entra a cada blog  en :
http://pazbetancurt.blogspot.ch/
http://pazgaviria.blogspot.ch/
http://pazsamper.blogspot.ch/
http://pazbarco.blogspot.ch/